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"Estamos en un estado de descomposición": el PSOE reacciona a la 'traición' de Zapatero
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DIVISIÓN EN PODEMOS TRAS LA CITA CON ZP Y BONO

"Estamos en un estado de descomposición": el PSOE reacciona a la 'traición' de Zapatero

 Con la “casta” sin luz ni taquígrafos“Zapatero, a pesar de no ser un líder carismático, de sus dificultades para hablar otros idiomas y de haber mantenido

Foto: El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso del pasado martes (EFE)
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso del pasado martes (EFE)

Pedro Sánchez ha perdido el control del Partido Socialista. La filtración, a primera hora de la mañana de ayer, y la posterior confirmación por el propio José Luis Rodríguez Zapatero del almuerzo confidencial que mantuvieron con Pablo Iglesias e Iñigo Errejón en la casa de José Bono es la puntilla que faltaba por llegar para el cuestionadísimo liderazgo interno de Sánchez sobre sus propias filas. Ni conocía la celebración de este curioso encuentro ni nadie de los aludidos le comunicó a posteriori los resultados de este misterioso cónclave, lo que evidencia, una vez más, que Sánchez pierde apoyos de forma acelerada entre los mismos que hace sólo medio año le ayudaron de forma abrumadora a ganar las primarias frente a Eduardo Madina.

“Es lo que le faltaba al pobre Pedro”, explican fuentes del PSOE que consideran insólita la situación que se está viviendo entre quienes ganaron el último Congreso del PSOE y que se han desmarcado de Sánchez en un tiempo récord. “La comida con Pablo Iglesias ha acabado por inquietar a la gente porque demuestra que el secretario general no controla nada, que no le conceden autoridad”, añaden. “La gente que apoyó a Pedro se está distanciando de él y quieren que se sepa”. Una operación que parece orquestada y que, en efecto dominó, arranca en Andalucía, con Susana Díaz a la cabeza del motín, y continúa después por las federaciones de Madrid y Valencia para acabar con el propio Zapatero y Bono, que remaron a su favor en julio. “El problema es que cuando pones la operación en marcha no controlas el impacto”.

Este paulatino proceso de pérdida de apoyos no es nuevo. Sánchez ya quedó claramente en entredicho hace dos semanas, en su primera reunión de trabajo con sus grupos parlamentarios, en la que fueron más sonoras las faltas de apoyo al secretario general que las tímidas intervenciones de algunas voces como la de Manuel Chaves u Odón Elorza en su defensa frente a las maniobras que buscan desestabilizarle.

“Para el PSOE esto es un desastre, se lo van a llevar por delante”, admiten fuentes que ocuparon puestos de responsabilidad en la anterior Ejecutiva de Rubalcaba y que asisten ahora perplejas a los ‘machetazos’ que se están perpetrando contra Sánchez. “Estamos en un estado de descomposición acelerado”, añaden. Sánchez, por su parte, tampoco ha ayudado a mitigar el nerviosismo que sus actuaciones han generado entre sus detractores. La comunicación con Susana Díaz es inexistente y, por el camino, “ha ido pisando muchos callos” con sus posturas en asuntos como la reforma del artículo 135 de la Constitución, que le ha enfrentado a los seguidores de Zapatero o la gestión del caso Virgilio Zapatero y las ‘tarjetas black, que ha escocido en la vieja guardia del partido.

Vídeo: ZP confirma que se reunió con Iglesias a espaldas de Sánchez

Con la “casta” sin luz ni taquígrafos

Zapatero, a pesar de no ser un líder carismático, de sus dificultades para hablar otros idiomas y de haber mantenido las líneas generales de la política económica del anterior Gobierno, "se ha convertido en un referente progresista mundial y en el representante de una forma de hacer política en Europa alternativa a los Estados Unidos. Ello responde, en gran medida, a que su éxito electoral es producto, en parte, del impacto político de nuevas formas de movilización antisistémicas". La cita pertenece a la tesis doctoral sobre el movimiento antiglobalización del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, concretamente del capítulo sobre las movilizaciones del 13-M. El pasado mes de diciembre, unos días antes de la reunión, el propio Iglesias se adjudicaba la teoría del famoso 'Pásalo!', el SMS en el que se convocaban las concentraciones enfrente de las sedes del PP tras los atentados de Al Qaeda.

Más allá del acercamiento a la “casta”, aupada a las instituciones por aquellas "nuevas formas de movilización", las críticas internas en Podemos se centran en la falta de transparencia. La promesa de no dar “ni un solo paso sin luz ni taquígrafos” choca con el silenciado encuentro, que según el secretario general sí habría sido comunicado a los miembros de su ejecutiva. En su defensa, desde la dirección de Podemos alegan que se trató de una “reunión informal”, sin la intención, añaden, de negociar pactos de despacho o cualquier tipo de acercamiento a espaldas de las bases. Sin embargo, parte de la militancia lleva semanas criticando en los foros digitales de la formación el hecho de tener que enterarse por la prensa de las decisiones y agendas de sus líderes.

El candidato alternativo a la secretaría general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Miguel Urbán, también le ha restado importancia a la cita, confiando en que no tuviese como objetivo sellar algún tipo de acuerdo político. Eso sí, siempre que esté en conocimiento de los órganos del partido, advierte, a los que le preguntará sobre la cuestión si gana su candidatura en el proceso de elecciones a los cargos autonómicos del partido.

El asunto ha explotado también en las manos del secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, pero entre la cúpula de Podemos el nerviosismo no era menor. Sin previsión de que saltase a los medios, no se había planificado una estrategia conjunta y la respuesta mayoritaria es que no se valoraría el asunto, además de que Iglesias y Errejón tampoco podrían hablar con la prensa al encontrarse fuera de España, por lo que mejor sería preguntarle al PSOE. Balones fuera.

Pedro Sánchez ha perdido el control del Partido Socialista. La filtración, a primera hora de la mañana de ayer, y la posterior confirmación por el propio José Luis Rodríguez Zapatero del almuerzo confidencial que mantuvieron con Pablo Iglesias e Iñigo Errejón en la casa de José Bono es la puntilla que faltaba por llegar para el cuestionadísimo liderazgo interno de Sánchez sobre sus propias filas. Ni conocía la celebración de este curioso encuentro ni nadie de los aludidos le comunicó a posteriori los resultados de este misterioso cónclave, lo que evidencia, una vez más, que Sánchez pierde apoyos de forma acelerada entre los mismos que hace sólo medio año le ayudaron de forma abrumadora a ganar las primarias frente a Eduardo Madina.

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