Sorpresa en el contrato de 'servicing' de Kutxabank: Neinor queda fuera de la puja

Giro de 180 grados en el concurso lanzado por Kutxabank para adjudicar el nuevo contrato de 'servicing' de sus inmuebles. El principal favorito, Neinor, ha quedado fuera de la puja al no haber llegado a un acuerdo con la entidad vasca para ajustar su oferta a las nuevas condiciones que el banco quiere para este contrato.

Neinor formaba, junto a Servihabitat y Solvia, el grupo de empresas llamadas a disputar la recta final de este concurso, tras una primera selección realizada entre todas las empresas que habían mostrado interés por este contrato. Sin embargo, esta semana, la inmobiliaria ha comunicado a sus equipos que no van a seguir adelante ante el cambio de condiciones.

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Según las fuentes consultadas, durante todo el fin de semana pasado, hubo intensas negociaciones entre Kutxabank y Neinor para tratar de llegar a un acuerdo, que implicaba no solo un fuerte ajuste de los números (las fuentes consultadas hablan de quitas cercanas al 50% respecto al contrato actual), sino también de modelo de contrato.

El contrato de 'servicing' actual, en manos de Neinor desde hace seis años, finaliza en mayo de 2022 y el nuevo propuesto busca una drástica reducción de la cartera, con enfoque en bajar precios y en ir hacia un modelo de liquidación de los activos, frente al actual de valor añadido, lo que supone también una merma de la rentabilidad.

El contrato de 'servicing' actual contempla el pago de una comisión de gestión anual, en función del 'stock' bajo gestión y que varía según la tipología de activos, y otra de éxito, que recoge la tarifa por venta estándar y otra adicional si el precio de venta es más alto del esperado por el banco.

El volumen de negocio total de este contrato ronda los 200 millones de euros al año. Para Neinor, el principal atractivo de esta actividad es que le genera unos ingresos recurrentes muy rentables que, el año pasado, se cifraron en 30 millones de euros, con un margen de ebitda (beneficio bruto operativo) cercano al 60%.

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Cifras imposibles de alcanzar con el nuevo marco que se va a imponer y que, según las fuentes consultadas, contemplan reducir al entorno de los 76 millones de euros el importe de las ofertas finalistas.

El grueso de la cartera ahora en liza son suelos y activos residenciales, muchos de ellos procedentes de la antigua Caja Sur, que suman una valoración superior a los 1.000 millones de euros. Las fuentes consultadas aseguran que se trata de una cartera de buena calidad.