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Vivienda pública de diseño, sostenible (y a partir de 400 euros), para la metrópolis de Barcelona
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pensados para que duren 100 años

Vivienda pública de diseño, sostenible (y a partir de 400 euros), para la metrópolis de Barcelona

Frente a la escasez de vivienda social que sufre la metrópolis catalana, el AMB está apostando por inyectar un nuevo modelo de residencia basado en un nuevo paradigma de diseño

Foto: Una de las terrazas con estructura de madera de la promoción en Montgat del Impsol. (Adrià Goula)
Una de las terrazas con estructura de madera de la promoción en Montgat del Impsol. (Adrià Goula)

El alquiler en nuestro país es la única opción para muchos, debido a la imposibilidad de ahorrar para adquirir una vivienda y, sobre todo, de pagar la entrada. Pero alquilar no es barato: si la cuota media de una hipoteca está en los 673,33 euros, arrendar cuesta 400 euros más al mes (1.067 de media), según el cálculo de iAhorro a partir de los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre hipotecas. El crecimiento del precio del alquiler, un 6,2% en 2022, de acuerdo con un estudio de Servihabitat, unido a la escasez en la oferta de residencia, acrecienta la problemática del acceso a la vivienda.

En mitad de este contexto, la vivienda pública/social supone una bocanada de aire fresco. Sin embargo, el parque público de vivienda en nuestro país es el más bajo de las últimas cuatro décadas, apenas un 1,6% del total, de acuerdo con el último Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), a la cola de la Unión Europea (UE), donde países como Francia, Austria o Dinamarca superan el 15%.

4.500 viviendas de alquiler asequible en Barcelona

En Barcelona, actualmente, solo el 1,8% de las viviendas de su área metropolitana es de alquiler social, una cifra que queda muy lejos del 15% que recomienda la ley del derecho a la vivienda. Para hacer frente a la emergencia habitacional, una iniciativa del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) prevé construir en los próximos ocho años 4.500 viviendas de alquiler asequible, por debajo del precio de mercado, según el alquiler de vivienda de protección oficial vigente en cada momento. De acuerdo con este, actualmente, alquilar una vivienda de 50 metros cuadrados costaría unos 400 euros mensuales.

La mitad de estos pisos estará en Barcelona ciudad y la otra, en el resto de municipios del área metropolitana, y serán de régimen de protección indefinido para garantizar que no se privaticen. Las cuatro primeras promociones previstas en el área metropolitana de la ciudad suman más de 350 viviendas y se construirán entre Sant Boi de Llobregat, Montgat y Sant Adrià de Besòs. La primera, la de Sant Boi, se empezará a levantar durante la primavera de 2023 y, presumiblemente, se terminará a finales de 2024.

placeholder Zona común para aparcar bicicletas en la promoción de Sant Feliu de Llobregat. (José Hevia)
Zona común para aparcar bicicletas en la promoción de Sant Feliu de Llobregat. (José Hevia)

La inversión, estimada en 600 millones de euros, la llevarán a cabo los tres socios que forman Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB), el operador metropolitano de vivienda de alquiler asequible participado por el AMB y el Ayuntamiento de Barcelona, junto con Nic Residencial, sociedad formada por Neinor Homes y Cevasa, “en una fórmula de colaboración con paridad público-privada pionera en España que quiere asegurar que la renta siempre esté por debajo del mercado”, exponen desde la coordinadora económica y financiera de la Oficina Tècnica de Gerència de AMB. La sociedad mixta es un nuevo instrumento surgido de "la necesidad de producción que tiene la política de alquiler, y teniendo en cuenta que la musculatura local no es suficiente para afrontar esa financiación; también se han aprovechado los fondos europeos", apunta Antonio Balmón, vicepresidente ejecutivo de AMB.

