Aguirre se fuga y deja tiradas en Gran Vía una moto y su candidatura al Ayuntamiento
Estaba en un segundo plano por si el partido la necesitaba para no perder las municipales de 2015. Los 'marianistas' lo tienen claro: "No la llamará".
Esperanza Aguirre tardó pero, al final, lamentó el incidente que protagonizó a las 16:20 horas en la madrileña plaza de Callao, cuando decidió aparcar su vehículo en el carril bus para sacar dinero de un cajero y, a posteriori –"y visiblemente alterada" según el parte de los agentes al que tuvo acceso El País– se dio a la fuga, llevándose por delante la moto de uno de los agentes que le dio el alto. “He tardado sólo un minuto”, se justificaba la presidenta del PP de Madrid tras su traspié al volante. Un minuto que ha debido saber a gloria a Mariano Rajoy, el único que tiene poder para designar al candidato popular para las elecciones municipales y autonómicas y que, desde ayer, varios dirigentes populares creen que “dará por descontada a la propia Aguirre”.
La presidenta del PP de Madrid pronto relató su enfado y acusó a los policías municipales de “inventar” y “exagerar” lo sucedido. Según la versión que la dirigente ofreció a ABC, a partir de la cual inició una ronda por la mayoría de medios en una agresiva campaña de comunicación que contrastaba con el silencio oficial de otras instituciones, un agente le dijo que “si tiene algún problema con nuestro procedimiento, llame usted a Ana Botella”. El ayuntamiento tardó en reaccionar y, presionado por los sindicatos, respaldó el trabajo de los agentes de movilidad, “que realizan siempre su trabajo de forma profesional, según el procedimiento y tratan a todos los ciudadanos por igual, como no puede ser de otra manera”. Eso sí, siempre de fuentes no oficiales porque, en contraste con Aguirre y su entorno, el silencio era la tónica en los medios oficiales de Cibeles.
Según el parte del incidente, una pareja de agentes de movilidad se acercó al vehículo para denunciarlo y su conductora no estaba en ese momento dentro del coche. En ese mismo instante apareció, y el agente de movilidad le requirió la documentación para notificar la denuncia. “Poniéndose la conductora muy nerviosa y bastante alterada, momento en el cual se sube al vehículo y, sin darle la documentación, arranca el mismo y golpea la moto del otro agente, que se encontraba delante del vehículo, tirándola al suelo”.
Nadie entiende por qué huyó
Nadie en el PP entiende por qué la presidenta popular huyó sin que los agentes de movilidad le hubieran permitido irse. Resulta llamativo que ayer ninguno de sus compañeros de partido saliera públicamente a respaldarla. Ni siquiera su delfín, Ignacio González, bastante asiduo en las redes sociales. Aguirre recibió una avalancha de críticas por parte de la ciudadanía, de los sindicatos, de la oposición y, de forma oficiosa, del propio ayuntamiento. “Es un hecho muy grave porque da la impresión de que se cree más que el resto de la humanidad. Nadie puede huir de la autoridad, y menos una persona con tantísimo peso en el partido”, aseguran a este diario alguno de sus compañeros que se enteraron del altercado en el pleno que la Asamblea de Madrid celebra los jueves y que se convirtió en el chascarrillo de la tarde.
“Es una persona que ha sobrevivido a un atentado y a un accidente de helicóptero. ¿Por evitar una foto poniéndote una multa te das a la fuga?”, ironizan. Aguirre visitaba la unidad Bescam de Móstoles con Mariano Rajoy en 2005 cuando el helicóptero se vino abajo desde una altura de diez metros, resultando ilesos todos los ocupantes salvo el presidente del Gobierno, que sufrió la luxación de un dedo y la rotura de otro.
En 2008, la presidenta se vio sorprendida en un tiroteo en el interior del Hotel Oberoy de Bombay, que fue desalojado, y fue evacuada fuera del recinto. La dirigente regional hizo su entrada un día después en la sede del Gobierno regional en medio de una gran expectación. Sin haber dormido apenas, menos arreglada de lo habitual, con la misma ropa que el día anterior, con unos calentadores plateados que había conseguido en el avión, Aguirre no dudó en comentar lo sucedido ante la prensa. “Por eso no entendemos por qué ayer estaba tan nerviosa y decidió saltarse la orden de los agentes”, insisten.
Baile de nombres para suceder a Botella y González
Desde que Ana Botella e Ignacio González han visto cómo sus figuras políticas se erosionaban tras varios escándalos y deslices públicos, el baile de nombres para sucederles ha sido incesante. Mucho se sigue especulando con el desembarco de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, impulsado por una “ausencia de referentes del PP de Madrid, porque ni Botella es Gallardón ni González es Aguirre”.
El presidente de la Comunidad, al contrario que Cifuentes y Botella, no niega que quiere optar al mismo cargo, esta vez en las urnas. Lo dice sin tapujos y se postula de forma abierta y directa. De hecho, ya se habla de que la pareja González-Cifuentes podría convencer a Mariano Rajoy, a quien el sustituto de Esperanza Aguirre no termina de convencer como cabeza de cartel a la presidencia de la Comunidad.
Esperanza Aguirre siempre se ha mantenido en un segundo plano a la espera de que se desarrollen los acontecimientos, si bien en el partido daban por seguro su intento de hacerse con la candidatura a la alcaldía de Madrid. Nada hacía presagiar que aparcar incorrectamente un minuto podía dar al traste con la idea de jubilarse en el Palacio de Cibeles.
Este movimiento político nunca gustó en Génova 13, donde están hartos de los continuos desmarques de la lideresa. Dejar a González en la Comunidad y cambiar a Botella por Aguirre habría sido “conceder demasiado poder en manos del sector más alejado de los 'marianistas', y el presidente no lo habría consentido”, reconocen desde los círculos cercanos al presidente, quien aseguran que la propia Aguirre le quitó ayer “un buen marrón a Rajoy”.
El núcleo duro del presidente siempre dudó de que finalmente la llamara como último cartucho para evitar que el PP pierda Madrid. Pese al incidente, todavía quedaban 'populares' –no tan influyentes– que creían que ganar Madrid es prioritario para mantener el Gobierno en las generales, que se celebrarán justo después de las municipales y autonómicas de 2015, aunque tengan que poner a la díscola Aguirre como cabeza de lista. Pero la "fuga" de Aguirre puede haber supuesto su definitiva tumba política.
Esperanza Aguirre tardó pero, al final, lamentó el incidente que protagonizó a las 16:20 horas en la madrileña plaza de Callao, cuando decidió aparcar su vehículo en el carril bus para sacar dinero de un cajero y, a posteriori –"y visiblemente alterada" según el parte de los agentes al que tuvo acceso El País– se dio a la fuga, llevándose por delante la moto de uno de los agentes que le dio el alto. “He tardado sólo un minuto”, se justificaba la presidenta del PP de Madrid tras su traspié al volante. Un minuto que ha debido saber a gloria a Mariano Rajoy, el único que tiene poder para designar al candidato popular para las elecciones municipales y autonómicas y que, desde ayer, varios dirigentes populares creen que “dará por descontada a la propia Aguirre”.
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