Rebaja al 'rating' ESG de Iberdrola tras Villarejo: "El impacto sería considerable"

Erosión en el 'rating' ético de Iberdrola. Sustainalytics, la agencia de evaluación de criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (conocidos por su acrónimo en inglés ESG), actualizó este verano la calificación de la energética, aumentando la percepción del riesgo desde bajo hasta medio, según se desprende de un informe firmado en agosto, el último emitido.

Los cambios llegaron después de que la Audiencia Nacional citase como investigados por el caso Villarejo a varios de los principales directivos de la empresa, entre ellos el primer ejecutivo Ignacio Sánchez Galán. En el informe, la agencia avisa del riesgo financiero y legal de estos desarrollos.

Entre las categorías que más han contribuido a la rebaja está la de ‘ética corporativa’ debido a la bajada en los puntos y el peso de este fragmento en el cómputo total (11,4%). En esta categoría, Sustainalytics hace mención especial del caso Villarejo. La agencia apunta a estos desarrollos como un evento significativo, siendo esta la única polémica de la empresa para la cual la firma tiene una perspectiva de futuro negativa, según especifica en el informe emitido a clientes.

“La imputación reciente podría resultar en cargos criminales contra el CEO actual, Ignacio Sánchez Galán, y otros ejecutivos de la empresa, y posiblemente llevar a investigaciones continuadas sobre las operaciones, pasado y presente de la empresa”, matiza Sustainalytics. “Hay posibilidades de que se revelen más vínculos según la investigación continúa, con mayor escrutinio por parte de los investigadores, el juzgado y los medios de comunicación”, añade en el informe la firma, que avisa de que “el incremento de pruebas de mayor criminalidad podría llevar a un recorte del ‘rating”.

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“Si el juez prosigue con la recomendación de tratar a la empresa como una entidad responsable en la investigación criminal [lo cual podría llevar a imponer cargos no solo contra los ejecutivos, sino que también contra la compañía], el impacto sobre la empresa —legal y financieramente— sería considerable”, detalla Sustaynalitics, zanjando que este escenario “podría llevar a más recortes”.

En el actual 'rating', Sustainalytics otorga una nota de 20,4 puntos a la empresa, en el rango bajo del riesgo ESG medio, un punto decimal más que en la nota de abril, donde el caso Villarejo ya tomaba importancia. Pese a ser ligero, este punto impulsa a Iberdrola a entrar en el riesgo medio, ya que la empresa ya cargaba con otras subidas recientes en la puntuación y se encontraba al límite. Un 23% de las ‘utilities’ se encuentra en este grupo, mientras que un 40% lleva la etiqueta de riesgo severo. En esta actualización, Iberdrola mejora en gestión de los riesgos, pero empeora en mayor medida en su exposición a los golpes ESG. Sin embargo, en la categoría de ‘ética corporativa’, tanto la exposición como la gestión del problema han empeorado a ojos de la agencia.

La corriente ESG ha estado tomando cada vez más fuerza en los últimos años, llevando a los accionistas a (al menos en teoría) no solo invertir teniendo en cuenta parámetros financieros, sino tomando como referencia cuestiones de medioambiente, impacto social y buen gobierno. Desde el punto de vista medioambiental y social, Iberdrola ha sido históricamente una opción sólida para los accionistas con convicciones ESG, ya que, además de ser un referente mundial en el sector renovables, también es un frecuente impulsor de causas sociales como, por ejemplo, el deporte.

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Sin embargo, el caso Villarejo supone un fuerte golpe a la letra ‘G’ de las siglas extrafinancieras. Tras la imputación de Sánchez Galán y su número dos en la empresa, Francisco Martínez Córcoles por cohecho, falsedad mercantil y delito contra la intimidad el pasado junio, el buen gobierno de Iberdrola ha quedado en entredicho. Una cuestión que puede llegar a afectar las operaciones de la compañía. Como adelantó El Confidencial a principios de mes, un informe de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México recomendó rechazar la aprobación de la compra de PNM Resources por parte de Iberdrola. La operación ascendía a casi 8.000 millones de dólares.

Sustainalytics es una agencia especializada en valorar el perfil ESG de las compañías, es decir, según su desempeño con respecto al impacto medioambiental, social y de buen gobierno. Su evaluación de las compañías se divide en cinco niveles: nulo, bajo, medio, alto y severo. La firma distribuye su 'rating' de la empresa en 10 categorías —que van desde las consideraciones de salud y seguridad hasta el uso del terreno—, que a su vez se reparten en varios subapartados.

Propiedad de la plataforma de análisis financiero Morningstar, Sustainalytics tiene como clientes principales a más de 850 inversores institucionales en el mundo, aunque también provee sus análisis a firmas más allá de los accionistas de las empresas. Por ejemplo, sus ‘ratings’ son incluidos en los informes remitidos por el ‘proxy advisor’ Glass Lewis, que a su vez asesora a los accionistas en su voto en las juntas de accionistas.