El parapeto europeo de Sánchez Galán en pleno choque con el Gobierno y la industria

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, hará de anfitrión en Bilbao este fin de semana en el evento que reúne al 'lobby' empresarial que integran las 60 mayores empresas de Europa, ERT, del que la eléctrica también es parte. Dicho evento culminará el lunes con una comida presidida por el Rey, Felipe VI, en Torre Iberdrola, el edificio más alto de la ciudad en que se ubica la sede de la energética.

Este evento institucional, que contará con el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y los primeros espadas de compañías como Siemens, Deutsche Telecom, Vodafone, Nestlé, Michelin, L'Oreal, Volvo, Daimler, Airbus, Deutsche Telecom, Rolls-Royce, Heineken, Orange, Ferrovial o Basf, llega en uno de los momentos más difíciles para Iberdrola desde el punto de vista institucional. En las dos últimas semanas ha protagonizado polémicas en el ámbito político, empresarial o judicial. Un deterioro de las relaciones públicas que no está pasando desapercibido para los principales sustentos de Galán al frente de la eléctrica.

En la parte empresarial, la semana ha estado marcada por la enérgica repulsa que ha mostrado la gran industria contra Galán tras el cruce de acusaciones que ha mantenido Iberdrola con el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, de quien tanto las empresas de alto consumo de electricidad como los productores de acero han salido en su defensa.

Después de las críticas vertidas por la industria a los elevados precios que ofrecen las eléctricas, Iberdrola dejó al descubierto a la propia Sidenor al desvelar que la acerera rechazó en el pasado una oferta de la eléctrica vasca para tener la luz cubierta a largo plazo a precios bajos (40 euros MWh) y, sin embargo, prefirió comprar el 90% de la energía en el mercado, hoy por encima de 200 euros MWh, lo que le está obligando parar la producción. Este golpe bajo ha tenido prolongación esta semana con el anuncio de Iberdrola por el que dará luz estable a precios no sometidos a las variaciones del mercado a Tubos Reunidos, otra empresa vasca. Todo ello ha provocado una reacción de solidaridad de la industria con Jainaga, presidente de Sidenor.

Este frente le está costando el distanciamiento, al menos en público, de uno de sus históricos apoyos políticos, como es el del PNV. El portavoz del partido 'jeltzale' en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, denunció hace pocos días que las eléctricas ofrecen una ruina de precios a la industria a largo plazo. El PNV ha tomado partido a favor de la industria, cuyo peso específico en Euskadi es muy significativo para la economía y el empleo.

Cabe destacar que el PNV es uno de los socios primordiales del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y en el Ejecutivo las relaciones están completamente rotas con el presidente de la eléctrica después del recorte fallido que intentó aplicarles Pedro Sánchez para bajar la luz. A diferencia de Endesa, que ha mostrado un tono mucho más cordial con el presidente del Gobierno y la vicepresidenta Tercera, Teresa Ribera, competente en materia energética, Iberdrola decidió ir al choque público contra el Gobierno. En el sector todo el mundo ha entendido el fichaje de Antonio Miguel Carmona por la eléctrica vasca como un movimiento para tratar de dañar la imagen del ejecutivo socialista.

En el mundillo energético creen que la batalla regulatoria no ha terminado, máxime con los actuales precios récord de la energía y cuando la promesa de Sánchez por mantener el precio de la luz de 2021 en el nivel de 2018 es ya prácticamente inalcanzable. Entre las eléctricas barruntan una nueva intervención. Sobre todo después de ver cómo José Félix Tezanos decidía incluir en el barómetro del CIS de noviembre preguntas sobre la escalada de la luz que se ha saldado con que un 70% de los encuestados cree que sería conveniente una intervención pública para bajar el precio de la luz. En las eléctricas ven inquietante este movimiento.

Las eléctricas temen nuevas intervenciones regulatorias del Gobierno tras introducir preguntas sobre la luz en el barómetro del CIS

Por si todo esto fuera poco, la semana también ha sido aciaga para el mandatario de Iberdrola en el plano judicial. El presidente también ha ido al choque con el juez que instruye la implicación de la eléctrica y sus principales ejecutivos en el caso Villarejo. Este lunes, la sala de lo penal de la Audiencia Nacional confirmaba la condición de imputada de Iberdrola Renovables desestimando los recursos interpuestos por el propio presidente Galán, a los que se había opuesto la Fiscalía.

El resultado es diametralmente opuesto al logrado a principios de verano por Repsol y la Caixa, firmas también investigadas por la contratación del excomisario de policía y que fueron desimputadas, tanto las compañías como sus primeros espadas, Antonio Brufau e Isidro Fainé. El problema para la eléctrica crece. Recientemente, ha sufrido una rebaja de su 'rating' ESG (Environmental, Social and Governance) por el caso Villarejo: El impacto sería considerable, señala la agencia Sustainalytics.

Si acaso, la única noticia positiva para Iberdrola llegaba desde Bruselas. La Comisión Europea hacía público un informe en el que desaconsejaba las propuestas de reforma del mercado eléctrico que pedía el Gobierno de España y al que siempre se ha opuesto la eléctrica vasca. El parapeto de Europa se escenificará en Bilbao en los próximos días, mientras Pedro Sánchez, también en la capital vizcaína, celebra el congreso del Partido Socialista de Euskadi. La distancia física de apenas metros que habrá el domingo entre el líder político y el empresarial es inversamente proporcional a la institucional.