Los críticos a Tomás Gómez buscan otro candidato para que el PSOE 'asalte' Madrid

La victoria de Pedro Sánchez como nuevo secretario general del PSOE tranquilizó, al menos aparentemente, al líder del PSM, Tomás Gómez, uno de los pocos secretarios regionales que estuvo en Ferraz la noche en la que se desveló el nombre del sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba. Y no es para menos, ya que en manos del nuevo secretario general está el nombre de los futuros candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid. Tras la debacle electoral en las elecciones europeas, en las que el partido perdió 400.000 votos en la región, los críticos al exalcalde de Parla ya están moviendo fichas para obligar a que el candidato autonómico se elija en primarias.

Nadie olvida, detractores y fieles, las palabras de Sánchez hace unos días: “Tomás, tú serás el próximo presidente de la Comunidad de Madrid”, dando por hecho que será el candidato a las elecciones de 2015. Gómez respiró aliviado, aunque sin pronunciarse públicamente, y sus rivales internos levantaron los teléfonos para recordar los resultados de este domingo. En Madrid hay 15.000 militantes socialistas, por lo que es una federación con gran peso a nivel nacional. Pedro Sánchez obtuvo 4.359 votos, apenas 400 más que los 3.973 que consiguió Madina. “Tomás no es un líder en Madrid ni hizo una campaña por Sánchez como hizo Susana Díaz en Andalucía, así que Sánchez no le debe nada a Gómez para mantenerlo ahí”, reconocen los críticos, que echan más leña al fuego: Pedro Sánchez formó parte de la Ejecutiva de Gómez cuando era concejal en el ayuntamiento y, “por sus más y sus menos”, terminó saliendo de ella.

El esquema del exalcalde de Parla saltó por los aires el mismo día que se supo que Díaz se apartaba de esa lucha. Gómez no tuvo nunca el mismo feeling con ninguno de los aspirantes a suceder a Rubalcaba como con la andaluza, por lo que sabía que cualquier candidatura que pudiera triunfar podía poner en peligro su nombre de cara a las elecciones de 2015. “Desde que Susana no está en esta lucha, está metido en su madriguera, desesperado, y no se encuentra”, aseguran fuentes internas de su propio partido, que apuestan por que la figura del líder madrileño tiene que cambiar si el PSOE quiere luchar por Madrid.

La debacle electoral del 25-M también contribuye a alimentar la teoría de la necesidad de abrir un proceso de primarias en Madrid. “Si hay otro candidato, será obligatorio hacerlo”, añaden. Los tiempos se acelerarán en otoño, cuando Sánchez diseñe su Ejecutiva, se pidan encuestas y se valore el peso real de Gómez en el PSM. “Hay un dato objetivo: que el partido ha perdido 400.000 votos en estas elecciones estando en la oposición. Es un auténtico fracaso. Pedro ha dicho que viene para ganar, y habrá que empezar por Madrid”, añaden.

Vídeo: Pedro Sánchez recibe a Tomás Gómez y García-Page

Las quinielas todavía no se empezarán a hacer hasta que Sánchez confeccione su Ejecutiva, pero suena con fuerza el nombre de José Cepeda, jefe de campaña de Pedro Sánchez. En su día fue uno de los apoyos de Gómez aunque, en la actualidad, está muy alejado del líder de los socialistas madrileños. De hecho, no ocupa ningún cargo de responsabilidad en el grupo parlamentario de Gómez en la Asamblea. Ayer, llegó tarde al Pleno semanal en la Cámara regional y fue recibido con una gran ovación por sus compañeros, un detalle que no pasó desapercibido para nadie.

Lissavetzky tampoco despierta interés

Las pocas veces que Tomás Gómez ha interpretado el desastre en las europeas, se ha limitado a culpar a Rubalcaba y no ha asumido ninguna responsabilidad. Ni siquiera cuando su homólogo extremeño, Guillermo Fernández Vara, arropado por los buenos resultados cosechados en su región, animó a los secretarios regionales que se quedaron por debajo del 23% de los votos a que pusieran sus cargos a disposición de sus federaciones, una petición que “ha puesto de los nervios a Gómez”.

Desde aquel fatídico 25 de mayo, se pueden contar con los dedos de una mano las apariciones públicas del líder socialista en la Comunidad. Acude semanalmente al Pleno de la Asamblea de Madrid, pero evita la comparecencia ante los medios de comunicación y actos oficiales de partido. En Madrid capital, tampoco se sabe qué pasará con Jaime Lissavetzky, el líder de la oposición que ya se ha mostrado a favor de presentar su candidatura pero que ya no cuenta con su padrino político, Rubalcaba. El socialista tampoco acaba de despertar la ilusión entre los madrileños, y son muchos los que vaticinan que, con las encuestas en la mano, el nuevo secretario general “hará una limpia” en la capital con un objetivo: reconquistar Madrid. Todo, previsiblemente, antes de que finalice este año.

El plan B para sustituir a Lissavetzky podría ser otro diputado regional, Antonio Carmona, que de momento no reconoce públicamente que quiera disputar el cargo al actual contrincante de Ana Botella. Sin embargo, muchos compañeros están extrañados de que protagonice actos de campaña cuando ha habido un pacto no escrito de que nadie se mueva todavía. Un último detalle: Carmona acompañaba a Gómez la noche en que Sánchez conquistó Ferraz.