Griñán se impone a Chaves: el presidente de la Junta quiere ser también líder del PSOE andaluz

Harto de contestar en cada momento por su liderazgo, José Antonio Griñán ha cogido su fusil. Y toma el gatillo político disparando por elevación. El presidente de la Junta de Andalucía se ha impuesto a Manuel Chaves y quiere ser ya el líder del PSOE andaluz. Griñán ha forzado la convocatoria –no prevista– para el próximo lunes del Comité Ejecutivo. Se trata de apuntalar la fecha del Congreso Extraordinario que lo catapulte a la jefatura del PSOE andaluz. ¿Cuándo? Enero o febrero de 2010.

El próximo secretario general socialista no había planeado asumir el poder hasta 2012, pero ha decidido lanzar un órdago a su íntimo amigo Chaves, quien perderá el puesto tras 15 años capitaneando el socialismo andaluz y apenas diez meses después de que Rodríguez Zapatero le obligara a abandonar de la Presidencia de de la Junta, que controló casi 19 años. “Chaves quería dejar el avión bien aterrizado, por eso pensaba que un congreso extraordinario, a mitad de legislatura, podría despistar al partido y eso no es bueno, pero él siempre será un referente porque el relevo en el Gobierno ha sido ejemplar y muy generoso por su parte”, cuentan a El Confidencial fuentes políticas andaluzas.

Griñán se muestra decidido a responder de una vez a la pregunta ¿Quién manda en el PSOE de Andalucía? Para ello no duda en jugarse hasta la amistad con el vicepresidente tercero del Gobierno. Y eso que hace apenas menos de un mes no dudó en sobrevalorar su relación con Chaves y hasta con el consejero de Gobernación y vicesecretario general, Luis Pizarro. “Manuel Chaves y Luis Pizarro, antes que compañeros, son mis amigos y eso no lo perdería nunca. Antes me iría de presidente”, señaló.

La publicación el pasado domingo por el grupo Joly de un previsible baile de consejeros del Gobierno andaluz para la próxima primavera, puso nervioso a Griñán.  El presidente calmó a sus pupilos en la reunión de los martes de la Casa Rosa, la sede provisional de Ejecutivo socialista. Y ordenó al portavoz, Manuel Pérez Yruela, a que ante cualquier pregunta de las periodistas negara la mayor. El mensaje era claro: “Manolo, confianza total en mi equipo”. Con la boca pequeña, intentó ofrecer un mensaje de tranquilidad. Pero lo cierto es que Griñán considera que parte de sus consejeros son heredados de la etapa chavista.

Esta es una de las claves que explican su necesidad de visualizar que es él y no Chaves quien controla no sólo el partido, sino el Gobierno andaluz. Sin ataduras del pasado. Y eso que no tiene vicepresidentes que le puedan hacer sombra. Aunque una consejera, la ex comunista Rosa Aguilar, goza de más popularidad en las encuestas que el propio presidente.

Ha sido el propio Pizarro, el topo de Chaves en los Consejos de Gobierno, quien ahora ve estupendo el “indiscutible liderazgo social” de Griñán, aunque el pasado 15 de octubre el consejero de Gobernación precisó que  cuenta con un “papel institucional, por ser presidente de la Junta de Andalucía, pero el líder del partido es Chaves”. Apenas un mes después, Griñán ha querido dar un golpe en la mesa y zanjar de una vez el tema del liderazgo.

Griñán convocó el pasado lunes a los secretarios generales de cada provincia del PSOE a un almuerzo en Sevilla y les informó de su plan. “Quiero un congreso extraordinario para principios de 2010”, les anunció. A esta reunión no asistieron los dirigentes regionales Luis Pizarro, vicesecretario general, y Rafael Velasco, secretario de Organización. No hubo unanimidad de los dirigentes provinciales.

Dentro del partido hay quienes tildan la bicefalia como “inestable” y alaban la “autoridad” de Chaves en el PSOE. “Lo importante”, señalaron a este diario fuentes del PSOE andaluz, “es que Griñán no sólo liderará la acción de Gobierno y tomará el pulso de la sociedad, sino que también podrá disponer de los recursos del partido para potenciar la propia acción de Gobierno”. El PSOE-A tiene claro que los cambios resultan “revulsivos” y que Griñán cuenta con un discurso más acorde con los nuevos tiempos, más inclinado a la franja litoral que Chaves.

Tanto en el PP como en Izquierda Unida consideran que el debate interno en el PSOE está también perjudicando la acción del Gobierno andaluz. Un ejemplo: el coordinador general de IU-LV-CA, Diego Valderas, ha vuelto a entrar al trapo de la sucesión de Chaves acusando a Griñán de hacer un “ridículo permanente” al “buscar el liderazgo no encontrado” en su partido.