Iberdrola estudia ya reclamar a Siemens Gamesa tras los retrasos y fallos en sus turbinas

Iberdrola se prepara para potenciales reclamaciones a Siemens Gamesa tras los graves problemas que está sufriendo el fabricante de aerogeneradores alemán. La eléctrica ya está trabajando internamente en los diferentes escenarios que se pueden derivar de los fallos técnicos en el material fabricado y de los retrasos de las entregas que se pudieran producir, tal y como han reconocido los dirigentes de la matriz germana, Siemens Energy.

En este contexto, Iberdrola ya ha sondeado a diversos expertos en arbitrajes como medida última para dirimir las diferencias entre las partes, si no llegaran a un acuerdo satisfactorio a la hora de saldar los daños y perjuicios que pudieran derivarse para la eléctrica, confirman diversas fuentes al tanto de la situación.

Por tanto, la empresa ya está trabajando internamente en esta posibilidad y se refuerza jurídicamente de cara a una potencial negociación. Fuentes jurídicas señalan que, si no se llegara a un acuerdo, los contratos entre las partes contemplan la posibilidad de lanzar un arbitraje para que sea un tercero independiente quien decida hasta dónde se pueden extender las reclamaciones. Fuentes oficiales de Iberdrola se limitan a señalar que "no hay ningún arbitraje contra Siemens Gamesa". Desde Siemens Gamesa y Siemens Energy, han declinado hacer comentarios.

Iberdrola ya advirtió de que llevaría a cabo un "exhaustivo análisis" interno antes de instalar 11 turbinas de uno de los problemáticos modelos de Siemens Gamesa. Además, está pendiente de recibir tanto material offshore como turbinas de la plataforma 5.X., que podrían retrasarse o dar problemas de funcionamiento a tenor de la situación de Gamesa, según ha admitido Siemens. Además, ya ha instalado turbinas de la plataforma 4.X., otra que Gamesa ha dicho que podría fallar.

"Siemens Gamesa e Iberdrola han alcanzado un nuevo hito en el desarrollo de la industria eólica en España, con la firma de un acuerdo para instalar las primeras turbinas de la plataforma Siemens Gamesa 5.X., las más potentes en eólica terrestre del mundo actualmente en el mercado", señalaban las empresas en un comunicado el pasado 18 de enero de 2022, mucho antes de que Siemens desvelara los problemas.

En cualquier caso, otras fuentes esperan que la sangre no llegue al río y se pueda llegar a un acuerdo de reclamaciones satisfactorio para las partes y negociado sin tener que recurrir al arbitraje que ya sondea Iberdrola. Para ello, Siemens Energy ha arrojado este año unas pérdidas de más de 4.300 millones de euros. La propia firma hispanoalemana ha advertido de que esas pérdidas se deben a los fuertes desembolsos que la compañía prevé que tendrá que hacer para compensar a los clientes con los que no pueda cumplir, ya sea por fallos en el material entregado o por retrasos en las entregas que hagan que sus clientes no puedan poner en marcha sus parques en los plazos comprometidos.

La cuestión no es baladí, ya que Iberdrola, a su vez, tiene que asumir compromisos con terceros consumidores a los que suministra electricidad. De hecho, la firma ya sabe lo que es sufrir en sus carnes una demanda por no cumplir con sus clientes. La multinacional Nike interpuso el pasado 16 de junio una demanda a Avangrid, filial de Iberdrola en EEUU, ante los tribunales del estado de Oregón por discrepancias en la provisión de la electricidad comprometida.

Rescate a Siemens Gamesa

Las potenciales reclamaciones de Iberdrola y otras empresas contra Siemens Gamesa se dan en plena crisis de la matriz, Siemens Energy, que ha arrojado esas pérdidas de 4.300 millones este año y no prevé volver a beneficio hasta 2026. De hecho, la pasada semana, el CEO de la empresa anunció que para volver a beneficio prevé hacer ajustes que supondrían una reducción de gastos de hasta 400 millones de euros dentro de tres años, sin descartar la venta de divisiones o despidos, lo que ha levantado en pie de guerra a los sindicatos de la empresa en España. De hecho, la crisis tiene parada la producción, aunque la empresa sigue apostando por la eólica terrestre que se desarrolla en España, donde se concentran los problemas del fabricante de eólica.

La crisis es de tal calibre que el Estado alemán ha salido al rescate de Siemens Gamesa y pondrá avales por hasta 7.500 millones de euros para tratar de sostener la cartera de pedidos que tiene la empresa de más de 112.000 millones de euros, su tabla de salvación. También la banca alemana, con Deutsche Bank a la cabeza, está participando del rescate. Dado el peso del empleo en España, el Ministerio de Industria también se comprometió a poner avales por 3.000 millones de euros, aunque por ahora no hay nada cerrado y trabaja con entidades financieras sobre este respaldo a la empresa.

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Al margen de los problemas específicos de Siemens Gamesa, toda la industria eólica está sufriendo por los aumentos de costes, la presión de precios de los clientes y la fuerte competencia de China, que ha llegado a que la Unión Europea salga en defensa de esta industria en Europa.

Se da la paradoja de que País Vasco, lugar de origen de Iberdrola, es una de las zonas donde la actividad de Siemens Gamesa está amenazada por la crisis, ya que concentra una parte del empleo y la sede de Zamudio (Vizcaya). Iberdrola y Siemens han tenido una relación tumultuosa desde que decidieron fusionarse como accionistas de Gamesa en 2017. Tras algunas críticas a la gestión del fabricante de aerogeneradores por parte del presidente de Iberdrola, la eléctrica decidió vender su participación y salirse del accionariado. El último episodio de crisis se produjo, ya como cliente y proveedor, en diciembre de 2022 por discrepancias en los proyectos de eólica marina de Reino Unido, aunque posteriormente se destensaron las relaciones.