Los bancos asumen provisiones extra a final de año ante la presión supervisora

Los bancos españoles ceden a las presiones de los supervisores. Parte de las grandes entidades del país ha decidido realizar provisiones extraordinarias durante el último trimestre del año, ante la insistencia del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España, según fuentes financieras consultadas por este medio.

Los supervisores no se fían del actual entorno y creen que durante los próximos años podría empeorar considerablemente la morosidad. Por ello, quieren que las entidades lleguen con la mayor cobertura posible a este escenario. Por su parte, los bancos consideran que tienen muy bien cubiertas sus carteras y que el BCE y el Banco de España llevan siendo pesimistas desde el covid, con unos vaticinios que han fallado una y otra vez.

Aun así, varios banqueros consultados por este medio reconocen que han decidido ceder a las presiones también por un interés egoísta: la comparativa de 2024. Así, las previsiones internas de los bancos apuntan a un próximo ejercicio en el que va a ser complejo mejorar el resultado por diversos factores. El primero, la repreciación progresiva de los depósitos. El segundo, el incremento de los costes, con una subida tan solo en plantilla de más de un 3% por el nuevo convenio. Y tercero, por las provisiones.

Esta presión sobre los resultados se verá parcialmente compensada por los mayores ingresos que se esperan en la cartera de crédito, que según los últimos informes todavía tiene margen de encarecerse hasta mediados del próximo año, siempre en función de lo que decida el BCE con los tipos de interés. En este escenario, rebajar ligeramente el beneficio de 2023 con provisiones extraordinarias puede beneficiar a los bancos en la comparativa del próximo ejercicio.

Como las carteras de créditos siguen evolucionando favorablemente, los banqueros consultados señalan que se está estudiando elevar las dotaciones a través de provisiones anticrisis (PMA o post model adjustment) o a través de los denominados dudosos subjetivos: créditos que están pagando religiosamente, pero que se cubren por sus malas perspectivas. Puede ser por algún retraso en el pago de alguna cuota, por presión sobre sus ingresos o gastos o porque pertenezcan a algún sector con malas perspectivas.

“Los sistemas de gestión de riesgo de crédito, en especial los de alertas tempranas, cobran un especial protagonismo en estos momentos de incertidumbre. Ello permitirá a las entidades anticiparse a potenciales incrementos de morosidad y adaptar la gestión de las carteras de una manera más eficiente”, expuso recientemente Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, en un discurso ante banqueros.

A la espera del golpe

"Dada la incertidumbre reinante, es de esperar un deterioro de la calidad crediticia, y por ello los supervisores recomendamos que los bancos refuercen sus políticas de provisiones", añadió.

En lo que va de año (resultados de finales de septiembre), las entidades españolas ya han aumentado las dotaciones respecto a 2022. Los 10 principales bancos han provisionado más de 15.000 millones, un 23% más que el año anterior (ver cuadro). Parte de esta mayor factura ha llegado en los negocios internacionales de los grandes grupos, como Brasil, Estados Unidos y México.

Pero también hay un aumento en las filiales españolas y en aquellos bancos que solo tienen negocio aquí. A la espera de las dotaciones extra pactadas con los supervisores, y cuyos efectos se verán en las cuentas que se presentarán al mercado entre finales de enero y febrero.