El motor europeo sale de la Rusia de Putin, ahora inundada por automóviles chinos

La guerra iniciada por Putin en Ucrania ha sido condenada con una batería de sanciones de occidente a Rusia que está cambiando los flujos comerciales mundiales y la propia realidad de los países implicados. Tanto es así, que el mercado automovilístico ruso ha experimentado una notable transformación: ahora solo se venden coches de catorce marcas diferentes, mientras que antes de la invasión de Ucrania eran sesenta las marcas disponibles.

De los fabricantes que siguen vendiendo automóviles en Rusia, solo 3 son marcas nacionales, es decir, del propio más. Hablamos de Lada, GAZ y UAZ. Las marcas europeas, estadounidenses y coreanas han cesado el suministro al mercado ruso, que se ha visto inundado por coches chinos. Como en otros aspectos, Pekín está siendo el socio beneficiado del cada vez mayor aislamiento de Moscú. La Asociación de Distribuidores Automovilísticos de Rusia (ROAD, en siglas en ruso) ha indicado que el 78% de las marcas presentes en el mercado ruso son chinas.

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Este drástico cambio del mercado del automóvil en Rusia, así como el empobrecimiento económico, efecto directo del conflicto bélico, ha llevado a un desplome en la venta de coches. Según estimaciones de expertos citados por el periódico Kommersant, la venta de automóviles este año caerá en torno al 60%, hasta entre 664.000 y 666.000 unidades, un millón menos que en 2021.

Ante esto, el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia ya autorizó la importación paralela de una serie de marcas como BMW, Mercedes-Benz, Porsche o Lamborghini.

Lo cierto es que la fuga de marcas europeas, americanas y surcoreanas fue inmediata. Apenas días después de que comenzara la invasión, el 24 de febrero, los fabricantes extranjeros abandonaban Rusia. Esto ha supuesto una caída en la fabricación de turismos en Rusia, según el Servicio Federal de Estadísticas de Rusia. Entre enero y octubre se ensamblaron 386.000 automóviles, un 65,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.