Urbas negocia una reestructuración de deuda y quitas con la banca y otros acreedores

La inmobiliaria Urbas se remanga para una de las mayores reestructuraciones de deuda del momento en España. Esta compañía está tratando de convencer a los bancos y acreedores de un plan para reducir y reconvertir deuda valorada en 44,2 millones de euros de su filial vasca Murias, según detalles del plan a los que ha tenido acceso este medio. Contempla pequeñas quitas para una parte subordinada de la deuda, pero no para los créditos ordinarios ni para los proveedores.

Entre los principales acreedores figuran CaixaBank, con unos 6,5 millones; BBVA, con cerca de 5 millones; Kutxabank, con 1,3 millones; y Santander y Sabadell, con cerca de 1 millón. El Instituto de Crédito Oficial (ICO) público también tiene en juego unos 10 millones a través de avales y pólizas. Las entidades, lideradas por CaixaBank, de momento han dicho que no al plan de Urbas, a la espera de posibles cambios. Desde los bancos consultados no hicieron comentarios.

Desde Urbas señalaron que el objetivo de la reestructuración de sus constructoras es "adecuarlas a la nueva coyuntura del sector, asegurar su competitividad y prepararse para los futuros requerimientos y exigencias del mercado". Añaden que la operación garantiza el empleo, las obras y la viabilidad de la filial, y que ya estaba planificada en el actual plan estratégico.

Esta reestructuración es parte de la digestión derivada de las compras realizadas por Urbas en los últimos años. De hecho, la inmobiliaria adquirió Murias hace cuatro años, en marzo de 2020, en pleno covid, en una operación valorada en 30 millones. Esta constructora donostiarra es conocida por haber participado en las remodelaciones de San Mamés (estadio del Athletic Club) y el Reale Arena (de la Real Sociedad) y en varios tramos del tren de alta velocidad.

Probabilidad de insolvencia

La compañía explica en la documentación distribuida que su filial se encuentra "en situación de probabilidad de insolvencia en el corto/medio plazo, derivada principalmente de las tensiones de liquidez", sobre todo tras el encarecimiento de sus costes en los últimos tiempos.

Para ello plantea distintas medidas. Salvo una hipoteca de Sabadell (de 600.000 euros), el resto de sus deudas se verían afectadas de una manera u otra por el plan. El objetivo de Urbas es limpiar gran parte de la deuda con una emisión de bonos convertibles de 25 millones, que asumirá la matriz. Con esta fórmula, los acreedores dependerán de la evolución de Urbas en bolsa para recuperar su dinero con plusvalías o minusvalías.

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Esta compañía vale en bolsa 184 millones y ha caído en torno a un 40% en los últimos 15 meses. Su deuda asciende a unos 250 millones y su beneficio se situó en unos 19 millones en 2023.

Junto a la emisión de convertibles, el plan de Urbas pasa por aplicar un periodo de carencia (en el que no se devuelve principal) de 12 meses a toda la deuda bancaria y aplicar quitas a parte de la deuda (solo a la subordinada, no a la ordinaria) de CaixaBank, BBVA y Kutxabank, que sufrirían pérdidas por unos 100.000 euros en sus bonos subordinados, un 20% del total. La propia Urbas también sufrirá una quita del 20% de la deuda intragrupo, que asciende a 17 millones. El resto servirá para recapitalizar la compañía.

Con todo ello, los nuevos planes de la constructora vasca pasan por enderezar su cuenta de resultados y generar un volumen de negocio de 30 millones en los próximos meses, con un ebitda anual de en torno a 0,6 millones. Con ello se estabilizaría la caja. Aunque para ello, la inmobiliaria todavía tiene que convencer a los acreedores.