Brian Currin: “ETA hará público un nuevo anuncio de gran calado antes de Navidad”

El abogado sudafricano Brian Currin, un “profesional en la solución de conflictos políticos”, como él mismo se define, acaba de recalar de nuevo en un Bilbao que suele visitar cada dos meses. La visita iniciada el domingo 17 -y finalizada ayer tarde de forma imprevista- no era una cualquiera. En efecto, Currin ha venido con grandes noticias, después de haber mantenido la primera entrevista con la dirección de ETA desde que la banda anunciara su último alto el fuego unilateral: la organización hará público un nuevo comunicado antes de Navidad, y será un anuncio “de gran trascendencia” para la paz en Euskadi.

De acuerdo con fuentes solventes del País Vasco, conocedoras de los movimientos de fondo que se suceden en el entorno político de la banda, el nuevo anuncio de ETA supondrá el inicio de su  incorporación al proceso de lucha política, con abandono de la violencia, que apadrina desde hace meses con fuerza Batasuna y su entorno, con Otegi, Usabiaga y demás líderes históricos a la cabeza. Según el mensaje que Currin ha transmitido a PNV, EA y Aralar, con quienes ha mantenido entrevistas estos días, “ETA no será un obstáculo al proceso político puesto en marcha por la izquierda abertzale”, aunque ha advertido que “esa cesión no será gratis”.

A través del abogado sudafricano, ETA ha hecho saber a los líderes abertzales que encabezan esa vía política -se han venido mostrando firmemente dispuestos a seguir con ella incluso en contra de la organización armada-, que Batasuna y su entorno “deberán hacer en las próximas semanas una demostración de fuerza inequívoca, que muestre que sus tesis cuentan con un respaldo popular mayoritario. Si eso se produce, la banda hará público antes de Navidad un nuevo pronunciamiento de gran trascendencia, que será muy positivo para el proceso de paz en Euskadi”. 

Las fuentes descartan con rotundidad que se trate de un anuncio unilateral de abandono de la lucha armada con entrega de las armas, es decir, la exigencia que tanto el Gobierno de Madrid como la oposición vienen reclamando a ETA desde hace tiempo. “Eso no se producirá sino al final de un largo proceso, y siempre y cuando la banda perciba avances significativos de la vía política que propugna Otegui. Esa es una carta de la que ETA no se desprenderá hasta el final, algo que es de sentido común por mucho que le cueste entenderlo a Alfredo Pérez Rubalcaba”.

Brian Currin suele aterrizar en el aeropuerto de Bilbao cada dos meses. Allí le esperan sus amigos de Lokarri –antiguo Elkarri- que le conducen a un céntrico hotel de la ciudad y por Bilbao se mueve, andando o en taxi, como Pedro por su casa, visitando a sus amigos de la izquierda abertzale y resto de grupos nacionalistas. Esta última visita era esperada con especial interés. Tras el comunicado de alto el fuego de la banda, el 5 de septiembre, donde se manifestaba “dispuesta a dar los pasos necesarios en el camino del cambio político, en el espacio que le corresponde”, ETA había vuelto a dar señales de vida con una segunda declaración aparecida en GARA el 18 del mismo mes.

ETA se sube al carro de Batasuna

En este segundo anuncio, ETA aseguraba textualmente que “es importante la aportación que se puede hacer desde la comunidad internacional. Por tanto, hacemos nuevamente un llamamiento a la comunidad internacional, a los agentes y las instituciones para que participen impulsando y estructurando un proceso democrático que dé una solución duradera, justa y democrática a este conflicto político secular”. Todo parece indicar que Currin es el embajador plenipotenciario de esa “comunidad internacional” a la que apela la banda. Las fuentes no han podido especificar el escenario de la entrevista entre el abogado sudafricano y ETA.

Desde hace meses viene tomando cuerpo en el seno de la llamada izquierda abertzale un movimiento político de gran calado,  producto del convencimiento al que han llegado sus históricos dirigentes de que la vía política en la lucha por la independencia es mucho más rentable que la de la violencia –un puerto a cuya arribada ha contribuido el propio Currin-, y de que por esa vía Batasuna podría llegar a hacerse con el 20% del voto vasco, convirtiéndose así en elemento decisorio dentro del Parlamento de Euzkadi, en un serio problema para el PNV y en un  quebradero de cabeza para el Gobierno de Madrid. El problema ha consistido en cómo encajar a ETA en esta estrategia y cómo hacerle dejar las pistolas, ello en el convencimiento de que a la banda no le queda más remedio que subirse al carro de Batasuna.

En este contexto, el mensaje que Currin acaba de transmitir en Bilbao parece marcar un punto de inflexión en ese viaje de ETA hacia las tesis “pacifistas” de Batasuna. El abogado sudafricano se vio ayer obligado a acortar su viaje para regresar a su país por motivos laborales sin poder completar su programa de reuniones que, entre otros grupos, incluía las asociaciones de víctimas del terrorismo, como era su intención. No obstante, sí ha podido entrevistarse con representantes de la ilegalizada Batasuna, además de con miembros del PNV, Eusko Alkartasuna y Aralar.