LLYC ficha al presidente de la asociación de asuntos públicos en plena ebullición en el sector

El sector de los asuntos públicos en España está en un momento de ebullición. Tras los numerosos movimientos de los últimos meses —el último de ellos, el fichaje frustrado del exministro Alberto Garzón por Acento, la consultora de José Blanco—, LLYC ha vuelto a mover ficha con una figura de gran simbolismo. Se trata de Carlos Parry, presidente de la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI), la asociación que reúne a las principales compañías de este ámbito. La consultora fundada por José Antonio Llorente hará oficial la incorporación durante las próximas semanas, en calidad de director sénior de Asuntos Públicos en Healthcare, según han confirmado fuentes de LLYC a El Confidencial.

Parry, actual director sénior de Asuntos Europeos en la farmacéutica AstraZeneca, se unirá en abril al equipo global de la consultora para las cuestiones relacionadas con la salud, liderado por Gina Rosell, así como al de Asuntos Públicos, que dirige Carlos Ruiz para España y Paloma Baena para Bruselas. "Impulsará la práctica de salud y farma de la firma, con foco en el asesoramiento en asuntos públicos a las empresas del sector y teniendo muy en cuenta el eje Madrid-Bruselas, de cara a las elecciones europeas de este año", aseguran las fuentes consultadas.

El propio Parry ya ha comunicado la decisión a la junta directiva de APRI, al final de una reunión ordinaria que ha tenido lugar esta misma tarde. El actual presidente fue elegido el mes pasado, en sustitución de María Rosa Rotondo, socia directora de Political Intelligence, que había ejercido el cargo durante 15 años. El salto profesional no afectará a su mandato al frente de la asociación de las consultoras, que tiene una duración de cuatro años y al que accedió a título individual.

Según publicó en su día este periódico, el frustrado fichaje de Garzón por Acento provocó fuertes divisiones en el seno de APRI, a la que pertenecen tanto la empresa de José Blanco como la propia LLYC. La incorporación del antiguo coordinador general de Izquierda Unida, que había ocupado la cartera de Consumo hasta el pasado noviembre, incumplía el código de conducta de la asociación, que determina que ningún miembro puede fichar a expolíticos hasta que trascurran tres años desde su cese. Finalmente, la renuncia de Garzón evitó la expulsión de Acento, que reclamaba un socio y la propia consultora estaba dispuesta a emprender voluntariamente. Algunas compañías que no siguen estas reglas, como beBartlet, no forman parte de APRI, que defiende una regulación nacional de la actividad de los lobbies similar a la que ya existe a escala comunitaria.

TE PUEDE INTERESAR

¿Por qué Garzón ha tenido que recular? Hablan tres políticos que sí acabaron en la privada

Marcos Lema

Los últimos movimientos se producen en un escenario marcado por la expansión, cada vez más acelerada, del sector, con dos grandes protagonistas: LLYC y Acento. Ambos mantienen una interesante competición por el liderazgo de los asuntos públicos en España. Aunque el segundo ha experimentado un crecimiento meteórico durante los últimos años, la división de Asuntos Públicos de la multinacional dirigida por Alejandro Romero es la más importante a escala global: Parry se unirá a un equipo con más de 50 profesionales en el conjunto del continente.

Curtido durante el coronavirus

La trayectoria del nuevo fichaje de LLYC está íntimamente ligada al sector de la salud, tanto en el ámbito público como en el privado. En el primero, ha sido asesor en el Parlamento Europeo y vocal asesor en el Ministerio de Sanidad, además de coordinar la candidatura de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento, que finalmente recayó en Ámsterdam, después de abandonar Londres con motivo del Brexit. En el segundo, ha sido responsable de asuntos públicos en la farmacéutica Merck o la patronal europea EFPIA.

Sin embargo, el puesto que abandona ahora en AstraZeneca es el que más ha marcado su trayectoria. Parry entró en la multinacional hace tres años, en un momento de crisis reputacional por las vacunas para el covid-19, debido a los efectos secundarios que se detectaron en algunos pacientes. España llegó a suspender la administración de las inmunizaciones de este laboratorio. A pesar de aquel episodio, la multinacional instalará su centro de investigación global en Barcelona, con una inversión prevista de 800 millones de euros y la creación de 1.000 puestos de trabajo. El nuevo fichaje de LLYC jugó un papel crucial —según aseguran fuentes conocedoras— en la recuperación de la confianza entre la compañía y el Gobierno de Pedro Sánchez.