ETA exige a Bildu que aumente la presión callejera para lograr mejoras para los presos
Las discrepancias entre ETA y sus terminales políticas arrecian conforme se acerca el final de la organización terrorista
Las discrepancias entre ETA y sus terminales políticas arrecian conforme se acerca el final de la organización terrorista. Los dirigentes de Sortu están reclamando a la cúpula de la banda que formalice cuanto antes la entrega de sus arsenales, el siguiente paso en la hoja de ruta para el final definitivo del terrorismo. Pero los actuales líderes de ETA han respondido que no darán ese paso hasta que Sortu y el resto de colectivos que forman parte del entramado de la izquierda abertzale no sean capaces de generar una amplia movilización social en País Vasco y Navarra para forzar al Gobierno a negociar las condiciones de su disolución y exigirmejoras inmediatas en la situación de los presos.
La dirección de ETA culpa directamente de no haber conseguido generar este clima social a los líderes de la izquierda abertzale, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario. Las críticas de la banda se centran sobre todo en los dirigentes de Sortu y Bildu, a quienes reprocha que hayan descuidado la tradicional capacidad de movilización que siempre ha exhibido el independentismo radical para volcarse en cuestiones vinculadas con sus actuales responsabilidades institucionales.
Exhibición de fuerza
ETA considera clave para su estrategia demostrarle al Gobierno, en este momento del proceso, que sigue siendo capaz de sacar a la calle a miles de personas para que sostengan sus reivindicaciones. Es consciente de que, sin el uso de las armas, sus únicas opciones de conseguir una salida airosa para sus presos y fugitivos es exhibir un fuerte respaldoque fuerce al Ejecutivo a estudiar sus demandas. La dirección de la banda no sólo ha cursado esta exigencia a Sortu y Bildu por cauces secretos. También ha aprovechado sus últimos comunicados para insistir en este asunto. En el último de ellos, difundido el pasado 27 de septiembre, pidió a los vascos “que hagan oír su voz y actúen” para forzar a los Gobiernos de España y Francia a negociar y conseguir el acercamiento a País Vasco y Navarra de sus presos.
Esta última es la mayor prioridad ahora de ETA, un reflejo de las distorsiones internas que también está sufriendo la organización en este momento de su historia. Los 506 etarras encarcelados en prisiones españolas y francesas –según datos de Etxerat- suponen un fuerte contrapeso a los apenas 30 terroristas inexpertos que según las Fuerzas de Seguridad mantienen con vida las siglas en la clandestinidad. La inquietud de los reclusos, que ven como el proceso abierto con el cese definitivo de la violencia aún no ha generado ninguna mejora en sus condiciones, se está imponiendo al tacticismo de la cúpula. Los presos han decidido incluso adelantarsea la dirección de ETA lanzando un comunicado que supone su rendición ante el Estado de Derecho. Su único objetivoestos momentos es mejorar lo antes posible susituación.
Fecha para el desarme
Los expertos en la lucha antiterroristacreen que, hasta que no se solventen estas diferencias entre ETA y sus marcas políticas y se produzca la movilización social que busca la banda, es poco probable que se produzca la entrega parcial de sus arsenales. No obstante, los mismos expertos mantienen que aún es posible que la cúpula intente aprovechar la cercanía de la manifestación anual de la izquierda abertzale en apoyo a los reclusos de la organización terrorista, programada para el próximo sábado 11 de enero en las calles de Bilbao, para deshacerse de parte de sus armas y explosivos e iniciar una nueva fase. Con este gesto, la banda convertiría esa movilización en un acto de apoyo a su estrategia y conseguiría la repercusión mediática que necesita imperiosamente para volver a situarse en la agenda del Gobierno.
La izquierda abertzale continúa pidiendo a ETA que culmine su desmantelamiento. Este lunes, el portavoz de Sortu, el histórico dirigente de Batasuna Pernando Barrena,aseguróen una entrevista en la Cadena Ser que “el desarme es fundamental para el proceso de paz”. Diferentes voces del PNV también han reclamado a la organización terrorista en las últimas horas que dé ese paso. El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que “el desarme es urgente para la paz”.
La manifestación del día 11 pondrá a prueba la capacidad de convocatoria de la izquierda abertzale. Sus promotores, el colectivo Tantaz Tanta (que en euskera significa Gota a Gota), sustitutos dela desarticulada Herrira en la organización de esta cita, llevan semanas buscandola implicación del mayor número posible de asociaciones y colectivos para conseguir que la protesta sea masiva. Complacerían de este modo los deseos de ETA. Se desarrollará bajo el lema “Derechos Humanos. Resolución. Paz. Los presos vascos a Euskal Herria”. No puede ser más explícito.
Las discrepancias entre ETA y sus terminales políticas arrecian conforme se acerca el final de la organización terrorista. Los dirigentes de Sortu están reclamando a la cúpula de la banda que formalice cuanto antes la entrega de sus arsenales, el siguiente paso en la hoja de ruta para el final definitivo del terrorismo. Pero los actuales líderes de ETA han respondido que no darán ese paso hasta que Sortu y el resto de colectivos que forman parte del entramado de la izquierda abertzale no sean capaces de generar una amplia movilización social en País Vasco y Navarra para forzar al Gobierno a negociar las condiciones de su disolución y exigirmejoras inmediatas en la situación de los presos.
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