La Caixa viaja a Riad para reunirse con Saudi Telecom ante su entrada en Telefónica

Los principales accionistas y el primer directivo de Telefónica empiezan a dar por hecho que el Gobierno de Pedro Sánchez permitirá a Arabia Saudí la toma de una participación significativa en el capital de la operadora de telecomunicaciones, pese a las reticencias que, en fondo y forma, ha generado la operación.

Según han confirmado varias fuentes, un alto ejecutivo de la Fundación Bancaria la Caixa ha viajado recientemente a Riad para entrevistarse con los responsables de Saudi Telecom Company (STC), que el pasado mes de septiembre anunció que tenía un 4,9% de las acciones del grupo español y la intención de llegar al 9,9%, permiso del Gobierno mediante. Entre Criteria, el holding de inversiones de La Caixa, y CaixaBank, banco controlado en un 32,2% por la fundación, tienen más de un 6% del capital de la operadora, lo que convierte el universo Caixa en el principal accionista de facto de Telefónica.

Tras el viaje de José María Álvarez-Pallete a la capital de la monarquía árabe, que desveló El Confidencial el pasado 27 de noviembre, una persona de gran confianza de Isidro Fainé, presidente de La Caixa, se desplazó días atrás a Oriente Medio para mantener la primera reunión oficial con STC. El cometido era tender los primeros puentes con Arabia Saudí al dar por descontado, tras las distintas reuniones con el Gobierno, que se convertirá en accionista relevante de Telefónica. Al menos, con la misma participación —cerca del 5%— que la que tienen La Caixa y BBVA.

El encuentro fue utilizado por la mano derecha de Fainé para contrastar que el interés de la monarquía saudí en Telefónica es meramente empresarial y que la inversión de hasta 2.000 millones de euros en acciones de la compañía no esconde ninguna pretensión de tomar el control de la casi centenaria compañía española. También para comprobar que, en ningún caso, se pondrá en riesgo la seguridad de España, asunto capital para el Gobierno de Pedro Sánchez, según declaraciones de la aún ministra de Economía y vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

El encuentro fue utilizado por la mano derecha de Fainé para contrastar que el interés de la monarquía saudí es meramente empresarial

La reunión en Riad es la primera que tiene un accionista clave de Telefónica con Saudi Telecom Company, que hasta la fecha se había limitado a verse las caras con Pallete. La cita es relevante porque, cuando se delimite qué porcentaje adquiere el conglomerado de Oriente Medio, pedirá al menos un asiento en el consejo de administración. Un órgano de gobierno en que La Caixa tiene un lugar preferente, ya que Isidro Fainé es vicepresidente de la operadora. Si STC toma una participación mayor que la que ahora mantiene el holding financiero español, es probable que exija un nivel de interlocución similar al que tienen tanto CriteriaCaixa como BBVA.

La decisión de si STC se hace con un 9,9% o se queda finalmente con el 4,9% que ya tiene depende del Gobierno, que puede aplicar la conocida como ley antiopas para proteger a una empresa calificada como estratégica de fondos extranjeros. Riad todavía no ha pedido la autorización para que la Moncloa valide su posición final, a la espera de cerrar un acuerdo preliminar para que el expediente gubernamental sea posteriormente un trámite.

Consejo tras la reunión en Moncloa

Tras el encuentro en tierras árabes, Fainé y Pallete se vieron las caras la pasada semana con motivo del consejo de administración de Telefónica del mes de noviembre. La celebración del consejo se produjo un día después de la visita del banquero de La Caixa a la Moncloa para entrevistarse con Pedro Sánchez y Calviño, el pasado día 28. Una comida, la primera que mantiene el líder del PSOE con un empresario tras ser investido presidente, en la que el presidente del Gobierno y el de la entidad financiera hablaron del futuro de la operadora con la llegada de Arabia Saudí y la pretensión del Ejecutivo de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tome también un 5%.

Según otras fuentes, Fainé transmitió tranquilidad a Pallete, que ha sido designado de facto por la Oficina Económica de la Moncloa para encajar al más alto nivel los intereses del Ejecutivo, del bloque de accionistas españoles, con los de Arabia Saudí. Pero en los despachos presidenciales de La Caixa y de Telefónica existe cierta inquietud porque, desde las privatizaciones de la década de los noventa, ningún Gobierno había intervenido en la gestión de una empresa totalmente privada hasta la llegada de la coalición PSOE-Sumar.

El único precedente es Indra, de la que el Estado ya tenía el 18% del capital antes de que la SEPI, bajo el mandato de Pedro Sánchez, se hiciera con el 28% del capital. Un aumento de la participación que fue acompañado del relevo en la presidencia y la destitución de la mayoría de los consejeros independientes.