Nueva cúpula en Celsa: Cazorla será CEO y Albarracín, al consejo

Los nuevos propietarios de Celsa, la empresa siderúrgica fundada por la familia Rubiralta, empiezan a seleccionar las fichas que se encargarán de reflotar la compañía, tras una reestructuración histórica. Deutsche Bank, SPV, Cross Ocean, Sculptor, Goldent Tree, Capital Group y Attestor, los acreedores a los que los Rubiralta dejaron de pagar préstamos por 1.500 millones de euros, han elegido a Jordi Cazorla como nuevo CEO de la compañía, según han anunciado en la tarde de este viernes.

Hasta que se produzca la incorporación del hasta ahora director general de DS Smith para el sur de Europa, la dirección general del grupo siderúrgico recaerá en Sergio Vélez, responsable de FTI Consulting en España. De este modo, los fondos que se han hecho con el control de Celsa, completan una estructura de dirección que estará encabezada por Rafael Vilaseca como presidente no ejecutivo, como ya se desveló en septiembre.

La neeva dirección de Celsa tendrá como objetivo primordiar revitalizar la situación de un negocio que el pasado año registró los mejores resultados de su historia, pero que ha empezado a notar el enfriamiento de la demanda y, por tanto, la caída de la demanda de la producción de acero y derivados.

Al tratarse de un negocio cíclico, es decir, vinculado a la evolución de la economía, el frenazo en mercados como Francia y Alemania pasará factura a Celsa, que en 2022 facturó cerca de 6.000 millones y obtuvo un beneficio operativo de 897 millones.

Nuevos consejeros

Estas incorporaciones se han conocido horas después de que El Confidencial adelantara que Deutsche Bank y el resto de fondos que se han quedado con el grupo catalán han pactado la incorporación de Hilario Albarracín, el que fuera líder de KPMG durante casi 30 años, y la de Daniel Alaminos, abogado del Estado y ex secretario general de Abengoa.

Según fuentes cercanas a la negociación, Albarracín, que fue socio de la consultora y auditora desde 1996, acompañará a Vilaseca, que solicitó su fichaje para que le ayudase en la tarea de revisar las cuentas del holding. Especialmente porque, en la última década, EY, el auditor de la compañía, había advertido de errores de bulto a la hora de contabilizar determinadas inversiones, por las que los anteriores administradores de Celsa hubieran tenido que asumir deterioros de más de 500 millones de euros.

Albarracín es, precisamente, experto en auditoría y due diligence o análisis profundo de los balances y cuenta de resultados de las empresas. De hecho, entre 2006 y 2011 dirigió el área de auditoría de KPMG, que después le nombró consejero delegado. En 2016 accedió a la presidencia, puesto en el que estuvo hasta marzo de 2021, tras pasar casi 30 años en la firma. KPMG es de las pocas consultoras que no participaron en el proceso de reestructuración de Celsa, ya que no fue contratada por los nuevos dueños para sus informes periciales ni por los Rubiralta, que perdieron el pasado septiembre en el juzgado la propiedad del grupo fundado por su padre.

La relación entre Vilaseca y Albarracín viene de la época en la que el ex consejero delegado de Gas Natural (hoy Naturgy) dirigía las riendas del grupo catalán. Durante aquella época, KPMG fue uno de los asesores de cabecera más relevantes de la empresa energética, hasta el punto de que validó la compra de Unión Fenosa en 2009 por 6.000 millones de euros en representación del Registro Mercantil. Hasta el punto de que en 2017 fichó a todo el equipo de 70 personas de EY que trabajaba con Gas Natural para poder seguir contratando servicios de consultoría con la compañía participada por La Caixa, al entrar en vigor las incompatibilidades de la nueva ley de auditoría.

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Agustín Marco

Experto en transacciones corporativas, Albarracín, seguidor del Atlético de Madrid, formó parte del Consejo Global de KPMG y del Consejo de Europa, Oriente Medio y África (EMA), lo que le permitió conocer de primera mano las grandes tendencias en gestión empresarial y tomar el pulso a la situación de la economía a nivel internacional. Actualmente, es miembro y tesorero del Círculo de Empresarios y consejero de Howden Iberia, el cuarto mayor bróker de seguros en España.

La llegada de Albarracín irá acompañada de la de Daniel Alaminos. Licenciado en Derecho con especialidad jurídico empresarial por la Universidad San Pablo CEU y abogado del Estado desde el año 1996, el último cargo de Alaminos fue el de secretario general y consejero de Abengoa. Experto también en reestructuraciones, sobre todo en el sector financiero e inmobiliario, el abogado fue socio del área de mercado de capitales del bufete Ramón y Cajal y responsable de la asesoría jurídica de la Sociedad Estatal de Participaciones Empresariales (SEPI). Alaminos tiene el título de marqués de Alhendín de la Vega de Granada por herencia de su padre.