Por otro lado, desde 2019, el AMB viene desarrollando su plan de vivienda previsto hasta este 2023, con la construcción de 1.801 pisos, 560 de los cuales son de venta y 1.241 de alquiler, a través del Institut Metropolità de Promoció de Sòl i Gestió Patrimonial (Impsol). Entre ellos, los hay ya terminados, también en distintas fases de construcción y ejecución o pendientes de iniciar el concurso. Estos están situados en municipios tanto del Baix Llobregat como del Barcelonès y el Maresme. Para acceder a estas viviendas, tienen prioridad los residentes del municipio y los jóvenes, además de reservarse un porcentaje para personas con discapacidad.

En todas estas residencias el diseño es especialmente importante, de acuerdo con un nuevo paradigma que poco tiene que ver con el concepto histórico de vivienda de protección oficial. Se han eliminado los pasillos para aumentar el tamaño de las estancias y se ha difuminado la jerarquía tradicional de las distintas partes de la casa de acuerdo con una perspectiva de género, “ya que antes, en la familia, había unos roles muy definidos y ahora eso ha cambiado; la persona que cocina, plancha, cuida a los niños no tiene que estar aislada del resto de la casa”, explica Amadeu Iglesias, director gerente del Impsol, quien también destaca la importancia de una buena divulgación al usuario de este disruptivo modelo de residencia.

placeholder Las amplias terrazas de la promoción de Montgat. (Adrià Goula)
Las amplias terrazas de la promoción de Montgat. (Adrià Goula)

El hecho de que todas las estancias tengan dimensiones similares permite también flexibilizar los usos que se les pueden dar y también poder adaptarse a la vida de sus inquilinos, sean quienes sean estos, ya que, según Josep Maria Borrell, coordinador técnico del Impsol, “son edificios pensados para durar 100 años y no sabemos cómo será la vida en un siglo”.

El otro pilar de estas construcciones es la eficiencia energética, con el objetivo de llegar a ser edificios de consumo casi cero. También se han potenciado los espacios comunes, que complementan las viviendas y tienen el papel de reforzar las comunidades. “Por ejemplo, en la promoción de Montgat se ha instalado una doble fachada con galería bioclimática, de manera que la ventilación cruzada aprovecha la temperatura del clima mediterráneo y evita tener que poner la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano”, detalla Iglesias.

Subvenciones a la rehabilitación

En relación con la eficiencia energética, en los 35 municipios metropolitanos que rodean Barcelona hay 607.753 viviendas, muchas las cuales tienen una obsolescencia física por antigüedad, falta de conservación y un mal comportamiento energético. Teniendo en cuenta que el sector residencial supone el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según datos oficiales, en mayo de 2022, el Consorci Metropolità de l’Habitatge (CMH) puso en marcha una convocatoria de ayudas a la rehabilitación, para fincas de cualquier tipo de titularidad del parque ya existente, financiada por los fondos europeos Next Generation.

Además de luchar contra la emergencia climática, la medida pretende "mejorar la seguridad y el confort de las viviendas, así como reducir las desigualdades sociales de los barrios más vulnerables", explican desde CMH. La dotación es de 100 millones de euros para el período 2022-2026 y su requisito básico es que, una vez finalizada la rehabilitación, el edificio haya reducido como mínimo en un 30% el consumo energético.

En función de la eficiencia energética que se obtenga una vez rehabilitado el edificio, las subvenciones pueden llegar hasta el 80%, con un máximo de 21.400 euros por vivienda, y los propietarios en situación de vulnerabilidad económica podrán acceder a ayudas de hasta el 100% del importe que les corresponda pagar por las obras. Por otra parte, la convocatoria prevé subvenciones para las obras de mejora en la eficiencia energética de los interiores, que pueden llegar hasta el 40% con un máximo de 3.000 euros por familia.

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El alquiler en nuestro país es la única opción para muchos, debido a la imposibilidad de ahorrar para adquirir una vivienda y, sobre todo, de pagar la entrada. Pero alquilar no es barato: si la cuota media de una hipoteca está en los 673,33 euros, arrendar cuesta 400 euros más al mes (1.067 de media), según el cálculo de iAhorro a partir de los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre hipotecas. El crecimiento del precio del alquiler, un 6,2% en 2022, de acuerdo con un estudio de Servihabitat, unido a la escasez en la oferta de residencia, acrecienta la problemática del acceso a la vivienda.

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