PortAventura enfila su plan hotelero tras desbloquearse el proyecto Hard Rock

La montaña rusa en que se había convertido la aprobación del proyecto Hard Rock Entertainment World parece que empieza estabilizarse. El acuerdo sellado este miércoles entre la Generalitat y el PSC incluye la aprobación definitiva, en un plazo de seis meses, del plan director urbanístico del centro recreativo y turístico de Vila-seca-Salou, nombre técnico del macrocomplejo turístico y de ocio proyectado en las inmediaciones de PortAventura.

Para el parque temático, esta noticia es un catalizador de sus planes de desarrollo del negocio hotelero, una nueva línea de negocio con la que busca ampliar horizontes más allá de las fronteras físicas del resort. Una expansión que quiere llevar también al futuro mundo de Hard Rock, donde prevé la construcción y explotación de un nuevo hotel de 500 habitaciones destinado al público familiar.

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Actualmente, la compañía cuenta con ocho establecimientos propios que suman cerca de 2.700 habitaciones: seis hoteles temáticos dentro del recinto del resort y otro dos que adquirió el año pasado, fuera del mismo, en los municipios de Vila-seca (94 habitaciones) y Salou (230 habitaciones). Pero sus planes de crecimiento van dirigidos a doblar la cartera en los próximos años.

Este ejercicio, la hoja de ruta de la compañía contempla hacerse con dos o tres nuevos establecimientos en las proximidades del parque, a los que se sumará la toma de altura del proyectado en los terrenos de Hard Rock, que empezará a ser una realidad a partir de verano, cuando debería aprobarse definitivamente el desarrollo, según el pacto anunciado el miércoles.

El interés de PortAventura por crecer con la línea de hoteles responde a su objetivo de convertir el resort en un destino y de elevar el tiempo de estancia media de los visitantes. En esta estrategia, el desembarco de Hard Rock está llamado a ser un auténtico revulsivo, ya que se espera que se convierta en un imán de turistas estadounidenses y se dispare la oferta hotelera.

Al otro lado del Atlántico, el turismo de parques temáticos es un modelo plenamente consolidado que se espera que Hard Rock traiga a la Costa Dorada, donde la compañía de los indios semínola replicará su famoso hotel con forma de guitarra, pero en posición horizontal, en vez de vertical, por razones de seguridad aeronáutica.

Para comprender la transcendencia que tiene para los planes de expansión hotelera de PortAventura el desbloqueo de la operación Hard Rock, basta recordar que hace ya una década que la compañía anunció su intención de contar con hoteles propios en este macrocomplejo y que ya entonces avanzó que aspiraba a contar con la mitad de todas las habitaciones proyectadas.

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Con 5,3 millones de visitantes al año, PortAventura quiere construir sobre su nueva línea de hoteles una vía de crecimiento hacia nuevos perfiles de turistas, tanto en términos de poder adquisitivo como de gustos. Al llevar sus establecimientos fuera de las fronteras del parque de ocio, la filial de Investindustrial y KKR pueden ser más competitivos en el precio del alojamiento, al mismo tiempo que se mantiene la magia del parque al ser temáticos.

Al mismo tiempo, al desembarcar en la playa, como ha hecho con la compra del Med Pirámide Salou, que va a reposicionar con una inversión de cuatro millones de euros, PortAventura puede jugar a combinar la oferta de sol y playa con uno o dos días de visitas al parque, ampliando así la base de visitantes y reforzando su estrategia de convertir este enclave de la Costa Dorada en destino.

Aunque la empresa de parques temáticos está adquiriendo los hoteles en propiedad, la idea es someterlos a una profunda transformación, para adaptarlos al estilo y temática de PortAventura, y una vez completada esta transformación venderlos y quedarse con la gestión.