El comodín de Botín para convertirse en líder en el mercado clave de BBVA

Ana Botín estudia la que puede ser una de las grandes jugadas financieras de los últimos años. La presidenta de Santander confirmó este martes el interés del banco español por Banamex, la filial mexicana de Citi que saldrá a la venta en los próximos meses. Esta entidad permitiría al banco cántabro convertirse en el número uno del país norteamericano, desbancando al líder indiscutible hasta el momento, Bancomer, de BBVA.

La presidenta de Santander despejó una de las incógnitas que se hacen los inversores al respecto, pero dejó otra. Botín zanjó que el banco español no ampliará capital en ningún caso, algo 'a priori' necesario en una adquisición que según informes de banca de inversión podría ascender a los 10.000-12.000 millones de dólares (8.800-10.600 millones de euros).

Un desembolso de esta magnitud restaría un punto y medio de capital, dejándolo cerca del 10,5%, en un nivel en el que inversores y supervisores activarían las alarmas. La ratio de solvencia de Santander está actualmente en torno al 12% y su compromiso es que siga ahí en los próximos años.

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En este contexto, fuentes financieras de primer nivel creen que, llegado el caso, Santander desinvertirá parte de su negocio en Estados Unidos para financiar la operación. De hecho, estas añaden que podría haber un canje de activos entre Citi y Santander: "Los norteamericanos quieren crecer en el negocio 'retail' en áreas en las que está presente Santander con el antiguo Sovereign [en el noreste de EEUU]. Santander podría quedarse el negocio de consumo, el más rentable, y canjear este banco con Citi", exponen dichas fuentes.

Reorganización

Precisamente, Santander anunció este martes que está trabajando en una reorganización de negocios en Estados Unidos que podría derivar en que deje de conceder hipotecas a clientes particulares y, está por ver, préstamos comerciales e industriales. Los detalles no se conocerán en los próximos meses, pero lo que indican estos planes es que Santander quiere centralizar su negocio norteamericano en torno a la financiación al consumo, la banca privada y la de inversión.

Santander Bank (SBNA), la filial minorista de Santander, es uno de los mayores bancos en el noreste de los Estados Unidos, situado en regiones como Massachusetts, New Hampshire, Connecticut, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Delaware. Esta filial tenía un valor en libros de 9.712 millones a finales de 2020, por lo que podría financiar de largo la compra de Banamex.

Junto al negocio de SBNA, Santander tiene en EEUU la filial de financiación de autos, Santander Consumer USA (Scusa), situado en Dallas, Texas; la unidad de banca privada internacional, en Miami, la sucursal del banco en Nueva York y Santander Investment Securities (SIS). Hace dos años, vendió otra unidad de negocio que tenía de banca 'retail' en Puerto Rico.

México se ha convertido en uno de los mercados más importantes y de mayor crecimiento para Santander en los últimos años. Es el tercer competidor en este mercado, y ganó allí 835 millones durante 2021. Estos números todavía están lejos de los de BBVA, que solo en los nueve primeros meses del año pasado cosechó un beneficio de 1.811 millones gracias a Bancomer, que ha sido su pulmón financiero durante la última década y media.

Dilema

El dilema para los gestores no sería sencillo. Primero tiene que salir a la venta Banamex, algo que no se espera hasta el tercer trimestre, y cuyo perímetro y condiciones tienen todavía que ponerse sobre la mesa. A esto se suma que la competencia del proceso será dura, con rivales internacionales como HSBC y nacionales como Inbursa, de Carlos Slim, Banorte y Banco Azteca. A ello hay que añadir que crecer en México supondría, en este caso, prescindir de parte del negocio que más creció en 2021: Estados Unidos fue el primer país en cuanto a beneficio, delante incluso de Brasil, con un resultado de 2.326 millones.

Aun así, lo que dejó claro Botín este martes es que la prioridad de Santander es crecer, incluso aunque sea a costa de que su 'pay out' (porcentaje del beneficio que se distribuye entre los accionistas) no sea el más alto, en un mensaje que podría dirigirse a BBVA: "Si no tuviéramos alternativas de crecimiento, como otros bancos en Europa, daríamos más dividendo".