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Batasuna defiende el “derecho a la vida” y reclama a ETA una tregua verificable
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LA IZQUIERDA 'ABERTZALE' TRABAJA EN UN DOCUMENTO CON OTROS PARTIDOS

Batasuna defiende el “derecho a la vida” y reclama a ETA una tregua verificable

Un paso adelante más. La izquierda abertzale trabaja con otras fuerzas independentistas en un documento que defiende el derecho a la vida, reclama a ETA un

Foto: Batasuna defiende el “derecho a la vida” y reclama a ETA una tregua verificable
Batasuna defiende el “derecho a la vida” y reclama a ETA una tregua verificable

Un paso adelante más. La izquierda abertzale trabaja con otras fuerzas independentistas en un documento que defiende el derecho a la vida, reclama a ETA un alto el fuego permanente verificable internacionalmente y que ponga fin a las amenazas y presiones, y se muestra dispuesta a trabajar por la reparación y reconciliación de todas las víctimas.

Batasuna trasladó el documento en cuestión hace al menos dos meses a Eusko Alkartasuna (EA), Aralar y Alternatiba, las tres formaciones independentistas con las que aspira a formar un “polo soberanista”, para recabar su valoración del mismo, según han confirmado El Confidencial fuentes de dichos partidos. Una de ellas sostiene que se trata de un “instrumento de trabajo, con propuestas y contrapropuestas, que aún no está terminado”. La filtración del mismo al Diario Vasco sorprendió a los citados interlocutores, que insisten en que el texto aún no es definitivo. El mismo ha circulado también en movimientos ciudadanos que apuestan por impulsar un nuevo proceso de paz.

El documento se titula 'Acuerdo sobre las condiciones mínimas y suficientes para el desarrollo del proceso democrático', y traza una hoja de ruta para la solución del conflicto vasco en la que sus autores piden a ETA que declare un “alto el fuego permanente” (la misma terminología utilizada por la banda en la tregua de 2006) verificable internacionalmente.

La esperada tregua

Desde el pasado mes de junio se viene especulando con la posibilidad de que la banda efectuara el anuncio a lo largo del verano, y distintas fuentes consultadas por este diario manejaban el próximo Gudari Eguna (el día del soldado vasco), a finales de este mes de septiembre, como una fecha probable. Para entonces se cumplirán seis meses de la Declaración de Bruselas, suscrita por cuatro premios Nobel y veinte líderes internacionales en la resolución de conflictos, que reclama el fin de la violencia para dar paso a la política. ETA se comprometió en uno de sus comunicados a responder a este emplazamiento, pero aún no lo ha hecho.

Los pasos dados hasta ahora por Batasuna tienen similitud con el proceso irlandés. El Sinn Fein pidió públicamente al IRA que declarara una tregua en julio de 1997, que la banda anunció dos días más tarde, lo que permitió al partido liderado por Gerry Adams sumarse a las conversaciones de Stormont que un año después dieron propiciaron los conocidos como Acuerdos de Viernes Santo. En aquel caso el Sinn Fein y el IRA habían acordado previamente el alto el fuego, extremo que las fuentes nacionalistas consultadas no tienen claro que la izquierda abertzale haya hecho con ETA.

El documento de la izquierda abertzale va aún más allá de la petición implícita a ETA de que deje de matar: reclama acabar con las amenazas y presiones contra todas las personas (este verano se ha producido un rebrote de la violencia callejera), y se muestra dispuesta a trabajar por la reparación y reconciliación de todas las víctimas, lo que supone un reconocimiento del daño causado por la banda terrorista.

Vuelta a la legalidad

Batasuna reclama, aunque no lo plantea como una contrapartida a lo señalado hasta ahora, su vuelta a la legalidad (la derogación de la Ley de Partidos). El contrapeso del documento, en un claro guiño a los sectores de ETA y de la propia izquierda abertzale que no comparten la misma estrategia, son las alusiones al traslado de todos los presos de la banda a prisiones del País Vasco y la derogación de la “doctrina Parot”, por la que los presos etarras ven aplazada su libertad durante años.

El Gobierno trabaja desde hace semanas con la hipótesis de una inminente tregua de ETA, y tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Rodolfo Ares, ministro y consejero de Interior de los gobiernos central y vasco, vienen reiterando que sólo vale el fin definitivo de la violencia. La posibilidad de abrir un nuevo proceso de paz no entra en este momento en los planes del Gobierno, acuciado por la crisis económica y centrado en los próximos comicios catalanes y las elecciones municipales y autonómicas de la próxima primavera.

Un paso adelante más. La izquierda abertzale trabaja con otras fuerzas independentistas en un documento que defiende el derecho a la vida, reclama a ETA un alto el fuego permanente verificable internacionalmente y que ponga fin a las amenazas y presiones, y se muestra dispuesta a trabajar por la reparación y reconciliación de todas las víctimas.