FCC lanza una opa sobre Metrovacesa, pero para hacerse solo con el 29% del capital

Dos años después de desembarcar en el capital de Metrovacesa, Carlos Slim ha empezado a destapar sus cartas. A través de FCC, el magnate mexicano ha lanzado una opa sobre la promotora a 7,8 euros por acción, importe que supone una prima del 20,2% frente al precio al que cerraron ayer martes los títulos de la inmobiliaria, que no cotiza en los niveles ofertados desde el pasado diciembre. No obstante, este miércoles ha abierto con una fuerte subida en bolsa, como es lógico tras el lanzamiento de la oferta, y su precio de cotización se dispara más de un 15%, hasta los 7,52 euros, ligeramente por debajo del precio ofrecido.

No obstante, en realidad, el movimiento de Slim va dirigido a hacerse solo con un 30% del capital, ya que aunque la propuesta se dirige a todos los accionistas de Metrovacesa, se limita a adquirir hasta el 24% del capital (36,4 millones de acciones) por lo que el desembolso máximo será de 283,9 millones de euros. Como el empresario ya posee el 5,4% de la compañía, su posición final se quedará en el 29,4%.

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Para que los planes de Slim tengan éxito son críticos tanto Santander como BBVA. La entidad presidida por Ana Botín es el primer accionista de Metrovacesa, promotora en la que controla el 52,5% del capital a través del banco (49,36%) y de Quasar (3,95%), la sociedad conjunta que comparte con Blackstone. Su eterno rival es dueño de otro 20,85%. El 'hedge fund' Helikon posee el 3,2%

FCC Inmobiliaria es la sociedad a través de la cual el grupo de infraestructura presentará ante la CNMV la solicitud de autorización de la oferta, junto con el folleto y los demás documentos, movimiento que deberá realizar dentro del plazo máximo de un mes, es decir, no más tarde del día 23 de abril de 2022, aunque la compañía ya ha adelantado que estima hacerlo en la segunda mitad de dicho plazo.

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A la espera de que se conozca el detalle de la opa, con este movimiento, Slim se pone a la cabeza del movimiento de consolidación del sector inmobiliario patrio, que lleva dos años inmerso en constantes conversaciones entre todos los grandes jugadores del sector, sin que, por el momento, ninguna negociación haya llegado a buen puerto.

Desde que desembarcó en el capital de FCC, en noviembre de 2014, el mexicano siempre ha tenido en el centro de su diana el negocio inmobiliario, un mercado que conoce bien y por el que ha apostado desde hace casi siete años. De hecho, su desembarco en el grupo de infraestructuras, entonces controlado por la familia Koplowitz, fue la puerta de entrada que encontró para hacerse con su verdadero objeto de deseo: Realia.

Épica fue la guerra de opas que lidió entonces contra otro nombre propio de los mercados internacionales, George Soros, para hacerse con el control de la inmobiliaria, batalla que ganó, aunque la jugada se ha extendido hasta este último mes de diciembre, cuando compró a Hermanos Revilla el 37% que tenía en la compañía. Ahora, toca cazar la siguiente pieza.