Tebas ofrece a Amazon jornadas en exclusiva de la Liga y rompe el monopolio de Telefónica

Para ver los partidos de la Primera y la Segunda División, se tendrá que entrar en una nueva dimensión a partir de la temporada 2022-2023. Según aseguran fuentes próximas a las negociaciones, Telefónica, a través de su marca Movistar, va a perder el monopolio que tiene desde hace años, ya sea de forma directa o a través de la compra de los derechos a Mediapro. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) va a ofrecer a Amazon difundir al menos hasta tres jornadas en exclusiva en su plataforma de 'streaming', Prime Video, por lo que los aficionados deberán disponer de suscripción a esta aplicación para ver los encuentros.

El nuevo pliego que va a lanzar Javier Tebas para que los operadores de televisión pujen por ofrecer los partidos de la Liga española va a ser totalmente disruptivo. En lugar de que una empresa se quede con todas las jornadas en exclusiva, aunque después pudiese revenderlas a terceros, como ocurre actualmente con Telefónica y Orange, el ‘tender’ que va a lanzar la LFP va a segmentar por paquetes los encuentros, por lo que se abre la posibilidad de que una compañía ya no sea la que se quede con la exclusividad total de las 38 jornadas de Primera y las 42 de Segunda.

Tebas va a ofrecer a las nuevas plataformas de 'streaming' u OTT quedarse al menos con tres jornadas en exclusiva

En ese caso, el usuario tendrá que contratar varias plataformas en su casa para poder ver ‘Todo el fútbol’, el lema que hasta ahora utilizaba Movistar y que servía como gancho principal para retener a los cerca de cuatro millones de clientes de televisión de pago en España. Según las citadas fuentes, Tebas va a ofrecer a las nuevas plataformas de 'streaming' u OTT quedarse al menos con tres jornadas en exclusiva, que solo se podrán ver a través de la aplicación que compre este paquete. El principal candidato es Amazon, que ya ha pujado y ha comprado parte de las competiciones de Inglaterra, Alemania, Italia y Francia.

En concreto, el gigante estadounidense se ha quedado con los derechos parciales de la Champions hasta 2024 en Alemania y en Italia, así como con parte de la Premier League inglesa, de la que ofrece en exclusiva la jornada denominada ‘boxing day’, la que se celebra después del día de Navidad (allí no se para la competición como en España) y que es una de las más tradicionales y seguidas por los aficionados al fútbol en el Reino Unido. Pero, sobre todo, esta primavera logró comprar la mayoría de la liga francesa, la Ligue 1, al pagar 275 millones por año hasta 2024, lo que supuso romper el monopolio que históricamente tenía Canal+. La multinacional americana ha puesto una tarifa de 12,99 euros por ver la liga gala.

Cinco años

El objetivo de Tebas con este nuevo pliego es fomentar la competencia en la subasta, ya que, debido a los problemas financieros de Mediapro y la retirada de Vodafone de la puja por el fútbol, el único operador que podría comprar los derechos sería Telefónica. Por tanto, la compañía que dirige José María Álvarez-Pallete ofrecería un precio más bajo en relación con el que pagó hace tres años, cuando se adjudicó el trienio 2019-2021. La nueva puja será por cinco años, para dar más estabilidad a los ingresos de la LFP.

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Á. M.

En aquella ocasión, Telefónica abonó 980 millones de euros por temporada, de los que apenas pudo recuperar un tercio al revender los derechos a Orange por 300 millones. La operadora española desembolsó en total casi 3.000 millones para retener el principal producto comercial de su plataforma Movistar. Una inversión que los analistas que cubren el valor en bolsa han considerado siempre excesiva, poco rentable y un foco constante de incertidumbre debido a la pérdida paulatina de clientes.

Telefónica cuenta actualmente con 3,89 millones de clientes de televisión de pago, una cifra que es la que tenía a finales de 2017. Pese a que a finales de 2018 y 2019 la compañía llegó a rebasar los cuatro millones de usuarios, en el último año y medio ha visto cómo Amazon y Netflix le han ido comiendo el terreno, especialmente por la capacidad financiera de estas aplicaciones de vídeo de producir series en propiedad.