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El capítulo que Willy Meyer escribió a Margallo y que el ministro censuró
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POLÉMICA ENTRE EL GOBIERNO Y LA FEDERACIÓN DE CAYO LARA

El capítulo que Willy Meyer escribió a Margallo y que el ministro censuró

El exeurodiputado de IU denuncia que el titular de Exteriores quiso que suprimiera las referencias al Sáhara y las críticas a Marruecos para no perjudicar los intereses de España. Meyer se negó

Foto: El exeurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer, tras ser condecorado en La Habana, Cuba, el pasado 29 de enero. (EFEI
El exeurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer, tras ser condecorado en La Habana, Cuba, el pasado 29 de enero. (EFEI

"Quiero darte las gracias por tu generosa e inteligente aportación. Espero que sirva para acercar la política exterior a la ciudadanía". Es 31 de julio de 2015. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, escribe esas palabras a Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida durante 10 años (2004-2014). Acusa recibo del capítulo que Meyer le había remitido para integrar dentro de su libro. Pero ese capítulo, de puño y letra de Meyer, no ha visto la luz. El ministro 'censuró' un pasaje crítico contra Marruecos y su rey y la ocupación del Sáhara Occidental. El dirigente de IU no quiso eliminar esa parte y prefirió que el libro se publicase sin su colaboración.

Esa es, 'grosso modo', la pequeña intrahistoria de la gestación de 'Todos los cielos conducen a España. Cartas desde un avión' (Planeta), la obra que firma García-Margallo y que acaba de salir a la venta, vertebrada a través de las cartas que sobre distintos temas envía el titular de Exteriores a distintas personalidades: los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero; los exministros Marcelino Oreja, Miguel Arias Cañete y José Ignacio Wert; el exsecretario general de la OTAN y ex Alto Representante de la UE en Política Exterior Javier Solana, o el diplomático israelí Shlomo Ben Ami. Todos ellos le responden acerca de ese asunto de debate que el autor les propone.

Margallo quiso contar con Meyer para su libro y le hizo la oferta personalmente. Con él había coincidido en el Parlamento Europeo años atrás y, desde la distancia ideológica, seguían manteniendo un "trato normalizado", cordial, como reconoce el dirigente de IU. Este aceptó. El tema de conversación que le proponía el ministro, vía epistolar, era la pobreza en el mundo. En su misiva, hablaba de la importancia de la "buena gobernanza" como "primera receta para crecer y luchar contra la pobreza". Esta es una cuestión, decía, de "política interior", pero "la política exterior puede ayudar exportando buenas prácticas y contribuyendo a la institucionalización de los países en vías de desarrollo".

La "buena gobernanza"

Esas palabras de Margallo dieron pie a la reflexión de Meyer sobre el reino alauí, que incluyó en su respuesta. El dirigente de IU recordó en su escrito cómo la UE "se puso de perfil con las primaveras árabes" y actuó de forma "calamitosa" en Libia y el Sahel. "Por eso recelo cuando desde la Unión Europea se pone como ejemplo de la 'buena gobernanza' a países como el Reino de Marruecos", escribió, como se puede leer en la copia que este jueves Meyer suministró a los medios.

Y a continuación incluyó el párrafo que el Gobierno entendía como conflictivo. En 2009, argumentaba el exeurodiputado, Mohamed VI hizo una "sorprendente aparición en el séptimo puesto de los patrimonios de las monarquías, con una fortuna evaluada en 2.500 millones de dólares". Y continuaba: el sueldo del rey "duplica al del presidente de EEUU" pese a que el país ocupa el puesto número 126 de desarrollo humano y el índice de pobreza alcanza el 18,1%. La monarquía alauí "cuesta al presupuesto del Estado 60 veces más que el Elíseo". Meyer recordaba que más de cinco millones de ciudadanos viven "con 10 dirhams al día, es decir, un poco menos de un euro". "El rey es, desde hace algún tiempo, el primer banquero, asegurador, exportador y agricultor de su país. Controla también el sector agroalimentario, la gran distribución comercial y la energía. Y todo ello -apostilló- sin mencionar la ocupación del Sáhara Occidental, contraviniendo la Carta de Naciones Unidas".

