"El problema de IU es confundir la pluralidad interna con la lucha por el poder"
Julián Sánchez y Eulalia Vaquero representan el espacio intermedio entre las dos corrientes enfrentadas en las primarias abiertas de IU-CM
Julián Sánchez y Lali Vaquero promueven en las primarias madrileñas de Izquierda Unida una candidatura de consenso desde Espacio Plural, que se mueve entre el fuego cruzado de las otras dos opciones en disputa: los críticos de Frente Amplio, encabezados por el tándem Tania Sánchez (candidata a la comunidad) y Mauricio Valiente (ayuntamiento), y los oficialistas de Somos IU que representan José Antonio Moreno (comunidad) y Raquel López (ayuntamiento). Con una voluntad integradora, su principal objetivo pasa por garantizar la pluralidad interna, pero desproveyéndola de la beligerancia actual, sobre la que planea la amenaza de escisión. Un reto para el que plantean la convocatoria de una asamblea extraordinaria, “de reencuentro entre todas las partes”, después del proceso de primarias.
A pesar de la dificultad de partida que supone la desigual presencia mediática de las ternas en liza, o de las reglas de juego establecidas para las primarias, en las que se abre la puerta a la participación de simpatizantes, tanto Sánchez como Vaquero han decido “tirarse a la piscina”. Ambos dicen verse con la responsabilidad de representar y agrandar el espacio de los que no se posicionan ni con la vieja guardia ni con los “niños”, las nuevas generaciones de tendencia más quincemayista que encabeza el diputado Alberto Garzón. Julián Sánchez (Ciudad Real, 1962) es miembro del consejo político federal de IU y se presenta como candidato para la Comunidad de Madrid. Eulalia Vaquero (Madrid, 1956) es diputada en la asamblea regional y se presenta para el ayuntamiento de la capital.
Pregunta: ¿A cuál de las dos corrientes enfrentadas en IU-CM se sienten más cercanos?
Julián Sánchez: Estamos en un punto de equilibrio entre ambas. Bebemos de diferentes fuentes y creemos que el mestizaje es positivo. En este sentido, estamos en el medio de quienes tratan de colocar la organización detrás de los nuevos movimientos sociales y de quienes tienen complicaciones para entender esta postura.
Lali Vaquero: Nosotros jugamos el papel de la centralidad en IU, que es muy plural y de ahí su riqueza. Tratamos de mantener el equilibrio entre ambas corrientes, lo que no significa una equidistancia con ellas. Nuestra apuesta es fundamental para mantener la centralidad en el proyecto de IU, por lo que no tenemos ningún recelo con los nuevos movimientos sociales que participan de la vida política madrileña, algo que hemos demandado constantemente. Al mismo tiempo, tampoco desechamos las estructuras más tradicionales del movimiento asociativo porque han aportado mucho. En definitiva, queremos conjugar las dos opciones y por eso es importante nuestra contribución mediante formas de organización y gestión que permitan entender lo nuevo sin excluir a quienes han formado parte de la organización hasta ahora.
P: Las primarias están visibilizando una lucha interna en IU que quizá perjudique su imagen. ¿Creen que su partido saldrá reforzado de este proceso? ¿Su candidatura persigue que se relajen las posturas contrapuestas?
JS: El problema surge cuando se confunde la pluralidad interna con disputar el poder. Las diferencias entre unos y otros no son tan profundas, y es por eso que nosotros estamos aquí. Por un lado pretendemos enriquecer el debate y por otro no atacar al resto de candidaturas en clave interna, sino contrastar las posturas en el marco de un proceso de primarias. Si finalmente prevalece esta dinámica, entonces sí saldremos reforzados del proceso. Sin embargo todo esto entronca con el tipo de democracia interna que queremos. Desde mi punto de vista, la democracia plebiscitaria, en la que el liderazgo lo ejerce un ser providencial que nos lleva al resto hacia un futuro prominente, es empobrecedora. En tal caso, y como dicen algunos, la pluralidad será menos eficaz en términos electorales, pero más positiva para el conjunto de la sociedad.
