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El abogado Peláez usó a los jefes de la UDEF para ser fichado por los Ruiz-Mateos
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El abogado Peláez usó a los jefes de la UDEF para ser fichado por los Ruiz-Mateos

El abogado Ignacio Peláez logró convencer a los Ruiz Mateos, para hacerse cargo de su defensa, con la estratagema de que disfrutaba de una relación especial con los jefes de la UDEF

Foto: El abogado Ignacio Peláez  atiende a los periodistas en la puerta del Tribunal Supremo. (EFE)
El abogado Ignacio Peláez atiende a los periodistas en la puerta del Tribunal Supremo. (EFE)

El abogado Ignacio Peláez logró convencer a los Ruiz-Mateos para hacerse cargo de su defensa, con la estratagema de que disfrutaba de una relación especial con los jefes de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía. Esa treta, unida a su condición de miembro del Opus Dei, como los miembros de la saga del holding de la abejita, fue determinante para desplazar de la causa al letrado de la familia, Joaquín Yvancos, según se desprende de documentos judiciales a los que ha tenido acceso El Confidencial.

Se trataba de la misma fórmula que, meses después, a comienzos de 2012, repetiría sin éxito con Francisco Correa, el jefe de la Gürtel, y con Luis Bárcenas, el extesorero del PP, cuando ambos permanecían en prisión. El Confidencial publicó que Peláez había planteado, en 2012, a Correa y a Bárcenas la posibilidad de obtener la libertad a cambio de una cantidad millonaria para los jefes policiales de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) que investigaban la trama de corrupción. Tanto Correa como Bárcenas se opusieron a tan "descabellada propuesta", según las palabras del propio extesorero del PP.

Los supuestos vínculos de Peláez con los jefes de la UDEF quedaron reflejados en la agenda de uno de los hijos de Ruiz-Mateos, en la que anotó sus conversaciones con el nuevo letrado familiar. Loa azares de la vida provocaron que esa agenda cayera en manos de los propios agentes de la UDEF cuando, el 25 de enero de 2012, efectuaron un registro en el domicilio de los Ruiz-Mateos en la calle Ciervo de Pozuelo de Alarcón, en las proximidades de Madrid, donde también están ubicadas las oficinas de Nueva Rumasa.

La orden de la intervención policial procedía de Pablo Ruz, el mismo magistrado que investiga la trama Gürtel. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional instruye al mismo tiempo la causa 112/2011 contra los Ruiz-Mateos por el delito de fraude a decenas de ciudadanos que compraron pagarés de Nueva Rumasa por un importe de casi cien millones de euros.

La agenda amarilla de Cacaolat

En la agenda de los Ruiz-Mateos, de color amarillo y con el logo de Cacaolat, una de las firmas del grupo, figuraba, entre las estrategias de la defensa y las fórmulas para evadir impuestos, las supuestas reuniones de Peláez con el comisario-jefe de la UDEF. Así se puede leer en las páginas fotocopiadas de la agenda en los anexos del tomo 79 del sumario.

En la página 4 de la agenda, correspondiente al 20 de junio de 2011, aparece el nombre del jefe de la UDEF, con quien habría entrado en contacto Peláez, según confesó a los hijos de Ruiz-Mateos. Se trataba del mismo policía que el letrado había mencionado en sus encuentros con Correa y Bárcenas. El comisario, según sus allegados, desconocía cualquier maniobra de Peláez, aunque se había entrevistado con él en otras ocasiones a requerimiento de sus superiores del Ministerio del Interior para tratar otros asuntos policiales.

En otra página, la número 8, fechada el 28 de noviembre del mismo año, el hijo de Ruiz-Mateos anota: "Cena" con el jefe de la UDEF y "nos dirá". Seguidamente escribe: "Teléfonos intervenidos" y "Detención: riesgo de fuga y destrucción de pruebas".

Sin embargo, toda esa información sobre las anotaciones en la agenda de los propietarios de Nueva Rumasa no figura en el informe de 151 folios que la Unidad de Blanqueo de Capitales de la UDEF entregó al juez Ruz. Sólo puede leerse en la documentación que se adjunta en los anexos que, generalmente, pasa desapercibida para los magistrados.

