Betis-Valencia: una final que vale una Copa y varios balones de oxígeno para sus finanzas

Pocas finales valen sólo un título. Más todavía si los dos contendientes no acostumbran a disputarlas en los últimos años. Pero es que, tras la pandemia de la Covid-19, el Real Betis-Valencia CF de mañana en La Cartuja tiene un valor capital en ambas entidades. Y no sólo por lo que se bate en el césped. Quien levante al cielo de Sevilla la Copa del Rey le regalará varios balones de oxígeno a las finanzas de su club. Sólo un dato: Betis y Valencia registraron pérdidas conjuntas de 82 millones de euros sólo entre 2019 y 2021.

Salir campeón supone, más allá del medio millón en premios fijos –después se han de sumar a la ecuación las primas por rendimientos y la taquilla–, un billete directo a la próxima Europa League. O lo que es igual, un mínimo de 3,6 millones de euros por participar en la fase de grupos. Superar los 10 millones es algo relativamente factible para los equipos de LaLiga.

Empezando por el que jugará como local, el Betis encara esta final en puestos europeos, en una temporada notable en lo deportivo. Alcanzó los dieciseisavos de Europa League, y tiene encaminada su presencia la próxima temporada, sin descartar dar el campanazo colándose en Champions. Esta es una de las principales diferencias entre ambos finalistas, la urgencia de unos y otros por la victoria para alcanzar el objetivo de competir en la segunda competición continental. Salvo machada final, al Valencia ya sólo le queda la vía Copa.

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En cambio, donde están mucho más cerca los dos contendientes es en su escenario económico. El Betis ha asumido unas pérdidas de 42,86 millones de euros en las dos últimas temporadas, mientras que el Valencia registró unos números rojos de 39,2 millones, maquillados con los ingresos financieros que se ha ido anotando a cuenta de las quitas futuras que conseguirá con Bankia por el incumplimiento de los objetivos de ebitda.

Ambos equipos, además, cuentan con una masa salarial que requiere sumar estos ingresos provenientes del negocio de las competiciones de Uefa. En la última temporada, los ché contaban con la cuarta masa salarial más alta de LaLiga, con 130,85 millones de euros, mientras que los verdiblancos ocupaban la séptima posición en esta tabla, elaborada por 2Playbook Intelligence, con 107,94 millones. Y el golpe de la Covid al negocio de ambos equipos generó que los ingresos totales no compensaran contar con una plantilla de tal nivel.

El Betis gastó en masa salarial todo lo que ingresó, 107,74 millones, afectado por el cierre del Benito Villamarín y la sequía en el mercado de traspasos. El Valencia, por su parte, logró facturar algo más, hasta 152,06 millones, lo que rebajó algo ese porcentaje de gasto sobre ingresos al 86%, manteniéndose como el noveno club con mayor tensión financiera en este aspecto.

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Préstamos y mucho ladrillo

La caída del negocio, del 8% en Valencia y del 29% en el lado verdiblanco de Sevilla, ha requerido en los clubes la firma de préstamos. En el Benito Villamarín se firmaron en pandemia tres préstamos por 70 millones de euros, mientras que en Mestalla se han unido a otros clubes de LaLiga que han atado financiación de Rights&Media. En su caso, de 50 millones de euros. Eso sí, el club debe 61 millones a CaixaBank, y este crédito se da ya por impagable.

En clave futura, el objetivo de Betis y Valencia es poder recuperar la estabilidad económica con mucho ladrillo. Los hispalenses con una nueva ciudad deportiva, un proyecto que arrancará ya esta temporada. Para más adelante, queda una nueva remodelación del Villamarín.

Mientras, en la capital valenciana parece que ya podría comenzar las obras para acabar con el Nuevo Mestalla, en el que invertirá hasta 350 millones de euros, que financiará, en parte, con los fondos provenientes de CVC (85 millones) y los 35 millones que aspira a facturar por vender el nombre del estadio.