LV: Nuestra responsabilidad en este proceso es que IU salga fortalecida y que participe en los debates el mayor número de gente posible para que se traduzcan en una transformación de la sociedad, que nuestro objetivo último. Para nosotros lo interesante es que se debaten diferentes modelos de gestión y de organización y se evite caer en debates personalistas que nada ayudarían al partido.
P: La polarización de debate ha hecho que se etiquete como un enfrentamiento entre ‘nueva política’ frente a ‘vieja política’ o, lo que parece ser lo mismo, entre jóvenes y mayores. ¿Están de acuerdo con estas etiquetas?
EV: Ese discurso es falso y estéril. Hay gente mayor que nunca ha ocupado ningún cargo, mientras que otros más jóvenes llevan toda su vida ocupando cargos. En realidad lo nuevo y lo viejo no se diferencian tanto porque puede haber gente mayor con una idea de gestión muy innovadora y otros más jóvenes pero reproducen las formas viejas que han aprendido. Todo esto hay que desenmascararlo y no hace falta estar repitiendo que queremos confluir con las organizaciones sociales, sino definirse políticamente con el ejemplo más que con la palabra.
P: ¿La división en dos atendiendo a elementos generacionales o ideológicos podría ir en contra de la promoción interna de militantes en base a sus capacidades?
JS: El problema de la selección adversa en los partidos no es fácil de resolver, tampoco en IU. En los procesos de selección debe valorarse la capacidad personal, el compromiso y la defensa de lo público, cuestiones que tienen que ver con la cultura general de la organización. Para ello, tenemos que fijarnos más en la relación entre la gestión pública de las instituciones, cómo se accede a ellas, y los procesos internos de selección en los partidos. Creo que hay que reforzar a los profesionales de la gestión, pero estableciendo mecanismos más rigurosos de redición de cuentas y de participación ciudadana. Yo abogo por evitar que la representación institucional esté patrimonializada por profesionales de la política, que los hay muy jóvenes, y sin trayectoria social es complicado que no se den disfunciones.
P: ¿Quiere esto decir que le parece prematuro que encabece la candidatura a las generales un joven de 29 años como Alberto Garzón?
JS: “Garzón es una persona que ha demostrado una capacidad de trabajo muy grande, una fantástica conexión con la juventud y, además, ha sido capaz de tener una presencia parlamentaria muy importante. Sus cualidades son muchas, pero probablemente uno de sus problemas sea la ausencia de trayectoria y recorrido político. Sin embargo, se trata de una debilidad que podría salvar priorizando sobre ella el resto de sus cualidades. Creo que es un buen candidato pero debería comprometerse a cumplir con un principio de limitación de mandato.
P: ¿El formato de primarias abiertas, les beneficiaría al permitir la participación de simpatizantes que no se identifican con ninguna corriente?
LV: En condiciones normales, sin influencias externas, nuestro espacio es el más cómodo para la pluralidad e, incluso, las relaciones personales. Sin embargo, no existen condiciones normales porque el poder mediático hace que la balanza se incline del lado de ciertos candidatos. Las primarias tienen muchas ventajas pero también sus riesgos, a pesar de los cuales nosotros apostamos por ellas.
P: Uno de esos condicionantes externos puede ser la participación de militantes de otras fuerzas, como Podemos o Ganemos, que pretendan aupar a candidatos más cercanos a ellos.
JS: Evidentemente esa posibilidad puede sesgar el proceso, pero ya lo sabemos de antemano y aún así hemos decidido tirarnos a la piscina. Nuestro planteamiento se basa en la inclusión porque entendemos que las diferentes posiciones deben estar representadas orgánicamente. Por eso el objetivo es crear un cauce de diálogo entre las dos partes, no sólo en Madrid sino también entre la ejecutiva regional y la federal.
P: Apuestan por una mayor relación con los movimientos sociales, ¿pero cómo se canaliza esa conexión y, respecto a Ganemos Madrid, cuáles son las líneas rojas para confluir?