El informe sobre la documentación intervenida a los Ruiz-Mateos está firmado por el responsable del grupo de blanqueo con su número de funcionario, 81.367. Sin embargo, el inspector jefe de esa unidad es el superpolicía de la Gürtel, Manuel Morocho, cuyo número de registro es el 81.067.

Sorprendentemente, en el apartado 39 de dicho informe, en el que se relata el contenido de la página 4, donde aparece el nombre del jefe de la UDEF, sólo se anota: "También relacionada con la estrategia de la defensa, fechada el 20-6-2011". En el resumen de la página 8 también se omite el nombre del responsable de la investigación.

Fuentes policiales contemplan esa omisión como un favor del subordinado al jefe de la UDEF.

Excompañeros de la Fiscalía

En la misma agenda intervenida por la Policía figuran también los nombres de varios fiscales con quienes, supuestamente según las anotaciones de uno de los hijos del patriarca del holding, se había entrevistado Peláez para tratar aspectos de la causa. Entre ellos, aparece el nombre de Tomás Herranz, fiscal de la sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid. Sobre las confidencias de Peláez, uno de los hijos de Ruiz Mateos escribe: "Interlocutor para hacienda" y "lista de los temas más inmediatos y urgentes".

Fuentes de la Fiscalía de Madrid señalaron a El Confidencial que resulta poco probable que Herranz, una persona con fama de "intachable" e "intocable", tratara con Peláez ningún asunto que pudiera beneficiar a los propietarios de Nueva Rumasa. "Además, ideológicamente, está situado en las antípodas del abogado del Opus", manifestaron.

En otro apartado de la agenda figura el nombre del jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Antonio Salinas, a quien identifican con el nombre erróneo de "Fernando Salinas", con la anotación: "Jefe de A. Luzón. Fiscal", con quien Peláez se había entrevistado para tratar el asunto de la Nueva Rumasa.

Ignacio Peláez, antes de dedicarse a la abogacía, trabajó como fiscal en la Audiencia Nacional, etapa profesional en la que tuvo la oportunidad de conocer a muchos compañeros del Ministerio Público.

El empresario José María Ruiz-Mateos, a su salida de la Audiencia Nacional. (EFE)El letrado cobró su minuta, entre otros servicios, por mantener entrevistas con policías y fiscales de la causa. En el folio 581 se recoge: "Cobro. Ignacio Peláez". Y a continuación: "Justificar traspasos a J.B".

En otro documento de los Ruiz-Mateos, en el folio 593 del tomo, encabezado con la anotación "reunión de abogados", se puede leer literalmente: "Coordinación Ignacio Peláez. Minuta. Se prefiere con sobr. Honorarios ver evolución".

Ignacio Peláez era abogado de la familia Ruiz-Mateos desde abril de 2011. El patriarca de la familia consultó a su abogado de toda la vida, Yvancos, si le importaba la contratación del exfiscal. Las palabras de José María Ruiz-Mateos, que cada vez disfrutaba de menos influencia ante sus hijos, fueron: "Creemos que Peláez es el abogado adecuado para esta nueva etapa política. Sus relaciones con la Obra y con el PP pueden ayudarnos en el proceso judicial".

Las palabras del fundador del holding de la abeja eran premonitorias. Poco tiempo después, Peláez se hacía con las riendas del caso Nueva Rumasa y los resultados profesionales daban la razón a don José María. "Sus hijos no han pisado la cárcel y las investigaciones contra la familia llevan dormidas ocho años", declaró una fuente próxima a la Audiencia Nacional.

El abogado Ignacio Peláez logró convencer a los Ruiz-Mateos para hacerse cargo de su defensa, con la estratagema de que disfrutaba de una relación especial con los jefes de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía. Esa treta, unida a su condición de miembro del Opus Dei, como los miembros de la saga del holding de la abejita, fue determinante para desplazar de la causa al letrado de la familia, Joaquín Yvancos, según se desprende de documentos judiciales a los que ha tenido acceso El Confidencial.

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