Telefónica aumenta sus ingresos en un 1,8%, hasta los 40.000 M, y gana 2.011 M en 2022

El beneficio neto de Telefónica en 2022 se redujo un 75,3% con respecto al año anterior, hasta situarse en los 2.011 millones de euros, según las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Pero hay que tener cuidado al realizar la comparación interanual, ya que 2021 estuvo marcado por las plusvalías derivadas de la venta de las torres de Telxius y la compensación extraordinaria por la joint venture británica de Telefónica O2 y Liberty Media. El mercado se ha quedado con la lectura positiva y la teleco ha subido un 1,52 en bolsa.

Los ingresos de la compañía se incrementaron un 1,8%, hasta alcanzar los 39.993 millones, con crecimientos en todos sus mercados. Se trata de la primera vez que aumenta la facturación reportada del grupo desde 2015. En España, el crecimiento de las ventas fue del 0,6% interanual, registrando una nueva alza entre octubre y diciembre, lo que supuso el séptimo trimestre consecutivo con aumentos de ingresos en el territorio nacional.

Asimismo, el resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA) ha sido de 12.852 millones de euros. Esta cifra es, en términos brutos, un 41,5% menor que la del año pasado, pero, al igual que el beneficio, no es verdaderamente comparable por el impacto en 2022 de la venta de torres de Telxius y la fusión en Reino Unido.

Con estos resultados financieros en la mano, la compañía ha confirmado que pagará un dividendo en efectivo de 0,30 euros. Esta remuneración a los accionistas se realizará en dos pagos de 0,15 euros, con la primera entrega prevista para diciembre de este año y la segunda programada para junio de 2024. Además, propondrá a los accionistas la amortización del 0,4% del capital social existente en su autocartera a 30 de junio de 2022.

En cuanto a su posición financiera, redujo su deuda neta en casi 2.000 millones, para situarla en 26.687 millones de euros. También incrementó su generación de caja en el último trimestre del año pasado con 2.093 millones de euros, un 77,82% más, favorecido por la ausencia de grandes licitaciones de espectro. Así, Telefónica finalizó 2022 con 21.413 millones de euros en caja, lo que le que permite tener cubiertos los vencimientos de deuda de los tres próximos años. Asimismo, más del 80% de la deuda se encuentra anclada a tipos fijos y tiene una vida media 13,1 años.

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"Hemos cumplido, hemos ejecutado nuestro plan y nos hemos adaptado a las dificultades. Hemos demostrado resistencia, a pesar de haber encontrado un entorno mucho más complicado del que preveíamos para 2022", ha valorado en rueda de prensa el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

De cara al presente ejercicio, la compañía se ha marcado el objetivo de mantener un crecimiento orgánico de un dígito bajo, tanto en ventas como en OIBDA. También se ha fijado la meta de alcanzar una ratio de inversión sobre ventas en el entorno del 14%. "Vamos a seguir ejecutando nuestra estrategia", que se lanzó en 2019 y se actualiza cada año, ha remarcado Álvarez-Pallete.

Para este año, la compañía tiene otros retos por delante. Por ejemplo, ver qué sucede con las torres que tiene en Reino Unido, "un activo muy atractivo" que Vodafone se ha ofrecido a comprar. "Todas las opciones están abiertas", ha apuntado el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vila, también presente en la rueda de prensa.

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También están pendientes de la próxima remuneración que puedan ofrecer al accionista con cargo a los resultados de 2023. "A final de año veremos qué pasa con el dividendo, pero consideramos que la generación de caja de 2023 permitirá cubrir sobradamente los 30 céntimos por acción y no tenemos contempladas adquisiciones corporativas que puedan consumir capital", ha asegurado Pallete.

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El presidente de Telefónica también ha insistido en que las Big Tech asuman parte del coste de las infraestructuras de redes. "Desplegar redes de fibra cuesta mucho dinero, no son baratas, y si, según las desplegamos, el 60% de su capacidad lo ocupan seis grupos que no pagan nada, se produce un embotellamiento", ha apuntado en referencia a compañías como Google, Facebook, Amazon o Netflix. "Parece lógico y justo pensar que es el momento de escribir unas nuevas reglas", ha añadido.

Esta reivindicación, que viene de lejos, coincide con la consulta pública abierta este jueves por la Comisión Europea para abordar esta cuestión. "La Comisión ha lanzado una amplia consulta exploratoria sobre el futuro del sector de la conectividad y su infraestructura. El objetivo es recopilar puntos de vista sobre el cambiante panorama tecnológico y de mercado y cómo puede afectar al sector de las comunicaciones electrónicas", ha señalado Bruselas en un comunicado.