La banca dispara un 18% los ingresos por comisiones en TPV y tarjetas de crédito

La banca hace el agosto con el 'boom' de los pagos con tarjeta y los TPV (terminal de punto de venta). Las principales entidades españolas dispararon un 18% de media las comisiones que cobran en este negocio en la primera mitad de 2022. Percibieron por este concepto unos 5.687 millones de euros entre enero y junio, frente a los 4.823 millones del mismo periodo de 2021.

El sector financiero está aprovechando de este modo los cambios en las tendencias de consumo que se han acelerado desde la pandemia, con un cada vez menor uso de efectivo y con cada vez más comercios con TPV y más compras 'online'.

Los últimos datos del Banco de España, de finales de 2021, reflejan que el número de operaciones en TPV se ha disparado un 34% desde el covid, hasta 6.101 millones. En el mismo periodo, el número de retiradas de efectivo en cajeros se ha reducido en un 28%.

Este cambio de tendencia beneficia a las entidades financieras, que cambian de un modelo que les cuesta mucho dinero —mantenimiento de los cajeros y mover el efectivo— a otro en el que la rentabilidad se dispara solo con la cesión de TPV a los comercios. El número de estos terminales llegó a los 2,2 millones en España en 2021, un 6% más que un año antes, frente al cierre de casi un 4% de los cajeros.

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En este contexto, las entidades que más han subido los ingresos por comisiones en este negocio son BBVA (+33% a nivel global), Bankinter (+31%) e Ibercaja (+26%). La comparativa entre bancos es complicada, ya que hay grupos como Santander y CaixaBank que no desglosan las tasas percibidas en cobros y medios de pago, y en el caso de Unicaja el negocio crece un 95% por la integración de Liberbank.

Este incremento de las comisiones ha permitido a los bancos españoles compensar la peor evolución en otros segmentos, como el de la renta variable, que se ha visto sacudido por la crisis de los mercados en el primer semestre. Con todo, las comisiones netas de los bancos en sus filiales españolas aumentaron un 5,6% durante la primera mitad del año.

Perspectivas

De cara al futuro, las entidades son optimistas y creen que el uso de tarjetas, TPV y el comercio 'online' seguirán creciendo, pero son cautos respecto al efecto que provocará la inflación, que ya está ralentizando el consumo de las familias.

La paulatina desaparición del efectivo genera múltiples debates dentro y fuera del mundo financiero. Por un lado, sigue siendo de uso mayoritario en el mundo rural, donde el Gobierno quiere garantizar la inclusión financiera de los mayores. Y por otro, tiene riesgos en caso de apagones u otros problemas tecnológicos. Por otro lado, los bancos y supervisores ven con agrado el 'boom' de las tarjetas como vía para acabar con la economía sumergida y el blanqueo de capitales.