Port Aventura pacta con Bañuelos para blindar sus hoteles ante la competencia

Port Aventura ha blindado su joya de la corona: los cuatro hoteles. Estos establecimientos son claves para que Port Aventura sea el único parque temático rentable de España. Y la propuesta de Enrique Bañuelos de construir 6.000 plazas hoteleras junto al complejo de ocio suponía una amenaza. Un peligro que ahora queda conjurado por el pacto que han cerrado BCN World con el parque de ocio.

El acuerdo, en esencia, se resume en que Port Aventura, como sociedad, se reserva el derecho de construir y explotar cada uno de los seis hoteles familiares que se levanten en BCN World durante los doce años en los que se prevé que se prolongue el desarrollo total del complejo. En total, Port Aventura consigue así control sobre 3.000 plazas hoteleras, la mitad de las previstas en el nuevo proyecto de juego y ocio de Bañuelos.

BCN World tendrá un total de seis resorts. Cada uno de ellos contará con un hotel de cinco estrellas vinculado a un casino y luego otro hotel más pequeño, de unas 500 habitaciones, de corte familiar y cuatro estrellas. Es en este segundo segmento en donde Port Aventura ha cerrado su acuerdo, que no incluye entrar directamente en el capital ni de BCN World ni en el de Veremonte.

Fuentes del sector hotelero cifran la inversión comprometida entre los 150 y los 200 millones en los próximos doce años. De esta manera, Port Aventura se blinda frente a futuras guerras de precios de los nuevos operadores de BCN World. Así, el flujo de turistas rusos y británicos que ahora se alojan en los cuatro hoteles temáticos de Port Aventura no tendrán muchas alternativas: escojan lo que escojan, los precios los determinará el parque temático. Fuentes del parque han declinado hacer declaraciones.

Para Port Aventura, la clave reside sobre todo en la gestión y se reserva el derecho de buscar un socio tipo fondo inmobiliario u hotelero que levante alguno de los hoteles, y reservarse la explotación.

Seis meses de negociación

Port Aventura ha estado negociando seis meses con Bañuelos y su equipo, según explican fuentes conocedoras de los contactos. Tras el acuerdo, el parque de ocio se reserva la opción de construir y explotar los seis hoteles familiares de BCN World. En cambio, se mantendrá al margen de los grandes hoteles de cinco estrellas integrados en los casinos. En otras palabras, Port Aventura se garantiza el derecho de ampliar el parque hotelero para sus clientes y queda al margen del negocio de juegos de azar. De hecho, en Port Aventura estudian tematizar algunos de los hoteles en línea con las atracciones del parque.

Port Aventura es propiedad de Invest Industrial, el holding inversor de la familia italiana Bonomi. El grupo tiene otras inversiones claves como Euskaltel o Aston Martin.

Vehicular el flujo de caja

Port Aventura es una inversión muy rentable. En la práctica, la reinversión en el parque oscila cada año entre los ejercicios en los que se inaugura una nueva atracción y los que se construye un nuevo hotel. Ahora, el acuerdo con Bañuelos le sale barato a Port Aventura que, por otra parte, ya tiene donde vehicular sus excesos de caja.

Port Aventura facturó 180 millones de euros en el pasado 2012, un 4% más que en el año anterior. Los beneficios se colocaron en 13,8 millones, un 46% menos. Pero el ebitda –beneficio bruto operativo– del grupo es de 61 millones, lo que da margen para cada dos años levantar un hotel que supondrá una inversión media de unos 30 millones en BCN World.

Para Bañuelos es un punto que la principal empresa de Tarragona le apoye. El acuerdo con Port Aventura puede ser clave para que el grupo chino de ocio y juego Melco Crown le consiga la financiación de bancos asiáticos que le ha prometido. Y si finalmente el proyecto no prospera, Port Aventura habrá arriesgado poco.