EV: Ganemos Madrid es un espacio muy interesante, sobre todo porque hay personas que antes no participaban en partidos políticos y ahora han decidido hacerlo y con un diseño del que ellos mismos se han dotado. Sus principios son compartidos con los de IU, que ha contribuido a la generación de ese espacio con mucho interés. El único problema es que para conformar o ayudar a Ganemos Madrid no se tenían claras las cosas en un principio como organización. Un fallo inicial que ya hemos corregido, pero que pudo haber acarreado ciertas confusiones y falta de claridad. Respecto a las líneas rojas para confluir son las marcadas por una resolución federal, que indica que apostamos por confluir bajo el formato de coalición y no con el de agrupación de electores.
JS: Coincidimos con el planteamiento de Guanyem, que es el que hemos acordado también en IU. Siempre hemos defendido la elaboración colectiva del programa y la relación directa con la sociedad. Por eso creo que tenemos mucho patrimonio que aportar a Ganemos Madrid, pero hay que discutir la fórmula jurídica bajo la que presentarse porque no sería de recibo perder la identidad de nuestras siglas. Por otra parte, también defendemos que es muy importante incorporar el movimiento sindical a esta candidatura porque no sólo se trata de ganar y luego ya veremos, sino de saber de antemano para qué se quiere ganar.
LV: Necesitamos una fuerza política de izquierdas, que no esconda esta identidad como confusamente hacen otras fuerzas políticas emergentes. El capitalismo no ha abandonado su batalla, y ni mucho menos ha sido derrotado, por lo que veo inconveniente perder la identidad de una fuerza netamente de izquierdas.
P: ¿Concretando, cuáles serían las primeras medidas de ‘izquierda real’ que pondrían sobre la mesa, teniendo en cuenta la rémora del endeudamiento municipal?
LV: El mejor instrumento es el presupuesto, que se debe orientar a medidas que garanticen los derechos de las personas. En Madrid, una de cada cuatro familias son pobres, hay que mirar a esta realidad e implementar medidas para rescatar a estas personas. Para ello, una de las primeras medidas pasaría por la remunicipalización y el fomento de los servicios, que además permitiría recuperar unas condiciones dignas para los trabajadores.
JS: Las políticas de austeridad y los escenarios de consolidación presupuestaria constitucionalizados en el artículo 135 son claras restricciones a los presupuestos, pero aún así hay margen como se demuestra en el proyecto de ley de garantía de los derechos vitales básicos que presentamos en la asamblea regional. No hay que sacralizar tanto el déficit y el endeudamiento, pues pueden flexibilizarse para priorizar el rescate ciudadano y combatirse con políticas fiscales progresivas. Es complejo, pero a través de políticas de gasto, asociadas a políticas públicas de estado social clásico, que potencien los servicios de atención personal, se dinamiza la economía.
P: ¿La investigación interna de las tarjetas black se ha cerrado en falso? ¿Creen que debería haber más dimisiones en IU-CM como pidió la ejecutiva federal?
JS: Nosotros hemos pedido que la comisión de investigación fuese absolutamente transparente para que se conozcan todos los detalles y colabore con la federal. A partir de ahí, si hay responsabilidades genéricas, desde luego que no se pueden descargar sobre una única persona. Creemos que es claramente insuficiente, tienen que haber más transparencia, disposición para tomar medidas y evitar que esta cuestión se convierta en un enfrentamiento interno. Por todo ello pedimos que después de las primarias se abra un proceso de reencuentro a través de una asamblea extraordinaria.
Julián Sánchez y Lali Vaquero promueven en las primarias madrileñas de Izquierda Unida una candidatura de consenso desde Espacio Plural, que se mueve entre el fuego cruzado de las otras dos opciones en disputa: los críticos de Frente Amplio, encabezados por el tándem Tania Sánchez (candidata a la comunidad) y Mauricio Valiente (ayuntamiento), y los oficialistas de Somos IU que representan José Antonio Moreno (comunidad) y Raquel López (ayuntamiento). Con una voluntad integradora, su principal objetivo pasa por garantizar la pluralidad interna, pero desproveyéndola de la beligerancia actual, sobre la que planea la amenaza de escisión. Un reto para el que plantean la convocatoria de una asamblea extraordinaria, “de reencuentro entre todas las partes”, después del proceso de primarias.