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Riesgo de naufragio en Pescanova: Cooke rebaja el precio de compra tras ver las cuentas
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Riesgo de naufragio en Pescanova: Cooke rebaja el precio de compra tras ver las cuentas

Glenn Cooke, el consejero delegado de Cooke, ha transmitido a Abanca una nueva oferta que dista mucho de la pactada hace ahora dos meses

Foto: Sede de Grupo Pescanova. (EFE/Salvador Sas)
Sede de Grupo Pescanova. (EFE/Salvador Sas)
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El futuro de Nueva Pescanova ha encallado pese al acuerdo alcanzado el pasado 13 de abril entre Abanca, su principal accionista, y la multinacional canadiense Cooke. La compañía norteamericana ha rebajado de forma sensible el precio de la adquisición, fijado en 150 millones de euros de 500 millones de deuda más, después de encontrar lagunas en las cuentas consolidadas de la empresa gallega, una vez realizado el análisis pormenorizado de las cuentas o due diligence.

Según han confirmado varias fuentes próximas a la operación, Glenn Cooke, el consejero delegado de Cooke, ha transmitido a Abanca una nueva oferta que dista mucho de la pactada hace ahora dos meses. En lugar de abonar 150 millones, la propuesta del grupo canadiense consiste en inyectar 200 millones a Nueva Pescanova para que pueda atender sus obligaciones financieras más imperiosas y pagar 50 millones al banco gallego controlado por el venezolano Juan Carlos Escotet.

En otras palabras, Cooke está dispuesto a salvar a la icónica empresa con sede en Pontevedra, con una plantilla de 13.000 personas, siempre y cuando Abanca acepte ingresar dos tercios menos de lo previsto inicialmente. Un ajuste que influiría en las cuentas de la entidad financiera con sede en Betanzos (A Coruña). Fuentes financieras agregan que Nueva Pescanova necesita de forma inminente unos 300 millones de euros para atender sus urgencias después de que la revisión de sus cuentas haya revelado unos resultados sensiblemente inferiores a los anunciados.

El plan estratégico de la compañía gallega estimaba en un principio un beneficio operativo o ebitda de unos 120 millones. Una cifra que posteriormente se rebajó a la mitad, a unos 60 millones, y que, finalmente, rondará los 12 millones, según fuentes próximas a la due diligence. El grupo gallego, que fue rescatado de la quiebra por Abanca en 2014, sufrió en 2022 el aumento del coste del petróleo para sus barcos y el brusco descenso de las ventas de pescado debido al aumento de los precios al consumidor final. Pero estas fuentes aseveran que los problemas de Nueva Pescanova son más estructurales y que en el análisis del balance y de las cuentas han aparecido determinados pagos e ingresos que son cuestionables.

Foto: Ignacio González, CEO de Nueva Pescanova hasta el 16 de junio. (Cedida)

Ante la nueva propuesta de Cooke, fuentes financieras indican que Abanca ha puesto encima de la mesa un plan B, que consiste en retomar la fusión con Iberconsa, otra empresa pesquera gallega en manos del fondo estadounidense Platinum. El problema es que Iberconsa también tiene una situación delicada, puesto que sus cuentas también se vieron afectadas por el alza del crudo y la caída de las ventas. Pero, sobre todo, porque arrastra una deuda de más de 300 millones que vencen el próximo año, según el informe anual de 2021, el último disponible.

En marzo, Banco Santander, CaixaBank y Sabadell se negaron a asumir más riesgos con Nueva Pescanova, con la que tenían un préstamo de hasta 150 millones para financiar su circulante. La compañía tiró de tesorería y amortizó esa línea de crédito para poner de manifiesto su solvencia ante las dudas expresadas por estos bancos.

Hasta la fecha, Abanca ha aportado cerca de 600 millones para garantizar la supervivencia de Nueva Pescanova, que, con sus 12.000 empleados, es una empresa de carácter estratégico para Galicia. La heredera de la antigua NCG Banco (el grupo surgido de la fusión fallida de Caixa Galicia y Caixanova) desembarcó con fuerza en Nueva Pescanova en 2018, mediante compras de participaciones a bancos que también se habían visto pillados por la quiebra de la vieja Pescanova.

Abanca ha aportado cerca de 600 millones para garantizar la supervivencia de Nueva Pescanova

Adquirió las participaciones de BBVA, que tenía un 5,9%, de HSBC, que había convertido su deuda impagada en un 6,77% del capital, y de Bankia (3,5%). En 2019, prosiguió su escalada al hacerse también con los paquetes del Santander y del italiano UBI Banco, hasta alcanzar el 39,29%. Después, en marzo de 2020, se hizo con el 40% del capital que estaba en manos de CaixaBank y Sabadell por unos 119 millones de euros, inversión que le llevó a alcanzar el 79,29% del accionariado. A la par, se hizo con los paquetes del 9% y 4% que estaban en manos de Bank of America y Brookfield, quienes tiempo atrás habían intentado quedarse con el grupo.

Pero Abanca ha querido facilitar la venta de Nueva Pescanova, de la que tiene un 97% del capital, debido a las indicaciones del Banco Central Europeo (BCE) de reducir su exposición a la empresa, que arrastra una deuda de 500 millones. Al tener casi la totalidad del accionariado, la entidad dirigida por Escotet debería provisionar toda la inversión, que supera con creces esa cifra. Si cerrase la venta cuando se complete la due diligence, podría desconsolidar esta participación, lo que tendría un efecto positivo en sus ratios de capital.

La importancia de Nueva Pescanova es tal para Galicia que Escotet se comprometió con Alberto Núñez Feijóo, cuando era presidente de la Xunta, a hacer todo lo posible por devolver el esplendor a una empresa mítica en la región.

El futuro de Nueva Pescanova ha encallado pese al acuerdo alcanzado el pasado 13 de abril entre Abanca, su principal accionista, y la multinacional canadiense Cooke. La compañía norteamericana ha rebajado de forma sensible el precio de la adquisición, fijado en 150 millones de euros de 500 millones de deuda más, después de encontrar lagunas en las cuentas consolidadas de la empresa gallega, una vez realizado el análisis pormenorizado de las cuentas o due diligence.

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