Las claves de la querella de Bárcenas: acusa a Moncloa de tres robos fallidos de sus papeles
El extesorero del Partido Popular asegura que agentes de la seguridad del Estado han intentado en al menos tres ocasiones apoderarse de los documentos sobre la contabilidad del PP que aún esconde
Luis Bárcenas ha decidido pasar al ataque para tratar de desmontar las pruebas que han permitido que la Fiscalía solicite para él 47 años y medio de prisión por su presunta implicación en el caso Gürtel y en la pieza separada sobre la contabilidad B del Partido Popular. Los elementos que sostienen la acusación son contundentes y han servido para acreditar que en 2008 llegó a ocultar en Suiza 48,1 millones de euros, pero el antiguo contable de Génova asegura que las conclusiones se han construido vulnerando sus derechos fundamentales y ha decidido acudir a la Justicia para demostrarlo.
Como reconocieron fuentes de su entorno a este diario la semana pasada, Bárcenas prepara ya una querella contra el Ministerio del Interior y el Centro Nacional de Inteligencia por haberle sometido supuestamente a vigilancias e intervenciones telefónicas sin la autorización judicial necesaria. Lo que se desconocía hasta ahora es que el exsenador del PP por Cantabria está reuniendo indicios para demostrar que ha sido víctima de al menos tres supuestos robos orquestados por Moncloa desde que aparecieron sus famosos papeles con anotaciones de la contabilidad opaca de Génova en enero de 2013.
Una vivienda en Baqueira
Bárcenas mantiene que el único propósito de esos asaltos era sustraerle la documentación sobre el PP que aún esconde. Según ha transmitido a su entorno, el primero de los supuestos robos se produjo en su domicilio familiar, situado en el número 34 de la calle de Príncipe de Vergara de Madrid. Los intrusos lograron llevarse papeles relacionados con el partido pero, según el extesorero, se trataría sólo de copias de los originales que guarda en otro lugar.
El segundo incidente afectó, siempre según Bárcenas, a la vivienda de un estrecho colaborador situada en la localidad leridana de Baqueira Beret, en pleno Pirineo. El asalto no llegó finalmente a producirse, pero el exdirigente del PP está convencido de que el episodio también está relacionado con la investigación sobre la contabilidad de Génova y asegura que dispone de elementos para demostrarlo.
El tercer y último asalto que Bárcenas planea incluir en la querella contra Interior y el CNI se produjo en una fábrica de un municipio del norte de Madrid y quedó inmortalizado por las cámaras del circuito cerrado de videovigilancia del recinto. Un grupo de encapuchados habría reventado la caja fuerte de la factoría sólo unos días después de que el exsenador transmitiese que escondía en ese lugar cintas y otros documentos sobre las finanzas de Génova que pensaba utilizar de forma inminente. Como contó este lunes El Confidencial y reconoce el propio Bárcenas entre sus allegados, los protagonistas de las imágenes se llevaron 300.000 euros en billetes, cintas y documentos. Ni el dinero ni el resto de objetos sustraídos guardarían relación con ningún procedimiento abierto, pero el exdirigente del PP vincula a las personas que aparecen en la cinta aun servicio de información del Estado.
Preocupación en el Gobierno
Bárcenas ha ordenado al letrado que le asiste desde el pasado mes de enero, Francisco Maroto, que reúna todos estos elementos para tratar de probar que ha sido víctima de un complot que busca descargar sobre sus hombros toda la responsabilidad sobre la presunta financiación ilegal de la que se habría abastecido durante décadas el PP. Además de información sobre los tres falsos robos que habría sufrido, el extesorero también ha adelantado que aportará matrículas de vehículos y fotografías de agentes que habrían estado involucrados en los supuestos seguimientos ilegales.
No ha sido necesario que la querella llegue a un juzgado para provocar la reacción del Gobierno. En Moncloa temen el efecto que la iniciativa puedatener en la evolución de un escándalo que parecía encauzado con el cierre de la instrucción de Gürtel y de la pieza separada sobre los papeles del propio contable. Según fuentes policiales, en los últimos días se han producido reuniones en Interior para estudiar posibles medidas con las que reaccionar a las pruebas que está acumulando el antiguo tesorero de Génova.
Luis Bárcenas ha decidido pasar al ataque para tratar de desmontar las pruebas que han permitido que la Fiscalía solicite para él 47 años y medio de prisión por su presunta implicación en el caso Gürtel y en la pieza separada sobre la contabilidad B del Partido Popular. Los elementos que sostienen la acusación son contundentes y han servido para acreditar que en 2008 llegó a ocultar en Suiza 48,1 millones de euros, pero el antiguo contable de Génova asegura que las conclusiones se han construido vulnerando sus derechos fundamentales y ha decidido acudir a la Justicia para demostrarlo.