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ETA dice que no volverá a matar y da el primer paso hacia su disolución
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LA DECLARACIÓN DE LA BANDA AGITA EL ESCENARIO POLÍTICO

ETA dice que no volverá a matar y da el primer paso hacia su disolución

ETA dio ayer un paso hacia el fin de la violencia con un comunicado difundido un día después de que trascendiera un documento de Batasuna que

Foto: ETA dice que no volverá a matar y da el primer paso hacia su disolución
ETA dice que no volverá a matar y da el primer paso hacia su disolución

ETA dio ayer un paso hacia el fin de la violencia con un comunicado difundido un día después de que trascendiera un documento de Batasuna que le pide que deje de matar. La banda terrorista no habla ya de tregua ni de ‘alto el fuego’, como ha hecho en anteriores ocasiones, sino que afirma que ha tomado “la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas”. Es decir, que no volverá a matar, lo que supone el primer paso hacia su disolución y el fin definitivo de la violencia. El texto no hace ninguna exigencia alguna al Gobierno, al que se limita a decir que si tiene voluntad, ETA está dispuesta a dialogar.

La banda hizo su anuncio en un vídeo remitido a la televisión británica BBC, que aprovecha para pedir a la comunidad internacional “que tome parte en la articulación de una solución duradera, justa y democrática a este secular conflicto político”. Un gesto hacia los mediadores internacionales que llevan meses implicados en la búsqueda de una solución dialogada, y la respuesta de ETA a la Declaración de Bruselas, suscrita hace seis meses por cuatro premios Nobel de la Paz y veinte expertos internacionales en la resolución de conflictos, que le reclamaban el fin de la violencia. Gerry Adams, líder del Sinn Fein, que participó en el frustrado proceso de paz de 2006, se felicitó ayer por la decisión de ETA y pidió al Gobierno que responda positivamente y “abra inmediatamente unas negociaciones políticas incluyentes”.

Otro aspecto destacado del comunicado es que ETA no hace ningún emplazamiento al Gobierno como contrapartida a su decisión, dando así por sentada que ésta es unilateral. La única alusión es para manifestar que si tiene “voluntad”, ETA está dispuesta a dialogar. A quienes emplaza es a las fuerzas independentistas para que articulen un proyecto que haga posible el cambio político “siguiendo el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca”. Un espaldarazo al “polo soberanista” que integran Batasuna y Eusko Alkartasuna (EA), al que ambas formaciones quieren sumar a Aralar y Alternatiba, la escisión de IU del País Vasco, así como a organizaciones sindicales y movimientos ciudadanos.

La noticia fue recibida con optimismo en la izquierda abertzale, que veían como el silencio de la banda durante los últimos meses alimentaba las dudas sobre la decisión última que iba a adoptar: retirarse para dejar paso a la política, o enrocarse en la violencia, e incluso  el rebrote de la violencia callejera en las últimas semanas hacía temer lo peor. Batasuna ha intentado no dejarse atrás a nadie en el proceso de debate interno, pero había expresado en privado su decisión de desmarcarse de la banda si volvía a asesinar. Una posición que amenazaba con la ruptura interna y que, sin duda, algo habrá influido en la decisión final de ETA.

Consensuar una respuesta

El Gobierno sospechaba que ETA iba anunciar una tregua y llevaba varias semanas intentando consensuar una respuesta común con el Ejecutivo vasco y con el resto de formaciones políticas, en especial con el PNV, aunque no esperaba que se produjera antes de fin de mes (se especulaba con la celebración del Gudari Eguna el próximo día 27). El anuncio se produce, además, un día  después de que se filtrara un documento de Batasuna, que no era definitivo, en el que la izquierda abertzale defiende el “derecho a la vida” y pide a ETA que deje de matar.

Las primeras reacciones políticas estuvieron en línea con lo que tanto Gobierno como oposición han reiterado durante los últimos meses, que ya no vale una tregua, sino que es necesario el cese definitivo de la violencia y la disolución de la banda. La mayoría de los dirigentes políticos hablaron de “tregua” y “alto el fuego”, pese a que ninguno de esos términos aparece en el comunicado, en lo que sonó más a frases hechas que a reflexión. Algunos echaron mano del argumento de la “tregua trampa” que ETA iba a utilizar para rearmarse y permitir a la izquierda abertzale concurrir a los comicios municipales y forales de la próxima primavera.

ETA dio ayer un paso hacia el fin de la violencia con un comunicado difundido un día después de que trascendiera un documento de Batasuna que le pide que deje de matar. La banda terrorista no habla ya de tregua ni de ‘alto el fuego’, como ha hecho en anteriores ocasiones, sino que afirma que ha tomado “la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas”. Es decir, que no volverá a matar, lo que supone el primer paso hacia su disolución y el fin definitivo de la violencia. El texto no hace ninguna exigencia alguna al Gobierno, al que se limita a decir que si tiene voluntad, ETA está dispuesta a dialogar.