El PP testará la candidatura para Madrid de Sáenz de Santamaría con un megasondeo
Rajoy preguntará a 6.000 individuos de la Comunidad quién es su candidato popular favorito en otoño para decidir los definitivos. Estará Sáenz de Santamaría
Mariano Rajoy no quiere dejar ningún resquicio a la improvisación. El que evita la ocasión evita el peligro y, sobre todo, la confusión a la que conducen las presiones interesadas. Por eso, el Partido Popular ha decidido apelar a la ciencia estadística y decidir sus candidatos a las próximas elecciones municipales y autonómicas de Madrid con una macroencuesta insólita hasta la fecha en las grandes citas políticas en España. El objetivo es testar las posibilidades de "cinco o seis" candidatos populares para encabezar los comicios de 2015. Entre las nominaciones para ser el cabeza de lista que lucharía por la presidencia de la Comunidad o la alcaldía de Madrid destaca un nombre: Soraya Sáenz de Santamaría, actual vicepresidenta del Gobierno.
La muestra preelectoral alcanzará a un total de 6.000 individuos exclusivamente en la circunscripción de la Comunidad Autónoma de Madrid, lo que supone un extraordinario esfuerzo que no resiste comparación alguna con los grandes estudios de opinión en nuestro país. Baste señalar que las encuestas regulares del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) suelen tener una muestra de 2.500 personas en ámbito nacional. La del PP para elegir sus cabezas de lista por Madrid batirá todos los récords y facilitará una toma de decisión objetiva e intentará reducir al mínimo el margen de error. Todas las encuestas vaticinan que, con Ana Botella e Ignacio González al frente de las candidaturas populares, el partido podría perder Madrid tras más de veinte años ininterrumpidos gobernando, un mal augurio que Rajoy no está dispuesto a que se cumpla.
El sondeo se efectuará a la vuelta del verano, en un plazo aproximado de tres o cuatro semanas a partir de septiembre, de manera que la elección pueda ser efectiva a principios de otoño y se tenga el tiempo suficiente para proyectar y aquilatar la imagen del futuro candidato. Las elecciones locales y autonómicas tendrán lugar, previsiblemente, el cuarto domingo de mayo de 2015, por lo que el PP dispondrá de seis meses para trabajar en la difusión de las percepciones adecuadas evitando digresiones como las que han enturbiado la campaña de Miguel Arias Cañete en las recientes elecciones al Parlamento Europeo.
Uno de los aspectos básicos que figura sobre la mesa del propio presidente del Gobierno reside en la financiación de la macroencuesta, cuyo importe se estima en varias decenas de miles de euros que podrían ser canalizados mediante aportaciones de las grandes compañías arraigadas en la región. La ‘colecta’ sería gestionada a través de alguna organización institucional, como podría ser la propia CEIM y la Cámara de Comercio de Madrid, pero estos extremos están todavía por resolver ya que Rajoy no está dispuesto a pillarse los dedos, por lo que ha dado instrucciones para que cualquier dotación de fondos se efectúe con las máximas garantías jurídicas y dentro de las obligaciones que exige la nueva ley de transparencia aprobada por el Gobierno.
Aguirre, la gran incógnita
Si la decisión de sondear la figura de la vicepresidenta está segura, el resto de nombres se decidirán en las próximas semanas. Según las encuestas que manejaba el PP para la alcaldía de Madrid hace meses, la única dirigente capaz de obtener entonces la mayoría absoluta en la capital era Esperanza Aguirre (29 escaños), pero desde Génova descartan esta candidatura por los desencuentros que la lideresa ha tenido con el propio Rajoy, de quien todos dicen que sería la última persona que colocaría al frente del Palacio de Cibeles. Otro de los nombres que el propio Mariano trasladó a su entorno más cercano durante las consultas que ha mantenido para sondear el clima electoral madrileño es Manuel Pizarro, amigo personal de Rajoy, muy querido en todos los núcleos del PP de Madrid y con un reconocido prestigio en finanzas y economía.
La gran incógnita es saber qué quiere hacer Ana Botella: si estaría dispuesta a medir su fuerza en las urnas. La sucesora de Alberto Ruiz-Gallardón es una de las políticas populares peor valoradas en Madrid, pero cuenta con el indiscutible apoyo de su esposo, José María Aznar, y todo lo que él representa aún en el partido. La última decisión la tomará Rajoy, que deberá valorar si deja a Botella como cabeza de cartel con el riesgo de perder la plaza madrileña o decide enfrentarse al ‘aznarismo’ para intentar luchar por la mayoría absoluta del PP en Madrid.
Tampoco está nada claro que repita Ignacio González, a pesar de ser el único que ha dicho públicamente que quiere revalidar su cargo. El lunes, una hora y media antes de que Rajoy anunciase la abdicación del Rey, el presidente de la Comunidad recibió el respaldo de la mismísima Sáenz de Santamaría, que aplaudió las medidas tomadas por el sucesor de Esperanza Aguirre en este año y medio que lleva como máximo mandatario de la Comunidad y le animó a seguir. El presidente también guarda otro nombre bajo la manga: Cristina Cifuentes. Si las encuestas de otoño arropan la candidatura de la delegada del Gobierno, que nadie descarte que Rajoy la utilice, o bien para la Comunidad o bien para el ayuntamiento.
Mariano Rajoy no quiere dejar ningún resquicio a la improvisación. El que evita la ocasión evita el peligro y, sobre todo, la confusión a la que conducen las presiones interesadas. Por eso, el Partido Popular ha decidido apelar a la ciencia estadística y decidir sus candidatos a las próximas elecciones municipales y autonómicas de Madrid con una macroencuesta insólita hasta la fecha en las grandes citas políticas en España. El objetivo es testar las posibilidades de "cinco o seis" candidatos populares para encabezar los comicios de 2015. Entre las nominaciones para ser el cabeza de lista que lucharía por la presidencia de la Comunidad o la alcaldía de Madrid destaca un nombre: Soraya Sáenz de Santamaría, actual vicepresidenta del Gobierno.