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¿Cómo afectará el desempleo al 20-N? Uno de cada cuatro parados no tiene derecho al voto
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UN MILLÓN DE DESEMPLEADOS SON EXTRANJEROS

¿Cómo afectará el desempleo al 20-N? Uno de cada cuatro parados no tiene derecho al voto

¿Deberían preocuparse los candidatos Rajoy y Rubalcaba por el voto de los casi cinco millones de parados? Sólo lo justo. Según el tercer análisis electoral de

¿Deberían preocuparse los candidatos Rajoy y Rubalcaba por el voto de los casi cinco millones de parados? Sólo lo justo. Según el tercer análisis electoral de GAD3 para El Confidencial, más de un millón de parados no tienen derecho de sufragio por ser extranjeros, lo que supone uno de cuatro desempleados. Además, el colectivo de parados es tradicionalmente “el grupo laboral con menor participación”. De hecho, en las últimas elecciones ésta fue ocho puntos inferior a la media, según datos poselectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Entre los ocupados, sólo un 13,1% no podrá votar por no tener la nacionalidad.

“En una sociedad con cinco millones de parados cobra especial interés el peso electoral de un colectivo tan amplio. Si los parados votaran en bloque serían una formación política incluso con opciones de gobierno, pues sus votos serían a costa de los dos mayoritarios”, resume el documento. Una importancia que contrasta con su escaso interés por los comicios. “La predisposición a votar no es homogénea –expone el estudio. Acuden más a las urnas los que tienen trabajo, están casados o con pareja, los que tienen hijos… y, sobre todo, los que pertenecen a algún tipo de asociación, sea sindical, profesional, religiosa, deportiva, etc.”.

De los 47 millones de ciudadanos que residen en España, 34,3 podrán ejercer su derecho a voto. A ellos hay que añadir los otro millón y medio que vive fuera. No podrán ni los ocho millones menores de 18 años, ni los casi seis millones de extranjeros. “Millón y medio de electores podrán votar por primera vez en unas elecciones generales por alcanzar la mayoría de edad”, puntualiza GAD3.

Se trata de los comicios en los que menos jóvenes se incorporan a las listas, con la salvedad de los de 1996 y 1979, debido a que fueron legislaturas muy breves. “En las elecciones del cambio en 1982 jugaron un papel importante en la mayoría absoluta de Felipe González los dos millones y medio de nuevos votantes, un millón más que ahora”, se explica. Sin embargo, desde las últimas elecciones han fallecido 1,1 millones de personas, lo que perjudica a las fuerzas con votantes más maduros, como CiU o PP.

¿Cómo afecta a los resultados el momento en que los votantes cumplen 18 años y la incorporación al censo de las diversas generaciones? Por ejemplo, sólo la mitad del actual electorado tenía ya derecho a voto en las míticas elecciones del cambio en 1982, la otra mitad se incorporó posteriormente. Desde la victoria de Aznar en 1996 se han hecho mayores de edad casi ocho millones de españoles. De igual modo, 3,6 millones eran menores de edad cuando Zapatero escuchó la noche electoral de 2004 a los jovenes gritarle: "No nos falles".

En todo caso, “el peso demográfico no se traslada directamente a las urnas porque la probabilidad de acudir a votar aumenta con la edad, hasta llegar a los últimos años de vida laboral”.

¿Deberían preocuparse los candidatos Rajoy y Rubalcaba por el voto de los casi cinco millones de parados? Sólo lo justo. Según el tercer análisis electoral de GAD3 para El Confidencial, más de un millón de parados no tienen derecho de sufragio por ser extranjeros, lo que supone uno de cuatro desempleados. Además, el colectivo de parados es tradicionalmente “el grupo laboral con menor participación”. De hecho, en las últimas elecciones ésta fue ocho puntos inferior a la media, según datos poselectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Entre los ocupados, sólo un 13,1% no podrá votar por no tener la nacionalidad.

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