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La Generalitat tampoco tiene dinero para pagar los alquileres a su casero GE Real Estate
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MIENTRAS SUFRE PARA VENDER SU PATRIMONIO

La Generalitat tampoco tiene dinero para pagar los alquileres a su casero GE Real Estate

Las estrecheces económicas de la Generalitat de Cataluña llegan más allá del sector sanitario o educativo. La comunidad presidida por Artur Mas ni siquiera tiene para

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La Generalitat tampoco tiene dinero para pagar los alquileres a su casero GE Real Estate

Las estrecheces económicas de la Generalitat de Cataluña llegan más allá del sector sanitario o educativo. La comunidad presidida por Artur Mas ni siquiera tiene para estar al corriente de los pagos con varios de los alquileres que ocupa. Y es que, a pesar de poseer un amplio patrimonio inmobiliario, del que pretende deshacerse en la actualidad para conseguir financiación, la administración autonómica catalana es inquilina, al menos, de dos edificios de oficinas propiedad de la división de real estate del gigante General Electric.

Aunque ninguno de los dos protagonistas quiso ayer pronunciarse sobre este tema, los retrasos de la Generalitat en el pago de sus alquileres se han convertido ya en la comidilla del sector en Barcelona. En esta plaza, GE Real Estate compró hace más de cinco años a la decadente Astroc la cartera de inmuebles de Landscape, la inmobiliaria de Banco Sabadell que adquirió Bañuelos. Fruto de aquella compra, la firma estadounidense gestiona una cartera de nueve edificios de oficinas y cinco naves logísticas.

De acuerdo con la información pública, la Generalitat está como inquilino de dos de los edificios céntricos que posee GE Real Estate en la Ciudad Condal. Concretamente, los situados en la Calle Girona 2, donde se encuentran distintas salas de los Juzgados de lo Social, y en la Vía Layetana 4, donde tiene su sede la Fiscalía de Vigilancia Penitenciaria. El resto del portfolio está formado por edificios alquilados a empresas o sin ocupar, mientras al mismo tiempo van vendiendo otros de los activos, como la sede de Volkswagen.

Y mientras la Generalitat pasa apuros para estar al corriente de pagos, por otro trata de vender su ajuar inmobiliario para hacer caja y financiar sus necesidades de gasto corriente. Esta operación de sale & leaseback encargada a Jones Lang LaSalle/Aguirre Newman debería resolverse en breve. Este martes se presentan las ofertas vinculantes por los tres lotes de inmuebles en subasta, aunque el único candidato con posibilidades es el fondo británico London & Regional, al que se han unido otros inversores locales privados.

Otros han decidido quedarse por el camino, a pesar de ser algunos de los inversores más relevantes del sector. Hablamos de algunos de los pocos compradores que han conseguido cerrar operaciones este año, como ha ocurrido con los fondos inmobiliarios de Deutsche Bank, que adquirió una parte del complejo empresarial Tripark; la aseguradora Axa, que compró a Eroski su red de gasolineras; y la firma de inversión MetroInvest, que hace menos de doce meses se quedó con un edificio de oficinas en la City.

Uno de los principales problemas de la operación de la Generalitat tiene que ver con la financiación. La falta de crédito hace que los pocos bancos que han accedido a estudiar la operación -sólo entidades españolas que ya tienen riesgo público catalán- ofrecen unas condiciones totalmente disuasorias para la mayoría de los inversores. A saber: sólo están dispuestos a prestar un 55% del importe total a razón de 500 puntos básicos + Euribor, según han confirmado a este diario varias fuentes financieras informadas del proceso.