A concurso Body Dryer, la empresa del sobrino de Esther Koplowitz que quería secarnos sin toalla

Era un objetivo ambicioso, pero finalmente se ha visto truncado. Body Dryer SL, la empresa fundada por Guillermo Soria, sobrino de Esther Alcocer Koplowitz, que pretendía poner fin a las toallas y los gérmenes para secarnos rápidamente y homogéneamente tras un baño, ha presentado el concurso de acreedores tras arrojar unas deudas que superan los 740.000 euros.

La compañía había diseñado un aparato electrónico que tenía un sistema de secado con tecnología patentada, con una fijación fácil a la pared y que estaba adaptado tanto para interiores como para exteriores. Así, y con un tamaño más pequeño del que podríamos imaginar —mide dos metros de alto, 16,5 centímetros de ancho y 22 centímetros de profundidad—, buscaron su irrupción no solo en los hogares, sino también en hoteles, gimnasios u hospitales, por ejemplo.

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La compañía tenía así el objetivo de convertir el secado en una experiencia única a la vez que sostenible. Así, nació para cubrir un sentir, el sentirse seco, cuidado y atendido de una forma única, como señalaban en su página web. "Ponemos a tu alcance la innovación y la tecnología, de la manera más bella, más agradable, menos invasiva y más integrada posible".

De hecho, entre sus clientes están algunos de los hoteles más exclusivos de España. El Wellington en Madrid, el Resort Las Arenas en Valencia o el Gran Hotel Miramar en Málaga son algunos de los mejores ejemplos, aunque también están el gimnasio Grow Performance en Aravaca (Madrid), lanzado por la influencer Verónica Costa, conocida en las redes sociales como Vikika.

Unos clientes que no hicieron que la empresa Body Dryer SL fuera rentable. Creada en 2016 por Guillermo Soria, arrojó unas pérdidas de 118.068 euros en 2021, último ejercicio presentado en el Registro Mercantil, tras solo lograr 32.252,75 euros en ventas. Cifras insuficientes cuando los gastos de explotación se sitúan en casi 92.000 euros, lo que hizo que no obtuviera números verdes desde su constitución y que el propio sobrino de Esther Alcocer Koplowitz se viera obligado a aportar, con carácter de urgencia, 380.100 euros en dicho año.

Una situación que era inasumible y que hizo que Body Dryer SL presentara, con carácter voluntario, el concurso de acreedores. Entre sus acreedores no solo estaba Guillermo Soria, sino también CaixaBank, que concedió varios préstamos y una línea de crédito a la sociedad por importe de casi 200.000 euros; la firma United Canary Building SA, propiedad de David Shohet, que prestó 100.000 euros, o la empresa pública Enisa como proveedor de servicios, con más de 24.200 euros.

Así, y ante la insuficiencia de masa activa, el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid dictó la conclusión del concurso de acreedores, el cese del administrador (Guillermo Soria) y el cierre provisional de la hoja registral de Body Dryer SL. Unos hechos sobre los que ha intentado obtener más información El Confidencial, pero sin obtener contestación.

Focalizado en el inmobiliario

El descalabro con Body Dryer SL hará que el sobrino de Pablo Santos, marido de Esther Alcocer Koplowitz, se centre en otro de sus negocios: Actua Real Estate. La inmobiliaria, creada a comienzos de 2020, no solo intermedia y asesora en operaciones, sino que también se ha lanzado a la promoción y explotación de proyectos y a la adquisición y venta de distintos activos.

Un negocio que, al igual que con Body Dryer, es nuevo para Guillermo Soria. Su trayectoria profesional ha estado vinculada sobre todo al sector jurídico, ya que ha trabajado como abogado para Garrigues, el bufete británico Dass Solicitors, Jones Lang LaSalle, MLA Associates o Chávarri. No obstante, también es socio y CEO de Ffuuss —desde su creación en 2022—, que guarda gran relación con su proyecto fallido, al ser una marca del Grupo OTS dedicada a diseñar productos para el secado de manos.