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Alemania y Francia frenan ayudas contables a las nuevas moratorias de hipotecas
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Alemania y Francia frenan ayudas contables a las nuevas moratorias de hipotecas

Las dos principales potencias europeas tienen sobre todo hipotecas a tipo fijo, por lo que no contemplan una flexibilización contable para las nuevas moratorias

Foto: El canciller alemán, Olaf Scholz (d), y el presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/Clemens Bilan)
El canciller alemán, Olaf Scholz (d), y el presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/Clemens Bilan)
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Los bancos tendrán que apuntarse pérdidas por cada hipoteca con problemas a la que den ayudas, ya sean reestructuraciones, congelamiento de la cuota o moratorias. Así, todo apunta a que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) no va a levantar en esta ocasión el pie del acelerador permitiendo que las entidades financieras aplacen provisiones en este tipo de créditos, como ocurrió con las moratorias del covid.

Los principales motivos son que todavía no se ve una gran amenaza que lo haga necesario y que las dos mayores potencias europeas, Alemania y Francia, tienen la mayoría de sus hipotecas a tipo fijo, por lo que no afrontan este problema por el repunte del euríbor, según fuentes próximas al regulador consultadas por El Confidencial.

Foto: Ana Botín (i), presidenta del Santander, y la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño (d).

Los bancos españoles están intentando quemar todas sus naves para que la EBA reconsidere su posición. Lo están haciendo entidad a entidad y principalmente a través del Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE), aunque los contactos que ha habido no invitan al optimismo, según las mismas fuentes.

Así, los supervisores no están tampoco dispuestos a aflojar las tuercas a los bancos ante una crisis que todavía está por cuantificar. Al contrario que ahora, consideran que en 2020 había una gran incertidumbre que podía provocar que se cerrara el grifo del crédito a la economía. Eso hizo que tanto la EBA como el BCE decidieran mirar a otro lado con las provisiones mientras se concedían cientos de miles de moratorias y préstamos con aval público, del ICO (Instituto de Crédito Oficial) en el caso español.

placeholder José Manuel Campa (d), presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
José Manuel Campa (d), presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, los supervisores creen que lo más adecuado ahora mismo es una actitud prudente y que los bancos provisionen todos los potenciales riesgos, en lugar de lo contrario. Así lo afirmaba el italiano Andrea Enria en un reciente discurso titulado 'Mejor seguro que arrepentido'.

Los banqueros se quejan de que esta doble pinza que sufren (EBA y BCE) se une a la presión que afrontan con el nuevo impuesto del Gobierno de 3.000 millones durante dos años. Por un lado, tienen al Ejecutivo pidiéndoles una contribución extra por el dinero de más que van a ganar por la subida de los tipos de interés y las ayudas a las familias más afectadas por este efecto, y por el otro, a los supervisores, no solo negándoles flexibilidad ante este panorama, sino cada dos por tres recordándoles que tienen que ser prudentes con las dotaciones y el dividendo.

Otras soluciones

Todo ello lleva a las entidades a temer por el futuro de sus cuentas: los ingresos están subiendo por los tipos de interés, que no se sabe si podrían retroceder rápido por la posible recesión, y sus efectos se están viendo contrarrestados por el impuesto y los potenciales topes a las hipotecas; los principales gastos (alquileres, sueldos, materiales) están subiendo a un gran ritmo, aunque menos que en otras empresas, y los supervisores no van a aflojar en provisiones. Debido a estos factores, el balance podría ser "lo comido por lo servido", según fuentes del sector.

Una de las posibles alternativas que barajan desde los bancos es que el impuesto sea finalista, y parte de su recaudación se destine al pago de la cuota hipotecaria de las familias vulnerables. Con ello se matarían dos pájaros de un tiro: dar sentido al tributo y conseguir que las ayudas a los hipotecados no se conviertan en un nuevo problema.

Los bancos tendrán que apuntarse pérdidas por cada hipoteca con problemas a la que den ayudas, ya sean reestructuraciones, congelamiento de la cuota o moratorias. Así, todo apunta a que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) no va a levantar en esta ocasión el pie del acelerador permitiendo que las entidades financieras aplacen provisiones en este tipo de créditos, como ocurrió con las moratorias del covid.

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