Fomento no asume culpa alguna pero Pastor anunciará refuerzos en seguridad

Un día después de que comparecieran en la Comisión de Fomento los presidentes de Adif y Renfe, Gonzalo Ferre y Julio Gómez-Pomar respectivamente, hoy será la ministra del ramo, Ana Pastor, quien informará en la Cámara Baja sobre las posibles causas del accidente y las actuaciones y gestiones hechas tras el fatal accidente. Según ha podido saber El Confidencial, la ministra de Fomento aprovechará su intervención para informar sobre “las medidas adicionales en materia de seguridad” que el ministerio va a desarrollar con un único objetivo: evitar futuros siniestros como el acaecido, que se llevó por delante la vida de 79 personas.

Ninguno de los gestores políticos involucrados en la construcción y el funcionamiento del AVE a Galicia que ayer se pronunciaron en el Congreso han asumido responsabilidades en el accidente. Tanto PSOE como PP, como adelantó hace días El Confidencial,derivaron esta carga a los técnicos que hicieron el trazado de la vía a su llegada a Santiago y los que construyeron los sistemas de seguridad instalados tanto en la plataforma como en los trenes que circulan por ella. El presidente de Adif, el primero en tomar la palabra ayer en la Comisión de Fomento, deslizó en su comparecencia que la culpa del accidente fue del Gobierno de Zapatero, ya que la vía de ancho de la vía Ourense-Santiago proyectada inicialmente por el Ejecutivo de José María Aznar la modificó el posterior Gobierno socialista para convertirla en ancho convencional. Un cambio que también provocó que no se instalara el sistema inicialmente previsto de frenado automático en la curva de A Grandeira, dejando toda la responsabilidad en manos del maquinista.

Rafael Simancas, el portavoz socialista en la comisión, defendió en la Comisión el papel de José Blanco, el ministro de Fomento cuando se tomó aquella decisión en el cambio de la vía. La seguridad ferroviaria “no la deciden los políticos”, ya sean “ministros o secretarios de Estado”, sino que “existen profesionales que lo certifican”, defendióel socialista en su turno de preguntas.

Simancas avaló, sin unirse a la ola de indignación que propinaron los demás grupos de la oposición al PP por cargar toda la responsabilidad del siniestro al maquinista del tren, que lo quelos españoles necesitan escuchar es que “estamos ante un sistemaseguro, que actúa conforme a normas homologadas y que es de los más exigentes del mundo”. Pese a que hasta el propio presidente de Adif reconoció que el sistema ERTMS habría evitado el accidente, el portavoz socialista enfatizó quetodos “son buenos” y descartó que fuera necesaria una comisión de investigación para esclarecer los hechos, como propusieron IU y BNG.

Andrés Ayala, el diputado popular encargado de cerrar el turno de preguntas, respaldó la tesis de su inesperado aliado, e insistió en que la culpa de que el tren descarrilara fue del exceso de velocidad. "Tenemos que ser conscientes de que se iba a más del doble de la velocidad autorizada.Si se hubiese ido solo un poco más que la velocidad autorizada se habría evitado todo".Antes de pedir “sensatez” para no buscar responsabilidades políticas en lo ocurrido, zanjó el tema con que “ninguno de los políticos cogemos un lápiz y un papel para diseñar una locomotora” y, como el portavoz del PSOE, afirmó que aunque “todo es mejorable, el sistema es bueno”.

Toda la oposición, menos PSOE, pide responsabilidades políticas

Los demás grupos de la oposición, el Grupo Mixto, Izquierda Unida, CiU, PNV y UPyD, exigieron ir más allá para depurar todas las responsabilidades, incluidas las políticas, ya que les parece "excesivo" culpar de todo al maquinista. Por ejemplo, pidieron explicaciones sobre cómo es posible que la reducción de la velocidad en el tramo del accidente dependa únicamente del conductor, sin un sistema que proteja al tren en caso de fallo humano.

Por su parte, los presidentes de Adif y Renfe se limitaron a decir, a través de una comparecencia leída de principio a fin, que la infraestructura, promocionada como una línea de Alta Velocidad pese a no serlo en todo su recorrido, cumple con la normativa legal vigente. Admitieron que los protocolos se están revisando, incluida la posibilidad de restringir que el maquinista hable por el móvil durante el trayecto para evitar distracciones. Las medidas que finalmente se vayan a tomar para evitar que la tragedia se repita las anunciará hoy la ministra de Fomento en su comparecencia.