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"Si fuera la hija del embajador a quien busca, seguro que España movilizaría más medios"
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DESAPARECIDOS EN MALASIA

"Si fuera la hija del embajador a quien busca, seguro que España movilizaría más medios"

El padre de Marta Miguel, la española desaparecida en Malasia junto a sun novio durante una excursión, reclama que España envíe helicópteros y un avión militar a la zona

Foto: Marta Miguel y su novio David Hernández, los dos españoles desaparecidos en Malasia.
Marta Miguel y su novio David Hernández, los dos españoles desaparecidos en Malasia.

"Si fuera la hija del embajador a quien busca, seguro que España movilizaría más medios". Son las palabras desesperadas del padre de Marta Miguel, la española desaparecida el pasado lunes en Malasia junto a su novio, David Hernández, el jefe de ambos y un malayo que trabajaba, como los primeros, en el Tommy Resort, situado en la isla de Ko Pga Ngan. "Si a mi hija le pasa algo, en parte será porque España no nos ha ayudado en nada", asegura Luis Miguel, quien critica que el Ministerio de Asuntos Exteriores no está haciendo todo lo que puede.

[Lea aquí: 'Aparecen vivos y a la deriva los dos españoles desaparecidos en Malasia']

El hombre reclama un avión militar para viajar a la zona, helicópteros, barcos y personal de rescate español que acuda a Malasia a ayudar a las fuerzas de seguridad locales en la búsqueda. El Gobierno, sin embargo, no ve conveniente dar curso a sus demandas. "Lo único que nos dijeron es que nos buscáramos un psicólogo de familia", recuerda el padre de Marta de la visita que hizo junto a su familia al Ministerio.

"Ahora mismo todos los medios humanos y materiales los proporciona Malasia", explica Luis Miguel, quien asegura también que la información se la proporcionan los compañeros de trabajo de su hija y el novio de ésta. "Somos nosotros los que llamamos al resort para que los empleados nos vayan contando", explica el padre de la desaparecida, que viajaba a una isla cercana de excursión el pasado lunes cuando algo por el momento desconocido ocurrió.

El aparato detectó a los cuatro desaparecidos con sus chalecos agitando los brazos y llamando la atención

La mujer del jefe del resort, tras ver que su marido y el resto de ocupantes de la barca no volvían, envió un avión a inspeccionar la zona. El aparato detectó a los cuatro desaparecidos con sus chalecos agitando los brazos y llamando la atención. El piloto remitió las coordenadas a la Policía, que envió una patrulla de rescate. Sin embargo, cuando ésta llegó, no había ni rastro de los perdidos.

"Creemos que pudo fallar el motor y que las fuertes corrientes se llevaron la barca a la deriva; la única buena noticia es que ahora está lloviendo por allí y que así pueden beber", apunta el padre de Marta Miguel, quien cuenta también que acaba de tener noticia de que los equipos de rescate malayo han ampliado el diámetro de la búsqueda a 300 millas, pero se lamenta de que, a su juicio, no se estén utilizando los medios suficientes. Con más helicópteros y recursos humanos se podría cubrir una zona más amplia, asegura.

Una multinacional china ha desplazado allí barcos especializados en rescates, afirma Luis en clara referencia al origen del propietario del resort, uno de los cuatro desaparecidos, y a lo que a su entender debería hacer España. La familia y los amigos de los desaparecidos se han concentrado esta tarde a las 17 horas junto a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores precisamente para reclamar al Gobierno que mueva ficha y aporte medios que ayuden en las tareas de búsqueda, solicitud para la que incluso han estado recogiendo firmas.

Exteriores explicó a El Confidencial que en las labores de rescate están participando ocho barcos, cuatro de la Agencia Marítima de Malasia, dos de la Policía y otros dos de la Armada, además de dos aviones privados y un helicóptero también de la mencionada agencia marítima.

"Si fuera la hija del embajador a quien busca, seguro que España movilizaría más medios". Son las palabras desesperadas del padre de Marta Miguel, la española desaparecida el pasado lunes en Malasia junto a su novio, David Hernández, el jefe de ambos y un malayo que trabajaba, como los primeros, en el Tommy Resort, situado en la isla de Ko Pga Ngan. "Si a mi hija le pasa algo, en parte será porque España no nos ha ayudado en nada", asegura Luis Miguel, quien critica que el Ministerio de Asuntos Exteriores no está haciendo todo lo que puede.

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