Goldman Sachs sale en apoyo de Iberdrola gracias al plan de subvenciones de Biden

Iberdrola presentará la próxima semana los resultados de 2022, año en que la compañía energética obtuvo ganancias récord, pese a la incertidumbre jurídica en España tan criticada por su presidente, Ignacio Sánchez Galán. Sin embargo, los inversores están preocupados por el impacto de la inflación y de los tipos de interés en la primera eléctrica española, como refleja que menos de la mitad de los brókeres recomiendan comprar sus acciones. Una situación inusual, puesto que Iberdrola suele disfrutar habitualmente del favor casi unánime del mercado, en gran parte gracias al trabajo de su equipo de relaciones con inversores, dirigido por Ignacio Cuenca.

En este contesto, Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión del mundo, ha salido en apoyo de Iberdrola. El banco de inversión americano asegura que la segunda mayor empresa del Ibex 35 será una de las pocas de su sector que revisarán al alza sus previsiones de beneficios. El motivo es que la compañía con sede en Bilbao será una de las grandes beneficiadas en la próxima década del plan de inversiones en energías renovables promovido por Estados Unidos y ahora continuado en Europa.

En concreto, Goldman Sachs cree que Iberdrola sacará provecho de una apuesta global de tres billones de dólares gracias a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) lanzada por Joe Biden y replicada por la Unión Europea. Tanto la Administración estadounidense como la comunitaria han decidido fomentar las subvenciones al sector de las energías limpias y las redes, divisiones que aportan el 85% del beneficio operativo de la multinacional española, según el informe publicado ayer por el bróker americano.

Alberto Gandolfi, el analista de Goldman Sachs que en noviembre abrazó cordialmente a Galán en la presentación del plan estratégico realizada en Londres, ha elevado el beneficio por acción de Iberdrola hasta los 0,73 euros, un 4% por encima del consenso general del mercado, lo que implica un crecimiento anual del 7% del ebitda durante los próximos cuatro años. En números: que la eléctrica dirigida por Sánchez Galán obtendrá un beneficio operativo de 5.700 millones en 2027, frente a los 4.000 millones con los que ha cerrado el último ejercicio, gracias a su ambicioso plan de inversiones.

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La conclusión es que el banco estadounidense ha elevado desde los 12,7 a los 12,85 euros el precio objetivo, lo que representa un potencial de revalorización del 18% a 12 meses. Se trata de todo un respaldo para Iberdrola, que este año es la empresa que menos sube del Ibex 35, con apenas un repunte del 1%, y que ha visto cómo el mercado ha puesto en cuarentena su último plan estratégico. De hecho, los analistas fijan el precio medio de la acción en 11,87 euros, un euro por debajo de lo que estima Goldman Sachs, que en diciembre emergió como uno de los mayores accionistas del grupo participado por Qatar.

Iberdrola tiene previsto invertir 47.000 millones de euros en los próximos tres años, gran parte de los cuales irá destinada a expandirse por Estados Unidos, donde ya es la tercera mayor eléctrica del país. Pero los inversores temen que la continuada subida de los tipos de interés castigue a la compañía, que va a acumular una deuda de casi 55.000 millones por su plan de expansión. El equipo gestor sostiene que el 80% de ese pasivo lo tiene a tipo fijo, sin riesgo por el incremento del precio del dinero, pero los analistas discrepan por la más que previsible caída del precio de la electricidad, tal y como señalan los contratos de futuros.

De los 31 analistas que cubren el valor, 13 aconsejan comprar, 17 se decantan por mantener y tan solo uno por vender. Habitualmente, Iberdrola suele tener de su lado a casi la totalidad de los brókeres.