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Accidente de avión en Francia: Repleto de empresarios catalanes e historias familiares
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51 ESPAÑOLES, CONFIRMA EL GOBIERNO

Accidente de avión en Francia: Repleto de empresarios catalanes e historias familiares

Muchos de los españoles eran empresarios que se dirigían a la feria alemana Anuga FoodTec 2015, que precisamente abría sus puertas el martes en la ciudad de Colonia, a 50 kilómetros de Dusseldorf

Foto: Familiares y amigos de las víctimas del accidente de avión que viajaba de Barcelona a Düsserlorf (EFE)
Familiares y amigos de las víctimas del accidente de avión que viajaba de Barcelona a Düsserlorf (EFE)

150 vidas truncadas en el Airbus A320 con destino a Düsseldorf que partió el martes por la mañana desde el aeropuerto de El Prat. Entre ellas, 51 españoles según ha confirmado el Gobierno español. Urgencias personales, motivos profesionales, casualidades, intercambios escolares… Detrás de cada persona hay una historia que contar. Desde entonces, el aeródromo barcelonés se ha ido llenando de familiares que buscan identificar a las víctimas, incapaces de encontrar consuelo y controlar la angustia.

Muchos de los españoles fallecidos eran empresarios que se dirigían a feria alemana Anuga FoodTec 2015, que precisamente abría sus puertas el martes en la ciudad de Colonia, a 50 kilómetros del aeropuerto de Düsseldorf. Fue el caso de dos trabajadores de la Fira de Barcelona, así como del director general de la empresa Milla Masanas con sede en Cornellà de Terri (Girona), que acudía al evento para promocionar su compañía, así como otros de la empresa NutriSport, que elabora bebidas y alimentos para deportistas con la intención de presentar su actividad.

Muchos de los españoles eran empresarios que se dirigían a la feria alemana Anuga FoodTec 2015 en la ciudad de Colonia, a 50 km de Düsseldorf

Y no fueron los únicos. Otras dos vidas perdidas en el aeroplano de Germanwings son las de los dos empleados de la planta que la multinacional Delphi tiene en la localidad catalana de Sant Cugat del Vallès. Según precisaron fuentes de UGT de la propia compañía, se trataría de un delegado de la organización sindical y del responsable de Recursos Humanos de la planta de Delphi en la Ciudad Condal, el navarro Rogelio Oficialdegui. Ambos tomaron este vuelo para participar en una reunión del secretariado del comité europeo de esta compañía en Alemania. Dos trabajadores de la empresa Itram Higiene de Vic, otros empleados de la sede de Kao Corporation en Barcelona, y el director general de la planta que la empresa alemana Gerresheimer tiene en Épila (Zaragoza), Eduardo Ruiz Calatayud, corrieron la misma fatídica suerte.

Representantes del sector textil también tenían ocuparon asientos en el vuelo 4U9525. Dos jóvenes empleados de Desigual embarcaron con el cometido de encontrar nuevas ubicaciones para futuras tiendas de la marca en Alemania. La firma de moda asegura estar "en estado de shock", no da crédito a lo sucedido y en recuerdo de los fallecidos ha puesto de color negro su logotipo en internet y ha colocado un crespón en sus perfiles en Facebook y Twitter. Un exempleado de Inditex y actual directivo de Esprit, Josep Sabaté Casellas, se encontraba en el avión siniestrado. El empresario mantenía su residencia en A Coruña, donde viven su mujer y sus tres hijos, y esperaba al cuarto. Al menos un trabajador de Bayer y la esposa de otro empleado de la multinacional química viajaban también en el avión de Germanwings.

placeholder Josep Sabaté Casellas

Otra de las víctimas que viajaba en el A-320 era la mujer del jefe de Gabinete de Oriol Junqueras. Según fuentes de ERC, la esposa de Lluís Juncà, natural de Olot como otras dos víctimas, viajaba a Alemania por motivos profesionales. El partido ha expresado "su inmensa tristeza" por la tragedia ocurrida, así como que entre los pasajeros "figurara una persona tan querida por la militancia" de la formación.

Una estudiante de sexto de primaria de la escuela concertada Santa Isabel, junto con su madre y su abuela, volaban en ese Airbus A-320 hacia Alemania. También se confirma la presencia de una joven natural de Jaca (Huesca) y su bebé de siete meses. Otra mujer procedente de Meliana (Valencia), que actualmente residía en Barcelona y era profesora, ha fallecido en el avión al que se subió para visitar a sus hijos, quienes disfrutaban de su beca Erasmus en la ciudad germana. Una vecina de la localidad de Torrent, cuya identidad no ha sido facilitada, es la segunda víctima valenciana del accidente.

También se confirmó la presencia de una mujer de Jaca de 37 años y su bebé de 7 meses, con el que se había desplazado a su tierra natal para asistir a un funeral y ahora volvía a su residencia alemana después de que su padre acompañara a hija y nieto hasta el aeropuerto barcelonés. La localidad se encuentra “consternada” ante la tristísima noticia.

Detrás de cada vida hay una historia. Una mujer de 37 años procedente de Jaca y su bebé iban en el avión. También una profesora cuyos hijos están de Erasmus

En el pasaje del vuelo 4U9525 se encontraban dos camioneros de las localidades murcianas de Águilas y Lorca. Según el alcalde de este último municipio, Francisco Jódar, los dos hombres iban a trasladarse a Düsseldorf para recoger un camión que luego trasladarían a España por carretera. Por otra parte, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que entre los fallecidos también se encuentran tres vecinos de la localidad.

A partir de hoy, el Gobierno ha anunciado el decreto de tres días de luto oficial. Sáenz de Santamaría ha querido enfatizar que lo más importante es identificar a todas las víctimas y garantizar la asistencia médica y psicológica necesaria a los familiares de los fallecidos. Los Alpes franceses se convirtieron este martes en el escenario más triste que se recuerda.

150 vidas truncadas en el Airbus A320 con destino a Düsseldorf que partió el martes por la mañana desde el aeropuerto de El Prat. Entre ellas, 51 españoles según ha confirmado el Gobierno español. Urgencias personales, motivos profesionales, casualidades, intercambios escolares… Detrás de cada persona hay una historia que contar. Desde entonces, el aeródromo barcelonés se ha ido llenando de familiares que buscan identificar a las víctimas, incapaces de encontrar consuelo y controlar la angustia.

Soraya Sáenz de Santamaría
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