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Cascos y PP siguen ‘irreconciliables’ ajenos al llamado ‘Pacto de Cibeles’
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Cascos y PP siguen ‘irreconciliables’ ajenos al llamado ‘Pacto de Cibeles’

Foro Asturias (el partido de Álvarez-Cascos) y el Partido Popular juegan a la ambigüedad a la hora de hablar de posibles pactos poselectorales si el partido

Foto: Cascos y PP siguen ‘irreconciliables’ ajenos al llamado ‘Pacto de Cibeles’
Cascos y PP siguen ‘irreconciliables’ ajenos al llamado ‘Pacto de Cibeles’

Foro Asturias (el partido de Álvarez-Cascos) y el Partido Popular juegan a la ambigüedad a la hora de hablar de posibles pactos poselectorales si el partido socialista (como dicen la mayoría de las encuestas) obtiene el mayor número de escaños, pero de sus declaraciones parece desprenderse que seguirán cada uno la guerra por su cuenta y no unirán sus fuerzas aunque el centro derecha obtenga la mayoría absoluta el 25 de marzo.

De creer a las partes y en función de los sondeos publicados que no conceden mayoría absoluta a ninguno de los partidos, la gobernabilidad de Asturias se presenta como un ejercicio de malabarismo después del 25 de marzo. Las encuestas hablan de que PP y Foro juntos tendrán mayoría suficiente para formar ejecutivo, pero en medios políticos son muy pocos los que apuestan por un gobierno de derechas en el que Francisco Álvarez-Cascos no lleve las riendas y los estudios demoscópicos le colocan por detrás de Mercedes Fernández.

En algunos ámbitos, sin embargo, ese acuerdo se da por hecho y presentan a la dirección del PP como muñidora del acuerdo, signado en Madrid y llamado por algunos 'el pacto de la Cibeles'. "Si eso es verdad, lo disimulan muy bien" sostienen en IU. El panorama político tendría otra vertiente con la posible entrada de UpyD en el Parlamento asturiano (uno o dos escaños, según los diferentes sondeos). En ese caso, la derecha podría gobernar a través de un supuesto pacto a tres bandas, pero Ignacio Prendes, el cabeza de lista de la formación de Rosa Díez, aseguró en televisión que "si pactamos será en base a nuestro programa".

Las manifestaciones del presidente del Principado a Onda Cero en las que se muestra remiso a un acuerdo y el mensaje que transmite Mercedes Fernández de que solo piensa en ganar y no es el momento de hablar de este tema permite interpretar que las diferencias personales entre ambos cabezas de lista, que fueron uña y carne en los tiempos en que el líder de Foro era el secretario general del PP, pesan más que los intereses políticos e ideológicos y que ambas organizaciones seguirán tan enfrentadas como en los siete meses desde las elecciones de mayo de 2011.

Incluso Cascos ha elevado el tono de las críticas a su excompañera y le reprochó, en un mitin celebrado en Gijón, feudo de su partido, que Fernández se hubiera dado de baja en el PP durante los últimos ochos años para ocupar un puesto en la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias, censura que fue jaleada por los fieles al jefe del Ejecutivo. Aunque parecía, al principio de la campaña electoral, que la antigua cercanía entre ambos podría limar asperezas, lo cierto es que a medida que transcurrían los mítines las diatribas entre una y otra parte fueron in crescendo, hasta el punto de que Cascos insinuó en ese mismo mitin que Mariano Rajoy había elegido a Cherines porque la conocía perfectamente e iba a ser la correa de transmisión de su política subordinando los problemas de Asturias a un segundo plano.

En el PP no quieren hablar de Cascos, sino de la política que seguirá el partido si gana los comicios. Un portavoz de la formación señaló que "estamos en la clave de ganar las elecciones y tenemos ilusión porque así sea, por lo que lo que pase el día 25, lo canalizaremos el día 26". Que Javier Fernández, candidato del PSOE encabece los sondeos no modifica en absoluto el guión elaborado por los conservadores para su política de alianzas. Todo lo más que se le puede sonsacar a la candidata del Partido Popular es que "hablará con todos para sacar a Asturias de la crisis", pero sin mostrar predilección especial por los más afines.

A quien le interesa transmitir el mensaje de que PP y Foro son lo mismo es a los candidatos socialistas que machacan en sus mítines la cercanía ideológica y personal entre sus cabezas de lista y que se unirán para evitar que la izquierda vuelva al Principado y para imponer los ajustes de Rajoy. Pero los argumentos de Javier Fernández ni siquiera tienen receptividad en las filas de Izquierda Unida que, tal y como declaró Jesús Iglesias en una entrevista en el diario El Comercio "si pactan es que nos estuvieron engañando durante los últimos siete meses y nos siguen engañando en la campaña electoral". Aun así, desde las filas de la coalición se hace un llamamiento a los electores para que "la derecha no tenga mayoría el próximo domingo".

Aunque desde la izquierda las posibilidades de acuerdo son más consistentes si entre PSOE e IU tienen mayoría, Jesús Iglesias ya ha lanzado un aviso a navegantes: "No estaremos en un gobierno que avale los recortes y meta tijera en Sanidad, Educación y políticas sociales". Teniendo en cuenta el cada vez más escaso margen de las Comunidades Autónomas para manejar sus presupuestos, los progresistas asturianos deberían hacer encaje de bolillos para suscribir un programa que sea del gusto de todos. Pero, a priori, las posibilidades de la izquierda son menores que las de la derecha, pero como dice Mercedes Fernández "las encuestas son encuestas y marcan tendencia, pero hasta el 25 de marzo no puede echar nadie las campanas al vuelo". 

Foro Asturias (el partido de Álvarez-Cascos) y el Partido Popular juegan a la ambigüedad a la hora de hablar de posibles pactos poselectorales si el partido socialista (como dicen la mayoría de las encuestas) obtiene el mayor número de escaños, pero de sus declaraciones parece desprenderse que seguirán cada uno la guerra por su cuenta y no unirán sus fuerzas aunque el centro derecha obtenga la mayoría absoluta el 25 de marzo.

Francisco Álvarez Cascos