Margallo invitó a Meyer a colaborar en su libro de epístolas 'Todos los cielos conducen a España' para que opinara sobre pobreza y desigualdad

Después de mandarle su respuesta, Meyer recibió la carta del ministro, donde además le informaba de que los derechos de autor habían sido "cedidos a Cáritas". Fue el 31 de julio. Pero en septiembre, coincidiendo con la cumbre del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York, el dirigente de IU recibió una llamada de Ignacio Cartagena, asesor ejecutivo para Asuntos Parlamentarios de Exteriores. Este le comunicó una noticia "desagradable", le dijo, y era que su texto, tal y como estaba, por las críticas que dirigía a Rabat, no se podía publicar. Le argumentó que Suecia podría reconocer muy próximamente a la República Saharaui, de modo que de editarse así, la réplica a la carta podría crear "un problema muy serio" a España.

Llamadas de ida y vuelta

Meyer, según el relato que hizo este jueves a los periodistas, contestó a Cartagena que no daba "crédito". "El autor de la respuesta soy yo. Se pretendía polemizar al hacer ese libro e invitar a distintas personalidades, y en la polémica no cabe la censura". El dirigente indicó a Cartagena que quería hablar directamente con el ministro. No pudo ser. Quien le telefoneó fue el jefe de Gabinete de Margallo, Juan José Buitrago de Benito. Este coincidió en que era "desagradable", pero que el titular de Exteriores lo tenía claro. Ese párrafo no podía aparecer. Meyer ofreció reescribir ese pasaje, pero sin eliminar las alusiones a Marruecos y al Sáhara. Buitrago se negó. El exeurodiputado pidió entonces que se levantase su parte, y advirtió de que cuando saliese el libro a la venta haría público el incidente.

Margallo encargó entonces la respuesta a su carta sobre pobreza y desigualdad en el mundo al diplomático consejero en la Representación de España ante la ONU, Luis Francisco Martín Montes. Y su epístola es la que aparece en la obra, publicada el pasado 27 de octubre.

Sin embargo, Meyer se ha llevado una última sorpresa: su nombre aparece en la nómina de colaboradores de Margallo incluida en la reseña del libro, así que pedirá que se elimine.

"Juicios peyorativos"

El exeurodiputado contaba este jueves a un grupo de periodistas que le parece "increíble" el episodio de "censura", sobre todo por el carácter del ministro, "una persona que aparece como dialogante" en su partido. E insistía en que Margallo no podía haberse sorprendido, porque en su misiva daba pie a que Meyer reprodujera la postura tradicional de IU sobre Marruecos, sin mayores aspavientos.

El ministro recurrió al final a un diplomático para que abordara el tema. La reacción del Gobierno es “desproporcionada“, a juicio del dirigente de IU

Meyer cree que la reacción del titular de Exteriores es "desproporcionada", y no obedece a un "debate plural y democrático" sobre una cuestión candente y que además regresará a la actualidad si el Gobierno sueco aprueba el reconocimiento del Sáhara Occidental, cosa que no ha hecho porque está a la espera del informe de un embajador volante en el Magreb para tomar una decisión al respecto, proyecto ante el que Rabat reaccionó de forma furibunda, anunciando un boicot a las compañías del país escandinavo y anulando la inauguración de una planta de Ikea en Casablanca. "Esto hará que obliguemos al resto de fuerzas políticas a que se posicionen sobre este asunto para las generales del 20-D", manifestaba.

El propio Margallo explicó el pasado martes en la Cope que decidió no incluir el texto de Meyer para no perjudicar los intereses de España. Según el ministro, se recogían "juicios peyorativos" dirigidos a un país "próximo y aliado". Reconoció que pidió la supresión de ese pasaje sobre Marruecos, ya que "para hablar de pobreza no era necesario dar estacazos". "Con mi nombre en la portada se podían dañar los intereses de España. Una pena, porque contenía contrapuntos interesantes sobre mi punto de vista, lo que la hacía interesante [la carta de Meyer]".

El exeurodiputado cumplió su aviso: no se quedaría quieto. Denunciaría la "censura" a los medios de comunicación. Y así ha sido.

"Quiero darte las gracias por tu generosa e inteligente aportación. Espero que sirva para acercar la política exterior a la ciudadanía". Es 31 de julio de 2015. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, escribe esas palabras a Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida durante 10 años (2004-2014). Acusa recibo del capítulo que Meyer le había remitido para integrar dentro de su libro. Pero ese capítulo, de puño y letra de Meyer, no ha visto la luz. El ministro 'censuró' un pasaje crítico contra Marruecos y su rey y la ocupación del Sáhara Occidental. El dirigente de IU no quiso eliminar esa parte y prefirió que el libro se publicase sin su colaboración.

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