El PP espera a ver si Aguirre es capaz de darle la vuelta al error de su huida

“Sólo ella es capaz de darle la vuelta a semejante error, que es en lo que está, pero falta por ver si es la Esperanza de antes. En la Gran Vía no lo fue”. A falta de candidato europeo, los dirigentes del PP dan vueltas sobre esa frase al futuro político de la presidenta del partido en Madrid, que no lo tendría (dicen) si se confirma el contenido del atestado de la Policía Municipal y ella se aplicara el grado de exigencia de responsabilidades que reclama para los demás. La consigna oficial es el silencio a la espera de los trámites judiciales, pero en el 'aparato' de Génova afilan los argumentos y los precedentes de la falta de solidaridad interna en casos semejantes.

En la reunión de la intermunicipal que el PP celebra en Valencia, además de mítines preelectorales ante los comicios europeos y discursos de reconciliación por las heridas que ha dejado la reforma local en los alcaldes populares, sobre todo se habla de Esperanza Aguirre. Único núcleo de oposición interna a la dirección del partido y al 'marianismo' desde 2008, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha desconcertado a toda la organización con su error, “tocata y fuga de Esperanza en la Gran Vía”, como repiten con ironía.

Por una vez, Gobierno y partido en todos sus sectores han coordinado la respuesta a un problema que también es interno, por si tienen que recurrir a Aguirre en caso de que pudiera garantizar la mayoría absoluta en Madrid

Por una vez, Gobierno y partido en todos sus sectores han coordinado la respuesta a un problema que también es interno, por si tienen que recurrir a Aguirre en caso de que garantizara la mayoría absoluta en Madrid en las municipales de mayo de 2015. La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, y la alcaldesa, Ana Botella, repitieron los mismos principios: “La ley es igual para todos” y hay que presumir la veracidad de la versión de los hechos plasmados en el atestado de la Policía Municipal.

Los dirigentes del PP siguen la consigna oficial de no comentar la metedura de pata de 'la lideresa', pero de puertas a dentro no hablan de otra cosa. El desconcierto es absoluto por el comportamiento de Aguirre con los guardias. Apuntan que la presidenta del PP de Madrid, conspiraciones aparte, ha tenido siempre y hasta el pasado jueves una cintura y un instinto político fuera de serie. Unas cualidades, añaden, que en caso de sentirse perseguida o maltratada le hubieran llevado a aprovechar sobre la marcha y en directo el conflicto para dejar en evidencia a esos agentes luego acusados hasta de machistas. “La Esperanza que conocíamos hubiera acabado por dar un mitin”, añadía un veterano de Génova.

Campeona en la brega e influencia sobre los medios

Igual que no entienden que Aguirre reaccionara tan mal al irse y no detenerse después ante las órdenes de los municipales, le reconocen la habilidad demostrada en su posterior campaña de imagen para darle la vuelta al caso. “De desprecio a la autoridad pasa a presentarse como acosada por la autoridad”, admiten admirados ante el peregrinaje de la expresidenta por las emisoras de radio mañana tarde y noche en defensa de su versión de los hechos. Y además está la movilización de influencias en todos los medios de comunicación para evitar que hagan sangre con su caso.

Impresionados están los principales de la sede de Génova con el tratamiento obtenido en la prensa de papel editada en Madrid: “Por mucho menos a cualquiera de nosotros nos habrían exigido la dimisión hasta de la comunidad de vecinos”.

El atestado de la Policía Municipal entra la próxima semana en trámite judicial y la contundencia de su contenido señala, como mínimo, una falta contra el orden público. Son los datos que obligan a la dirección del PP a hacer un paréntesis en cualquier juicio o comentario sobre el futuro político de Esperanza Aguirre mientras ella sigue con su campaña para darle la vuelta al caso, al menos ante la opinión pública, siempre muy favorable en su feudo madrileño. “Ella siempre pide dimisiones en cuanto alguien del partido se mete en algún lío particular, como hizo con Nacho Uriarte”, recuerdan en fuentes del PP ante el caso del diputado que dio positivo en una prueba de alcoholemia.

El episodio de la huida la deja muy descolocada en sus presuntas aspiraciones para encabezar la lista del PP a la alcaldía de Madrid. Pero luego vendrá el juicio de las encuestas

De momento, nadie en el Partido Popular da por terminada la carrera política de Esperanza Aguirre aunque se pregunten qué le pudo pasar para reaccionar tan mal en la Gran Vía. El episodio de la huida le deja muy descolocada en sus presuntas aspiraciones para encabezar la lista del PP a la alcaldía de Madrid y casi fuera de juego si al final resulta condenada por el juez. Pero luego vendrá el juicio de las encuestas.

A pesar de las malas relaciones con Mariano Rajoy y el 'aparato' del partido, en Génova reconocen que si los sondeos garantizaran el próximo año una próxima mayoría absoluta para el PP en la capital de España con la lista encabezada por 'la lideresa', el presidente del Gobierno estaría dispuesto a dar el paso de pedirle su concurso. No hacerlo, digan lo que digan las encuestas, será mucho más fácil después de la tocata y fuga de Esperanza en la Gran Vía.