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Más de 150.000 'sin papeles' se quedan sin atención sanitaria
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CONVOCADAS MOVILIZACIONES POR LA MEDIDA DEL GOBIERNO

Más de 150.000 'sin papeles' se quedan sin atención sanitaria

El Ministerio de Sanidad anulará este mismo 1 de septiembre la tarjeta sanitaria a más de 150.000 inmigrantes en situación irregular, una de las medidas de

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Más de 150.000 'sin papeles' se quedan sin atención sanitaria

El Ministerio de Sanidad anulará este mismo 1 de septiembre la tarjeta sanitaria a más de 150.000 inmigrantes en situación irregular, una de las medidas de ahorro urgentes decretadas por el Gobierno. A partir de este momento, los extranjeros "no registrados ni autorizados como residentes en España" solo tendrán asistencia sanitaria de urgencia por accidente o enfermedad grave y en el embarazo, parto y postparto, a excepción de los menores de 18 años, que recibirán los mismos servicios que el resto de los españoles. 

No existen cifras oficiales sobre las personas que residen en España sin permiso, aunque el cruce del número de extranjeros del Instituto Nacional de Estadística (INE), con aquellos que no figuran en los registros del Ministerio de Empleo, arroja una cifra de ciudadanos 'sin papeles' de 459.946 personas.

No obstante, la mayoría de los extranjeros en situación irregular (306.477) proceden de países de la UE, por lo que si son atendidos en situaciones puntuales se cobrará a sus países de origen, a través de los convenios bilaterales existentes, o tendrán la posibilidad de pagar la citada póliza mensual si desean una cobertura total.

Las restantes personas (153.469) son inmigrantes no comunitarios indocumentados, los más damnificados por esta medida, ya que pertenecen a un colectivo vulnerable y con escasos recursos, y cuyo número puede ser mucho mayor.

Un asegurado, una tarjeta sanitaria

El Real Decreto, que fue aprobado en Consejo de Ministros a primeros de agosto y forma parte de la reforma sanitaria de la minsitra de Sanidad, Ana Mato, regula la condición de asegurado y beneficiario en el Sistema Nacional de Salud y, para hacerla efectiva, se les atribuye a todos ellos una tarjeta sanitaria individual.

Entre las condiciones que dan derecho a conseguirla están ser trabajador por cuenta ajena o propia y estar afiliado a la Seguridad Social, ostentar la condición de pensionista, ser perceptor de cualquier otra prestación periódica de la Seguridad Social como la prestación por desempleo y, en caso de haberla agotado y seguir sin trabajo, acreditando la condición de asegurado por cualquier otro título.

Asimismo, también tienen la condición de asegurado las personas que no tengan ingresos superiores a 100.000 euros anuales ni cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía, siempre que tengan nacionalidad española y residan en España, pertenezcan a algún Estado miembro de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo o de Suiza y estén inscritos en el Registro Central de Extranjeros, o que sean de un país distinto de los anteriores y tengan autorización para residir en territorio español.

De este modo, quedan fuera de la condición de asegurado los inmigrantes que están en situación irregular o sin papeles, unos 153.000 según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que hasta ahora sólo necesitaban estar empadronados en algún municipio español para poder ser titulares de una tarjeta sanitaria.

En el caso de aquellos sin papeles que ya estuvieran recibiendo algún tratamiento crónico, fuentes del Ministerio aseguran que también "seguirán siendo atendidos", algo que en cambio no se les garantiza "a los nuevos que vayan llegando a partir de ahora", informa Europa Press.

No obstante, las mismas fuentes reconocen que esto son solo unos "mínimos" que las comunidades pueden ampliar como estimen oportuno siempre que no les den una tarjeta sanitaria del SNS, "ya que no tienen derecho a tenerla". "Si quieren darle una cobertura especial, están en su derecho, pero con tarjetas alternativas".

Pese a ello, algunas comunidades como País Vasco o Andalucía ya han avisado que van a aplicar "exactamente el mismo protocolo" de asistencia que seguían hasta ahora con los inmigrantes irregulares. Otras como Cataluña también lo harán, pero crearán una tarjeta alternativa para este colectivo, que podrán adquirir cuando lleven al menos tres meses empadronados en la comunidad.

Comunidades del PP se resisten a cobrarles

Algunas comunidades gobernadas por el PP también han suavizado el impacto de la norma impulsada por la ministra Ana Mato. Es el caso de Galicia, que ha puesto en marcha un programa de protección social para mantener la asistencia sanitaria de este colectivo en los centros de salud.

En cambio, otras como Castilla y León intentarán cobrar la factura de la asistencia a los países de origen -en caso de que España tenga algún convenio de colaboración bilateral- antes de "en último término" facturar el coste a los propios sin papeles, algo que hará sin dilaciones o al menos "intentará" La Rioja, bien después de la consulta o a través de un seguro.

No obstante, el Ministerio garantiza que "en la sanidad pública nunca te van a pedir dinero previamente a atenderte". Pero una vez atendido, y en caso de no tener una tarjeta sanitaria, al paciente se le hará una factura con lo que ha costado su atención, que se le pasará a su país de origen en caso de que haya convenio de colaboración bilateral.

Los irregulares que no paguen quedarán registrados

De lo contrario, el paciente puede declararse sin recursos "y no estará obligado a pagarla", han explicado las fuentes del Ministerio, que sin embargo advierten que quedará registrado lo que adeuda al SNS por su atención.

Así, aunque desde Sanidad aseguran que estos inmigrantes no pasan a ninguna lista de morosos, si ese ciudadano dentro de un año tiene trabajo y sigue viviendo en España y es legal, se le podrá reclamar dicha factura "como hace cualquier empresa".

Por otro lado, el departamento de Ana Mato también da la posibilidad a  las comunidades de formalizar convenios especiales de asistencia sanitaria para que las personas no aseguradas ni beneficiarias puedan acceder a la sanidad pública, que tendrán un coste de 710,4 euros al año (59,2 euros mensuales) o de 1.864,8 euros (155,4 euros mensuales) si el interesado tiene más de 65 años.

No obstante, dichas pólizas no están pensadas para los sin papeles sino para aquellos ciudadanos extranjeros con recursos que establecen su residencia en España para ser atendidos por el SNS, lo que se conoce como el turismo sanitario.

Oposición de los profesionales sanitarios y asociaciones 

Diversos colectivos han convocado un acto de protesta en Madrid para mostrar su descontento con la reforma. La "Red por el Derecho a Tener Derecho", que aglutina a numerosos colectivos en defensa de los inmigrantes, ha convocado a las doce horas una concentración a las puertas del Hospital Gregorio Marañón para exigir al Gobierno que rectifique su postura.

Este acto, al que se sumarán otros en diversas ciudades de España, representa el comienzo de una campaña en defensa del derecho a la salud de los inmigrantes 'sin papeles' con la que esperan conseguir que Sanidad anule este decreto aprobado en abril. También participarán en la concentración dirigentes políticos y profesionales sanitarios, algunos de los cuales se acogerán a la objeción de conciencia para seguir atendiendo a este colectivo.

El Ministerio de Sanidad anulará este mismo 1 de septiembre la tarjeta sanitaria a más de 150.000 inmigrantes en situación irregular, una de las medidas de ahorro urgentes decretadas por el Gobierno. A partir de este momento, los extranjeros "no registrados ni autorizados como residentes en España" solo tendrán asistencia sanitaria de urgencia por accidente o enfermedad grave y en el embarazo, parto y postparto, a excepción de los menores de 18 años, que recibirán los mismos servicios que el resto de los españoles.