Es noticia
Uno de mayo, día del parado: sin curro, sin prestación, sin esperanza
  1. España
EL DÍA DE MAYO SE CELEBRA CON CASI 5 MILLONES DE PARADOS

Uno de mayo, día del parado: sin curro, sin prestación, sin esperanza

Antonio Motos lleva trabajando desde los 14 años. Llevaba, mejor dicho. Desde hace cuatro años sólo ha conseguido estar empleado tres meses. El único sueldo que

Foto: Uno de mayo, día del parado: sin curro, sin prestación, sin esperanza
Uno de mayo, día del parado: sin curro, sin prestación, sin esperanza

Antonio Motos lleva trabajando desde los 14 años. Llevaba, mejor dicho. Desde hace cuatro años sólo ha conseguido estar empleado tres meses. El único sueldo que entra en su casa es el de su mujer, que ronda los 700 euros, “imposible” para sacar adelante a una niña de diez años y a otra de cinco. Este domingo se celebra el Día del Trabajador, pero Antonio, al igual que cualquiera de los casi cinco millones de españoles que está en el paro, no tiene nada que celebrar.

“He ido a asociaciones pidiendo ayuda, a mercadillos para vender algo, pero no hay manera”, se lamenta Antonio Motos. Confiesa que esto le aporta “algún dinerillo todos los meses, pero es muy, muy poco”, incluso en alguna ocasión “te comes el género que llevas”. Antonio trabajaba en Mercamadrid, donde conserva un familiar que le regala algo de pescado para poder comer. Lo suyo siempre fue el trabajo. “Busco de lo que sea”, admite optimista, ya que conserva esperanzas “de que esto va a cambiar”.

Sin embargo, las cifras oficiales parecen desmentirle. Las cosas no van a mejor. Más bien todo lo contrario. Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, 1.100.000 personas de las inscritas en los registros de desempleo no cobra ningún tipo de prestación, lo que representa un 27% del total. Esta cifra está aumentando desde enero del año pasado, cuando el número de desprotegidos era del 19%.

Antonio ya percibió los 24 meses de paro que tenía acumulado y ahora estaría en disposición de recibir un subsidio si no fuera por esos tres meses que trabajó el año pasado. “Sólo me contrataron por cuatro horas al día”, así que al final decidió irse. Se quedó sin sueldo y sin derecho al subsidio, que sólo lo pueden percibir los parados de larga duración, aquellos que llevan más de un año sin desarrollar ninguna actividad profesional.

Algo parecido a lo que le ocurrió a Soraya Peláez. Ella trabajó únicamente un día en un restaurante de comida rápida. “Me vejaron, me decían que no sabía hacer nada, que no valía para nada y me pusieron ocho horas a limpiar el suelo. Me sentí fatal y decidí que no iba a estar allí más de esas ocho horas”.

Había sido un último recurso, ya que es educadora infantil. Hace un mes la llamaron de la Concejalía de la Mujer de Parla, donde más de una cuarta parte de sus vecinos comparten su situación de desempleo, la tasa más alta de la Comunidad de Madrid. La oferta era sólo para parados de larga duración, así que tampoco pudo acceder al puesto. “Ya no tengo derecho ni a trabajar”,  afirma resignada.

Más familias paradas

Soraya no tiene cargas familiares, ni siquiera un piso que pagar, pues sólo tiene 23 años. Sin embargo forma parte de dos de los colectivos más afectados por la crisis. Es joven y en su casa nadie trabaja. “Mi madre está también parada, mi padre es pensionista y cobra una pensión mínima. El único que tiene trabajo es mi hermano, pero con él no se puede contar, porque es mileurista, ya no vive en casa y tiene que pagar piso y coche”, afirma. Añade que en su casa están “muy, muy pillados” y que a ella su novio -que también está parado pero tiene derecho a una prestación contributiva- le presta algo de dinero “para pagar al menos las facturas del móvil o el abono transporte”.

En la situación de Soraya se encuentran 1.386.000 personas que viven en un hogar en el que no entra ningún sueldo, un 4,3% más que en el último trimestre del año pasado, según las Estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En lo que coinciden tanto Soraya como Antonio es en que nadie da solución a sus problemas. El Gobierno ha reformado el mercado laboral, acaba de aprobar en Consejo de Ministros un plan para que aflore el empleo sumergido y ahora fía sus esperanzas a que los agentes sociales lleguen a un acuerdo en materia de negociación colectiva. Soraya piensa, no obstante, que “nadie está haciendo nada”. “Dicen que la crisis va a durar hasta 2015 o más, así que hasta que me ponga a trabajar y consiga ahorrar dinero, no creo que me vaya de casa antes de los 40. Lo veo todo muy negro”, contradice así a Antonio.

Antonio Motos lleva trabajando desde los 14 años. Llevaba, mejor dicho. Desde hace cuatro años sólo ha conseguido estar empleado tres meses. El único sueldo que entra en su casa es el de su mujer, que ronda los 700 euros, “imposible” para sacar adelante a una niña de diez años y a otra de cinco. Este domingo se celebra el Día del Trabajador, pero Antonio, al igual que cualquiera de los casi cinco millones de españoles que está en el paro, no tiene nada que celebrar.

Clínica Mayo Paro Trabajo Sindicatos Gobierno Corporativo Laboral