El Banco de España teme que la inestabilidad en Oriente Medio frene el crédito

La inestabilidad en Oriente Medio podría tener consecuencias económicas a corto plazo en España. El Banco de España ya contempla el escenario de que las tensiones entre Israel e Irán se dejen notar en la demanda de nuevo crédito, una de las señales de crecimiento económico.

Así lo explica la directora general de supervisión, Mercedes Olano, en la presentación de la memoria de supervisión de esta institución: "Los bancos necesitan crecer en crédito, pero no sé si va a haber crecimiento este año por la situación geopolítica, con una tensión que no deja de crecer".

Olano reconoce la importancia de que los bancos aumenten su cartera de crédito como vía para obtener rentabilidad a medio plazo, ya que, si siguen desapaláncandose, su beneficio irá cayendo en los próximos años por muy altos que estén los tipos. Pero la directora general avisa de que el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) van a seguir muy atentos de que no se suavicen los criterios de concesión: "La prioridad supervisora va a seguir siendo que en ningún caso haya suavización, estaremos tremendamente vigilantes".

Más allá del posible impacto en una desaceleración del crédito, Olano afirma que no hay ninguna exposición directa de bancos españoles a Israel y que cree que tampoco a proveedores tecnológicos de este país: "No puedo afirmarlo, no tengo ni idea, porque no es posible completar la cadena de subcontrataciones tecnológicas, pero hemos analizado 10 grados y no vemos proveedores israelíes".

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En línea con estos mensajes, la memoria de supervisión del Banco de España incluye una introducción de su gobernador, Pablo Hernández de Cos, en la que hace "un llamamiento a la prudencia de las entidades, en particular en un entorno en el que, a pesar de que se mantienen unas perspectivas de crecimiento económico favorables, persisten importantes riesgos derivados, sobre todo, de las tensiones geopolíticas globales".

Este mensaje es recurrente por parte de los supervisores, que piden a las entidades financieras que acumulen provisiones y capital aprovechando los buenos resultados que están obteniendo en los últimos años.

Capital

Olano aclara que esto no implica que el Banco de España crea que los bancos españoles tienen poco capital: "Nos sentimos confortables". Y añade que los bancos españoles salen mal en la comparativa europea porque las entidades nórdicas han tenido tradicionalmente menos provisiones y más capital, y porque han usado más modelos internos. Es decir, que las ratios de solvencia no son comparables. Aun así, seguirá pidiendo más capital a los bancos españoles.

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La directora general también aprovechó la presentación de la memoria para informar de una inspección global europea que se ha hecho de la cartera hipotecaria de las entidades, en la que se han detectado deficiencias en los criterios de concesión de algunas entidades españolas. Aunque matiza que nada distinto que las de sus competidores, y con mejores resultados en la valoración de colaterales.