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La sonrisa perfecta de SmileDirectClub (y Draymond Green), un dolor de muelas para el accionista
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Batacazo en Wall Street

La sonrisa perfecta de SmileDirectClub (y Draymond Green), un dolor de muelas para el accionista

Llegó al mercado como una alternativa 'low cost' a otros gigantes de la ortodoncia invisible y tres años después de su salida a bolsa ha sufrido superior al 98%

Foto: Draymond Green en un partido con Stephen Curry. (Usa Today Sports)
Draymond Green en un partido con Stephen Curry. (Usa Today Sports)
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SmileDirectClub quería que cualquier persona pudiera sonreír sin ningún tipo de complejo, pero lo que era un objetivo tal vez realista para sus directivos se ha tornado en un puro dolor de muelas para sus accionistas. El batacazo en Wall Street ha sido la tónica dominante desde que decidiera su salto a la Bolsa de Nueva York. Sobre todo para aquellos que decidieron respaldar el modelo de negocio low cost de ortodoncia invisible en su salida a bolsa o para los que confiaban en que se produjera un rebote que, de momento, no ha llegado tras sufrir un desplome del 98%

Un batacazo bursátil que ha provocado que su capitalización de mercado haya caído desde los 7.500 (6.990 millones de euros) hasta los 152,8 millones de dólares (142,4) desde que debutara a finales de 2019. Es decir, en más de tres años se han esfumado cerca de 7.350 millones (6.851 millones de euros), lo que ha asestado un duro golpe a muchos accionistas. No así a Draymond Green. El jugador de los Golden State Warriors de la NBA invirtió antes de que saliera al parqué al acudir a una ronda en 2015 que valoraba a la compañía en 150 millones. Un nivel similar, pero ligeramente superior al que cotiza actualmente. Una compañía que conocía de primera mano al utilizar sus productos con éxito, lo que hizo que fuera una de sus primeras inversiones.

Foto: Las clásicas ortodoncias con 'brackets' van camino de la obsolescencia. (EFE)

Esta mala evolución en el parqué obedece a múltiples factores que han hecho desconfiar sobre su devenir bursátil. De hecho, los bancos de inversión arrojaron la toalla con la compañía en mayo de 2022, último mes en el que alguna firma recomendó la compra de sus acciones. Así, desde entonces solo ha gozado de consejos de mantener o vender. Actualmente, dos de cada tres abogan por mantener y uno de cada tres por vender.

SmileDirectClub llegó al mercado como una alternativa low cost a otros gigantes más consolidados de su sector, como Invisalign, y casi desde su irrupción levantó numerosas quejas y denuncias por parte del colectivo de dentistas. Así, se trataba de un modelo de negocio de ortodoncias invisibles aptas para todos los bolsillos, puesto que su precio es de 2.050 dólares frente a unos 7.000 dólares que rondan las alternativas más tradicionales. ¿Por qué esta diferencia? Porque en términos de tiempo el tratamiento es mucho menor y, al abordar la mayoría de gestiones de manera online, la visita a las clínicas es mucho más reducida, lo que rebaja notablemente los costes.

En nuestro país su aterrizaje se produjo a finales de 2020, pero poco después de un año, decidió retirarse y cerrar las pocas tiendas físicas que había abierto. ¿El motivo? Optimizar su estructura organizativa dentro de la crisis que afronta la cotizada en Wall Street. De hecho, si accedemos a su página web desde nuestro país nos saltará un mensaje de "gracias por tu interés en SmileDirectClub y las formas en que podemos ayudarte a obtener la sonrisa que deseas. No estamos aceptando nuevos miembros del club en tu ubicación en este momento. Si ya eres miembro del club, tu tratamiento continuará sin interrupción y con acceso total a la atención médica y del cliente".

La compañía también tiene que hacer frente a una demanda colectiva, impulsada por el fondo de pensiones para empleados de Atención Médica (SEIU), que acusan a SmileDirectClub de incumplir las leyes de valores en su registro previo de salida a bolsa, lo que habría motivado el desplome del 98% desde su IPO. Así, alegan que la cotizada manipuló sus ingresos, la satisfacción de sus clientes y los riesgos legales/regulatorios. Estos últimos se acentuaron, casualidad o no, semanas después de su salto al parqué al sufrir una demanda colectiva por publicidad falsa por parte de dentistas, ortodoncistas y consumidores, siendo también demandados los bancos encargados de su salida a bolsa: JP Morgan, Citigroup, Bank of America y UBS.

Un paso por los juzgados que no será el primero para SmileDirectClub y, posiblemente, tampoco el último. La compañía ya fue condenada a pagar 3,5 millones de dólares australianos (2,16 millones de euros) por haber realizado publicidad falsa o engañosa para los consumidores, tanto en su página web como a través de correos electrónicos o mensajes de texto, entre mayo de 2019 y octubre de 2020.

SmileDirectClub quería que cualquier persona pudiera sonreír sin ningún tipo de complejo, pero lo que era un objetivo tal vez realista para sus directivos se ha tornado en un puro dolor de muelas para sus accionistas. El batacazo en Wall Street ha sido la tónica dominante desde que decidiera su salto a la Bolsa de Nueva York. Sobre todo para aquellos que decidieron respaldar el modelo de negocio low cost de ortodoncia invisible en su salida a bolsa o para los que confiaban en que se produjera un rebote que, de momento, no ha llegado tras sufrir un desplome del 98%

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