Es noticia
Oughourlian, la toma de control de Indra y un batacazo bursátil (-14%)
  1. Empresas
CESE DE INDEPENDIENTES

Oughourlian, la toma de control de Indra y un batacazo bursátil (-14%)

El inversor ha replicado el formato que empleó para hacerse con el control de Prisa a finales de 2020 y la reacción en bolsa ha sido muy negativa, ya que se desploma cerca de un 15% en bolsa

Foto: Sede de Indra en Alcobendas (Madrid).
Sede de Indra en Alcobendas (Madrid).
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Aunque las cartas para la junta de accionistas de Indra de ayer jueves estaban repartidas, el factor sorpresa inclinó la balanza más de lo previsto. El consejo de administración celebrado antes ya fue tenso a partir de la solicitud por parte de los independientes de que se reconsiderase el voto de calidad en poder del presidente, en este caso Marc Murtra, un aspecto clave con el previsible empate a siete en el órgano de gobierno de acuerdo a los cambios previstos en el orden del día. Y, como si nada extraordinario fuera a pasar, se acordó seguir hablando del tema en próximos consejos, cuando lo relevante iba a resolverse de otra manera.

La reacción en bolsa este viernes ha sido muy negativa. La cotización de la compañía se desploma un 14% y se sitúa como la más bajista de toda la bolsa española, con varios bancos de inversión (Oddo BHF y Mirabaud) rebajando sus recomendaciones desde comprar a mantener y aplicando un deterioro en sus recomendaciones, lo que otorga un menor potencial a 12 meses a la acción.

A primera hora del día de ayer, la expectación giraba en torno al inversor Joseph Oughourlian, gestor de Amber Capital y a la sazón propietario de un 4% de Indra desde hace una semana a través de un derivado ('swap') contratado con Goldman Sachs, al conocerse que acudiría en persona a la junta de accionistas. Pocos imaginaban que el presidente y máximo accionista de Prisa repetiría la jugada que realizó en diciembre de 2020 en la junta extraordinaria del grupo de medios, en la que solicitó incorporar al orden del día la votación sobre el cese del entonces presidente, Javier Monzón, que sufrió la humillación de tener que leer el resultado que ponía fin a su mandato.

Foto: Foto: Indra.

Una junta solo puede tratar aspectos ajenos al orden del día en caso de que un accionista solicite una acción social de responsabilidad o el cese de consejeros. Y eso fue lo que Oughourlian, aliado inesperado de la SEPI (28%) y de SAPA (8%), ejecutó haciendo gala de su condición de inversor activista, como ya hizo en Prisa a la contra del bloque aglutinado en torno al Banco Santander. De una tacada, su movimiento provocó el cese de cinco independientes: Alberto Terol, Enrique de Leyva, Ana de Pro y Carmen Arquerreta, más Isabel Torremocha por no renovación. Solo quedaron en pie otros tres: Ignacio Martín, Francisco García y Silvia Iranzo.

Este golpe de efecto ha provocado una transformación en la gobernanza de Indra, donde los independientes eran mayoría y controlaban todas las comisiones. A partir de ahora, con la entrada, además, del nuevo dominical, Jokin Aperribay (SAPA), apoyado por Deutsche Bank para alcanzar un 8% de la cotizada mediante coberturas, todo ese andamiaje que había condicionado la llegada de Murtra a la presidencia (sin poder ejecutivo) hace justo un año, en sustitución de Fernando Abril-Martorell, queda modificado, empezando por la llave de la comisión de Nombramientos y Retribuciones, que tenía cinco vocales y mayoría de opositores a los planes de la SEPI.

A pesar del cambio, puede que todavía queden flecos por resolver. Los tres independientes que siguen en Indra han quedado marcados, a pesar de que la nueva mayoría valora su perfil industrial, por su pasado en Volkswagen y Gamesa, para apoyar su continuidad. Según fuentes del consejo, alguno ha pedido un plazo de 48 horas para valorar si permanece en la compañía. Y faltan más nombramientos, tanto de independientes como de dominicales, como el economista y exdiputado socialista Juan Moscoso, que entrará en representación de la SEPI. Sin embargo, cualquiera de esas novedades no alterará el nuevo esquema precipitado por Amber Capital.

Foto: Foto: EC.

Sin poderes ejecutivos, Murtra sacó adelante el pasado mes de septiembre la creación de una comisión de Estrategia, presidida por él mismo, donde participaban también tres independientes y dos dominicales (March —que terminó desinvirtiendo— y la SEPI). Ese movimiento respondía ya a la necesidad de elevar su rol en la toma de decisiones, sobre todo teniendo en cuenta que por debajo tenía a dos consejeros delegados heredados (y enfrentados), que no formaba parte del comité de dirección y que los independientes controlaban el consejo de administración. Ahora, con el vuelco en el consejo, todo será más fácil para desplegar el mandato de la SEPI.

No en vano, el bloque de los independientes era monolítico en algunos asuntos. "Quieren ITP y con mi voto no lo van a conseguir", aseguraba uno de ellos ayer mismo, haciendo balance de lo ocurrido en la junta de accionistas. El deseo de la SEPI de tomar una participación minoritaria en el fabricante de motores de aviación vasco aprovechando la venta de Rolls-Royce se convirtió en ‘casus belli’ tras la salida de Abril-Martorell. A pesar de que estuvo a punto de comprarse la compañía en el verano de 2019, la posición del consejo ahora era reacia a la voluntad actual de su máximo accionista, que se ha tenido que gastar dinero (llegar al 28%) para mandar.

Este desenlace tan ruidoso dio pie para que Terol, consejero coordinador, que pospuso su dimisión 24 horas (cumplía mandato tras 12 años) para tratar de impedir el nombramiento efectivo de Aperribay, hiciera referencia en su intervención a la coletilla de "venceréis, pero no convenceréis" para señalar la maniobra triangulada entre la SEPI, SAPA y Amber. Aun así, 12 meses después, Murtra contará con un órgano de gobierno alineado con la hoja de ruta propuesta por el accionista de referencia: hacer de Indra un campeón nacional en el sector de la industria de Defensa. Un reto ambicioso que arranca con mucho crédito quemado ante los inversores.

Aunque las cartas para la junta de accionistas de Indra de ayer jueves estaban repartidas, el factor sorpresa inclinó la balanza más de lo previsto. El consejo de administración celebrado antes ya fue tenso a partir de la solicitud por parte de los independientes de que se reconsiderase el voto de calidad en poder del presidente, en este caso Marc Murtra, un aspecto clave con el previsible empate a siete en el órgano de gobierno de acuerdo a los cambios previstos en el orden del día. Y, como si nada extraordinario fuera a pasar, se acordó seguir hablando del tema en próximos consejos, cuando lo relevante iba a resolverse de otra manera.

Accionistas Amber Capital SEPI Fernando Abril-Martorell Javier Monzón
El redactor recomienda