Botella se desmarca de Génova y advierte de que “algo no se está haciendo bien” en el PP
La alcaldesa de Madrid cree que las políticas de Mariano Rajoy "fragmentan" la base del PP y pide a su partido que luche por la regeneración democrática
No se salió ni un milímetro del guion que llevaba escrito. Pero el mensaje que Ana Botella dejó en el auditorio del Club del Siglo XXI, donde ayer impartió una conferencia, retumbó dentro de los despachos de Génova. La alcaldesa de Madrid quiso hacer llegar al Partido Popular el sentir de sus bases y advirtió, en un tono muy tranquilo, de que en su proyecto común de partido existen “dudas” que “hay que disipar”. Botella puso en alerta a todo el PP, incluido al propio Mariano Rajoy, ausente en la conferencia, de que algo no están haciendo bien para que los votantes se revuelvan.
Desde la primera fila escuchaban representantes del PP a todos los niveles. Por parte del Gobierno acudieron los ministros Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato; Javier Arenas en representación de la dirección nacional y prácticamente estaba presente todo el poder autonómico y local. Ignacio González acudió junto con todos sus consejeros. No faltó nadie del equipo de Gobierno de Madrid a las órdenes de la alcaldesa. No estaban ni se les esperaba Esperanza Aguirre (que justificó su ausencia con un viaje) ni Cristina Cifuentes, todavía convaleciente del accidente que sufrió en verano. Son los dos nombres que se barajan dentro del PP para suceder a Ana Botella en el Palacio de Cibeles de cara a las elecciones de 2015.
El discurso que Ana Botella brindó a un auditorio lleno hasta la bandera contenía un gran trasfondo político. La alcaldesa de Madrid cree que su gestión en el Palacio de Cibeles "está yendo bien", aunque no resulte "tan agradecida" como la de su predecesor. Botella marcó un evidente distanciamiento con la dirección de su partido, a quien advirtió de la evidente caída de los sondeos y de que la recuperación económica no podrá con todo en las próximas elecciones. También invitó a reflexionar a los presentes sobre las “ideas compartidas con millones de españoles, ideas fácilmente reconocibles por los votantes del Partido Popular y, por supuesto, del partido mismo, pero que quizá ahora no gozan de la vigencia social que se merecen”.
La alcaldesa de Madrid fue directa al grano e instó al PP a que castigue “las conductas reprobables”, es decir, la corrupción. La alcaldesa admitió que en su partido “se han generado algunos pasivos que oscurecen el valor objetivo de esta gestión. Unos pasivos que “debemos ser capaces de identificar y de superar cuanto antes. No debemos permitir que el gran esfuerzo que se está haciendo quede eclipsado por procesos políticos cuyo impacto no se debe minusvalorar y que empiezan a dejar rastro significativo en el conjunto de las encuestas”, dijo textualmente, y animó a los políticos –de su partido principalmente– a “decir la verdad y crear ilusión. Y quizás esto último no esté teniendo lugar en grado suficiente”. Las ideas “fácilmente reconocibles por los votantes del PP y por el partido mismo quizá ahora no gozan de la vigencia social que merecen”. Y entonces pidió a su partido que luche por la regeneración política.
No a la derogación de la doctrina Parot
Los principales problemas a los que se enfrenta el país y el PP son el "abierto desafío secesionista" en Cataluña y la derogación de la doctrina Parot, que ha abierto la verja de las cárceles a decenas de asesinos y terroristas. “Hay una lógica perplejidad ante el hecho de que decenas de los más peligrosos criminales se encuentren repentinamente en la calle, cuando la evidencia indica que permanece intacta su voluntad de seguir causando daño a una sociedad que parece incapaz de defenderse de ellos adecuadamente”. Por ello, “cunde una sensación de desamparo, de inseguridad y de injusticia que es necesario disipar cuanto antes, haciendo cuanto las leyes permitan y haciendo que las leyes permitan cuanto sea necesario para proteger la convivencia y libertad”, continuó ante la atenta mirada del ministro de Justicia, su antecesor en el cargo en el Ayuntamiento de Madrid.No hacerlo, “abocará a una fragmentación significativa de la base electoral del PP", por "modélica o efectiva que sea su gestión municipal o autonómica".
Para Ana Botella, que a finales de mes cumplirá su segundo aniversario como regidora de Madrid, "hay mucho trabajo pendiente y debemos recuperar la iniciativa". Si no se hace, “se pondrá en cuestión la base misma de nuestra sociedad y frente a eso ninguna gestión, por modélica y efectiva que sea, ningún saneamiento por profundo que sea, ningún servicio público por ágil y eficiente que sea, bastará para evitar una posible fragmentación de la base electoral del partido”. Por ello, Botella llamó a recobrar “la ambición de un proyecto nacional compartido” porque “no es razonable que la continuidad de la nación se ponga en cuestión”.
No se salió ni un milímetro del guion que llevaba escrito. Pero el mensaje que Ana Botella dejó en el auditorio del Club del Siglo XXI, donde ayer impartió una conferencia, retumbó dentro de los despachos de Génova. La alcaldesa de Madrid quiso hacer llegar al Partido Popular el sentir de sus bases y advirtió, en un tono muy tranquilo, de que en su proyecto común de partido existen “dudas” que “hay que disipar”. Botella puso en alerta a todo el PP, incluido al propio Mariano Rajoy, ausente en la conferencia, de que algo no están haciendo bien para que los votantes se revuelvan.
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