La ausencia de Aguirre en la Puerta del Sol y la aparición de un nuevo pequeño Nicolás

Ignacio González aprovechó el día de la Constitución, que se celebró ayer en la sede de la Puerta del Sol, para entrar en el debate de la reforma de la Carta Magna. Pero eso sólo fue una parte del encuentro oficial. Hubo otras anécdotas 'de andar por casa' y otras propias de las bambalinas del Partido Popular que gobierna en la región.

Así, se echó de menos en la que fue su casa hasta septiembre de 2012 a Esperanza Aguirre, otro nombre que figura en todas las quinielas para la candidatura de Madrid, la figura que menos gusta al presidente del Gobierno pero que no descarta porque siempre ha estado respaldada en las urnas. A Rajoy no le importaría prescindir de ella, pero puede necesitarla si, en el peor de los escenarios, las encuestas indican que con otro candidato el PP perdería Madrid.

El núcleo duro del presidente del Gobierno duda de que Rajoy llame a Aguirre para que sea cabeza de cartel en la capital. Sin embargo, todavía quedan populares -no tan influyentes- que creen que ganar Madrid es prioritario para mantener el Gobierno en las generales, que se celebrarán justamente después de las municipales y autonómicas de 2015. La presidenta del Partido Popular de Madrid también faltó a la cita el año pasado, y sus más cercanos la justificaron con un viaje de trabajo. Ayer no se perdieron con rodeos: estaba de puente.

Por los ‘mentideros de la villa’, llena a reventar de políticos madrileños de todos los colores, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y representantes de la sociedad civil, se miraba todo el rato hacia la puerta de entrada por si aparecía la estrella del año: el ‘pequeño Nicolás’ que precisamente se fotografió con Aguirre en esa misma sala en alguna fiesta parecida. Finalmente no asistió, como parecía lógico, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, pero tuvo quien le hizo sombra.

Un varón de unos veinte años más que el ‘pequeño Nicolás’ se fotografió con gran parte de los asistentes al evento. Por la cámara de su teléfono móvil pasó el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo; Ignacio González, consejeros de la Comunidad de Madrid y miembros del Ayuntamiento de la capital, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y hasta varios representantes guineanos que estaban invitados a la cita. Tampoco se le escapó el empresario Arturo Fernández, que se tomó a risa la fotografía que esta semana se ha publicado de él descansando en el chalet de El Viso donde el presunto impostor montó su centro de operaciones.

Leguina y Gallardón, juntos

En la Puerta del Sol también estuvo el ya exconsejero de Sanidad, Javier Fernández, a quien el presidente González ha obligado a dimitir tras las últimas acusaciones que propinó hacia Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada de ébola que consiguió sobrevivir al virus. Cerca de Rodríguez se ubicaba su antecesor, Javier Lasquetty, que se fue tan pronto como pudo. Juntos aparecieron por la puerta de entrada dos expresidentes, Joaquín Leguina (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón, ahora compañeros en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid.

Al que se le recibió como a una auténtica estrella fue al líder de la oposición, Tomás Gómez, acorralado por la sombra de la corrupción y a quien muchos de los presentes vaticinan un futuro nada halagüeño. De hecho, hubo quien se atrevió a hacer una apuesta sobre si el año que viene estaría en la recepción o no, dando por hecho que la UDEF le acusará de un delito de prevaricación y malversación de fondos públicos al autorizar un incremento de la dotación presupuestaria para la construcción del tranvía de Parla.